Monseñor Barba: "Villa Mercedes nació con la enseñanza del amor a la Virgen, que está en el ADN de los vecinos"
El obispo presidió el Tedeum en la parroquia de Nuestra Señora de la Merced por el 164º aniversario de la ciudad.
Monseñor Gabriel Barba en la homilía del oficio por el cumpleaños de Villa Mercedes dijo ante autoridades y vecinos que “estamos llamados a la construcción de una sociedad verdaderamente inclusiva, abierta a la vida y al cuidado de todos”.
De la celebración que tuvo lugar en la Iglesia Nuestra Señora de la Merced participaron el senador Nacional, Claudio Poggi, autoridades provinciales, el intendente Maximiliano Frontera, legisladores, concejales y funcionarios.
En su mensaje, monseñor expuso que la ciudad “da gracias por este nuevo aniversario de vida, de concreción de sueños y proyectos, y recordamos con mucha fuerza la importancia de que debemos ser partícipes y constructores de una nueva sociedad, fraterna y para todos".
“Quienes tenemos fe, anhelamos a las bienaventuranzas eternas, donde aspiramos estar algún día estar junto a Dios, pero esto se realiza cada día”, expresó.
Barba dijo que la construcción debe ser “a través del amor, misericordia, justicia y la verdad".
"Es algo que nos compete a todos y estamos llamados a la construcción de una sociedad verdaderamente inclusiva, abierta a la vida, al cuidado de todos”, afirmó.
“Si no somos sostenidos por Dios y la vida, nada podemos hacer. La ciudad solamente está formada por hombres y mujeres que la van desarrollando, no es un ente que se hace solo, es fruto de la mano de los ciudadanos”, dijo el prelado.
Barba consideró que a “la casa de nuestra madre la Virgen de la Merced, venimos a buscar el amparo de hijos, para dar gracias porque Dios que es la fuente de todo bien y el origen es la providencia que sostiene todo en cuanto hacemos”.
El obispo dijo que este Tedeum tiene una característica “distinta” a comparación de los anteriores debido a la pandemia: “Ya nos estamos acostumbrando a las máscaras, barbijos, no era común esto”.
“Es un signo visible de la realidad que nos toca vivir, que cambió la vida del mundo, que nos hizo reformular todo y también es una gran oportunidad para empezar de nuevo, reafirmar los verdaderos valores, lo que realmente importa, en lo que vale la pena gastar nuestra vida cuando todo se nos cae, ahí es donde nos desprendemos de lo accidental para aferrarnos a lo fundamental”, reflexionó.
En ese sentido, remarcó que la crisis mundial por el Covid-19 “nos hizo tomar consciencia de la fragilidad humana y de la necesidad de cuidarnos entre todos”.
Le pidió a Dios que "nos fortalezca y permita jugarnos por practicar la justicia, tener un corazón misericordioso, dispuesto a compartir, perdonar, sumar, no ligero para juzgar sino en la fraternidad, que nuestra ciudad se caracterice por eso”.
“Sin duda Villa Mercedes nació con la enseñanza del amor a la Virgen, a la madre, que está en el ADN de los vecinos”, manifestó.
Además, le solicitó a Nuestra Señora de la Merced que “nos siga protegiendo, en este tiempo difícil y distinto. Que con su protección enseñe a seguir construyendo juntos una verdadera patria de hermanos abiertos siempre a la vida y a la fraternidad”.
A las 11:15 comenzó el acto central que se desarrolló en Plaza Lafinur. Las autoridades que participaron de la ceremonia religiosa se trasladaron para participar del acto que contó con la asitencia del gobernador Alberto Rodríguez Saá, vicegobernador, Eduardo Mones Ruiz, legisladores y concejales. Se depositó una ofrenda de laureles al pie de los bustos de Justo Daract, Juan Esteban Pedernera y Juan Crisóstomo Lafinur.
Al finalizar, compartieron tres tortas que había preparado el municipio para festejar.