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Un triple crimen a balazos y sello narco sacudió a Paraná

Ocurrió en un barrio al este de la capital entrerriana. Uno de los ejecutados tenía contactos con el empresario Luis Paz.

Los tres hombres fueron ejecutados en inmediaciones de Ovidio Lagos y Las Camelias, barrio Los Paraísos, al este de Paraná.
Actualizada: 17/11/2020 11:54
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Dos hombres en una moto Honda 250 color roja llevaron al estado de conmoción al cuatro de millón de habitantes de la ciudad de Paraná. El domingo a las 15, en plena hora de la siesta, dos sicarios arremetieron contra cuatro hombres que esperaban debajo de un árbol en inmediaciones de Ovidio Lagos y Las Camelias, barrio Los Paraísos, en el este de la capital entrerriana. El sicario no titubeó. Sin sacarse el casco asesinó en un parpadeo a Cristian Walter “Tero” Barreto, de 43 años, Germán “Morrón” Herlein, de 25, y Laureano Alejo Morales, de 24. A todos les aplicó un disparo de remate en la cabeza. A un hermano de Barreto el sicario lo dio por muerto y pudo escapar corriendo por un terreno un baldío sin tapial.

Fuentes consultadas indicaron que los hermanos Barreto tenían contacto con el empresario y mánager de boxeo rosarino Luis Paz, actualmente preso como organizador de narcotráfico. Estos tres crímenes hicieron trepar a 20 la estadística de homicidios anual de Paraná.

Barrio Los Paraísos, al este de Paraná. Domingo de calor que anuncia verano. Cuatro hombres esperan despreocupados a la sombra de un árbol. Pero no son cuatro hombres comunes y silvestres. “Tero” Barreto era sindicado como un transero de bajo perfil que en 20 años había pasado de robar motos y bicicletas a manejar un territorio en la capital de Entre Ríos. Residía en Nordelta, en Tigre, provincia de Buenos Aires, y solía llegar a Paraná los fines de semana. Tenía boliches en la ciudad de Santa Fe.

El “Tero” tenía contactos con Germán Ezequiel Velázquez, sindicado como proveedor de drogas de Luis Paz, preso en la cárcel de Rawson y padre de Martín “El Fantasma” Paz, asesinado en septiembre de 2012 en Entre Ríos y 27 de febrero. Su crimen llevó a juicio y condena al núcleo duro de la banda de Los Monos. Tanto cartel tiene Velázquez que se lo mencionó en su momento como uno de los que participó en el asesinato de Claudio “Pájaro” Cantero, el líder de la banda rosarina Los Monos, ocurrido el 26 de mayo de 2013. Por aquellos días ya estaba vinculado a la banda de Luis Paz.

Debajo del árbol también estaban Víctor, hermano del “Tero”, y “Morrón” Herlein, quien en diciembre pasado dejó la cárcel con libertad asistida tras ser condenado en marzo de 2018 a seis años de prisión efectiva por liderar junto a Brian “Puti” Páez una banda que vendía droga en las zonas este y oeste y de Paraná. Fuentes consultadas indicaron que, tras ganar la calle, se alineó con “Tero” Barreto. A la sombra del árbol también estaba Laureano Morales, quien sería, según fuentes allegadas a la pesquisa, soldadito de Barreto.

A la sombra. Así estaban ubicados los hombres sobre la vereda de Las Camelias, entre Ovidio Lagos y Mihura, cuando apareció en escena la Tornado roja con dos ocupantes, ambos con el casco puesto. ¿Qué estaban haciendo los cuatro hombres como se dice en la jerga “regalados” esperando bajo de un árbol? Es una de las preguntas sin respuestas. Más pensando que el “Tero” sólo viajaba a Paraná los fines de semana. Lo concreto es que en un pestañeo la moto roja, que habría actuado con un un VW Vento color negro como apoyo, se estacionó al lado del cuarteto. Las detonaciones hicieron saltar de la siesta a los vecinos, quienes aseguraron que se escucharon una veintena de disparos.

El “Tero”, “Morrón” y Morales fueron alcanzados por los plomos. Y al caer al piso fueron rematados con un disparo en la cabeza. Víctor Barreto aprovechó la confusión y en medio de la matanza corrió por la calle, entró en un baldío con yuyales altos sin tapialar y aprovechó la escenografía para camuflarse. El sicario lo dio por muerto y huyeron del lugar. En la escena del crimen quedaron al menos seis vainas calibre 9 milímetros. Los cuerpos de los tres fusilados fueron enviados al centro medico forense de Oro Verde para que se les realizaran la autopsia. El caso quedó en manos del fiscal Martín Wasinger.

Si bien hace poco más de un año se produjo en Paraná otro triple crimen (denominado de la Bajada Grande, el 25 de mayo de 2019, y cuyas víctimas fueron Miguel Aguirre, Luciano y Leonardo Alvarez), el del último fin de semana conmocionó aún más a la sociedad paranaense. En la última semana se registraron cinco de los 20 homicidios de este año. Con la hipótesis del asesinato mafioso en el marco de la narcocriminalidad como principal hipótesis de trabajo fiscal, en la calle se comenzó a tejer una teoría que vincularía el triple homicidio con una guerra narco en la que sectores de las barras bravas de Colon y Patronato buscan conquistar y conservar territorios.

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