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En medio de la pandemia, talleristas de escuelas generativas llevan tres meses sin cobrar los sueldos

Se trata de profesionales que trabajan bajo la modalidad de monotributo. Durante la crisis sanitaria los horarios y cargas aumentaron. Aseguraron que han sido amenazados para no dar a conocer la problemática.

La escuela "Luis Lusquiños" fue inaugurada a mediados del año pasado.
Actualizada: 13/11/2020 00:58
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Con temor y preocupación por la difícil situación que deben afrontar en medio de la pandemia, talleristas de escuelas generativas en la provincia decidieron dar a conocer que no perciben sus salarios desde hace tres meses. La última vez que cobraron fue en agosto y aún no tienen certeza de cuándo volverán a hacerlo.

Son profesionales que actualmente cumplen funciones como los docentes y que han sido empleados bajo la modalidad de monotributo. Esto significa que sólo les pagan durante el ciclo lectivo y no perciben aguinaldo o vacaciones.

El Chorrillero pudo hablar con uno de los trabajadores que se desempeña en la escuela “Luis Lusquiños”, ubicada en la zona sur de la ciudad. Prefirió reservar su identidad debido a que han recibido intimaciones para no dar a conocer la realidad que viven.

Contó que el coordinador del establecimiento, Santiago Amigo les ha dicho que si llegaban a “quejarse” de las demoras “el tiro puede salir por la culata”.

El profesional transmitió que el único argumento recibido por la falta de pago es que “cambiaron las autoridades del ministerio de Educación”. “Nos dicen que todas las generativas funcionan de la misma manera”, añadió.

Puntualizó que dentro de esa escuela hay otros 14 talleristas que llevan el mismo tiempo sin recibir sus haberes, que no superan los $30 mil. Mientras tanto, han tenido que continuar cumpliendo con los pagos de AFIP, Rentas y alquileres.

La institución fue inaugurada por el gobernador Alberto Rodríguez Saá en julio del año pasado y tiene una matrícula de 450 chicos del sur de la ciudad. Cuenta con niveles primario y secundario, con orientación en informática.

Al mismo tiempo, mencionó que por la pandemia han tenido que modificar su labor y están dando “clases como un docente normal”. La carga horaria de ambos es la misma.

A ello se suma que debieron destinar más tiempo para atender las inquietudes de los alumnos, y debieron utilizar sus propios recursos para la virtualidad.

“Cada profesor debe tener su computadora. Si no, no podríamos dar las clases. Estamos trabajando más porque por ahí los chicos nos mandan un WhatsApp y les respondemos fuera del turno”, señaló.

En este contexto, subrayó que se encuentran “desesperados” debido a que por el monto del sueldo no pudo “generar un ahorro para vivir dignamente estos meses sin cobrar”.

La precariedad laboral de las escuelas generativas no es una novedad debido a que dos semanas atrás la Unión de Trabajadores de la Educación Provincia (UTEP) envió una nota al ministro de Educación, Andrés Dermechkoff para reclamar nuevamente por la situación que atraviesan cada año los docentes que se desempeñan allí.

En el documento firmado por la secretaria General, Soledad Correa Amiotti plantearon que los educadores están sometidos a un régimen de contrataciones que “vulnera francamente sus derechos” y los expone a “despidos arbitrarios de muchas de las asociaciones que regentean estas instituciones, carentes de auditorías contables y pedagógicas”.

Además, manifestaron que ya habían recibido “las primeras denuncias de avisos” de maestros que perderían el empleo en los próximos meses.

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