El Senado aprobó un proyecto del Gobierno para que los presos desarrollen emprendimientos productivos en los parajes
Es impulsada como “una modalidad de tratamiento” mientras los internos cumplan su condena, y tiene como objetivo que puedan llevar adelante sus trabajos en diferentes parajes de la provincia.
El Senado aprobó a instancias del bloque albertista un proyecto de ley enviado por el Gobierno para que los internos que cumplen condenas en San Luis desarrollen sus proyectos productivos o económicos en parajes.
Al fundamentar el proyecto, el senador Pablo Garro (Frente Unidad Justicialista) dijo que se pretende una “adecuada inserción de los condenados mediante el fortalecimiento de la integridad humana y el estímulo de acciones solidarias inherentes a sus condiciones de seres sociales, a partir del desarrollo de sus potenciales individuales en el ámbito económico y productivo”.
Y al mismo tiempo “ayudar al crecimiento y desarrollo de distintos parajes de San Luis, procurando la reinserción social, promoviendo el apoyo y la comprensión de la sociedad”.
El artículo 1 del proyecto establece que “toda persona privada de libertad” que cumpla su condena en el Servicio Penitenciario Provincial “podrá acceder a una modalidad alternativa dentro del periodo de tratamiento, conforme la Ley de Ejecución Penal y las pautas que se establecen en el presente”. Y que lo harán “bajo el régimen de autodisciplina, desarrollando actividades comerciales y/o productivas en un paraje de la provincia de San Luis”.
Según Garro, se presenta como “un espacio de resocialización abierta para la ejecución de la pena”, a través del cual los detenidos podrán “autogestionar sus ingresos como la única manera de concretar el derecho para el trabajo”.
“La inversión la tiene que hacer el penado y tiene la posibilidad de trabajar, de vivir ahí y va a estar monitoreado pro una tobillera, que indicará que no puede moverse del lugar. Realizará tareas en un lugar determinado para producir, con lo que obtenga ayudar a la familia”, precisó Garro.
Los presos deberán presentar un proyecto “de comercialización y/o producción”, que podrán concretar “dentro de los parajes con la colaboración o conjuntamente con algún residente del lugar”. La presentación deberán hacerla ante el Consejo Correccional, incluir el consentimiento del residente del paraje e indicar dónde vivirán mientras desempeñe esa labor. Tendrán que especificar la actividad comercial y/o productiva a desarrollar, maquinaria a utilizar, materia prima, cantidad de empleados que necesitará y porcentaje de distribución de lo producido.
Según contempla el artículo 4, el Consejo Correccional realizará después un informe “Técnico-Criminológico” del interno para evaluar “si está en condiciones de acceder a esta modalidad de tratamiento”, teniendo en cuenta “sus aptitudes laborales”. La conclusión se remitirá a los ministerios de Seguridad y Producción “para que en razón del mérito, oportunidad y conveniencia autorice o rechace” la idea presentada por el condenado.
El Servicio Penitenciario Provincial será el encargado de controlar que se cumplan las condiciones; y el ministerio de Producción hará el seguimiento y evolución del proyecto económico. Además se utilizará un sistema de geolocalización.
También está contemplada la creación de un registro de productores y propietarios de terrenos rurales a cargo del IPRES, para que el interno “tome conocimiento de la posibilidad de llevar adelante el proyecto que pretende, conforme las particularidades del paraje”. Sus tareas están enfocadas a trabajar la tierra, como por ejemplo la siembra.
Quedan excluidos los condenados por homicidios agravados, por delitos contra la integridad sexual, privación ilegal de la libertad coactiva, tortura seguida de muerte, secuestro extorsivo, entre otros, según lo estipula el artículo 7.
“Como consecuencia de su implementación se lograrán varios objetivos, la reinserción del interno a la sociedad al finalizar la condena, el auto sustento del interno y de grupo familiar en algunos casos, la descongestión carcelaria y el desarrollo de las actividades económicos, productivas, sociales y culturales”, agregó Garro.
Destacó que en la provincia “existen en la fecha más de 200 parajes distribuidos en los distintos departamentos”.
“La lejanía y escasa población de los parajes dificulta sus posibilidades de crecimiento económico. Las personas que están privadas de libertad que elijan desarrollar un emprendimiento productivo y/o comercial en algunos de los parajes contribuirá a su crecimiento económico, cultural y social”, dijo el senador.