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Ordenan la captura del acusado de violar a una joven en la fiesta donde participaron jugadores de Vélez

Se trata de Juan José Acuña, vinculado al futbolista Juan Martín Lucero. La Policía Bonaerense allanó su casa, pero no lo encontró.

Ocurrió en un country de San Isidro.
Actualizada: 05/12/2020 14:09
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Fuentes policiales le confirmaron a TN.com.ar que la fiscal Laura Zyseskind ordenó la detención del único acusado de violar a una joven en una fiesta clandestina en la que había cuatro jugadores de Vélez Sarsfield. El apuntado es Juan José Acuña, amigo del jugador Juan Martín Lucero.

Según pudo saber este medio, las fuerzas de seguridad allanaron el domicilio donde vive y no lo encontraron. A esta hora, se encuentra prófugo de la Justicia.

Acuña, mencionado así, solo por su apellido en la declaración testimonial de una amiga de la denunciante, tiene 42 años y mantiene desde 2010 una férrea amistad con Lucero, el delantero del Fortín que es el locatario de la casa del Barrio Camino Real de la localidad de Boulogne, partido de San Isidro, donde organizaron una reunión con al menos 20 personas pese a la prohibición en el marco del distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO).

Juan José Acuña se desempeñó como coordinador del fútbol juvenil de Defensa y Justicia desde septiembre de 2010 y en el club de Florencio Varela tuvo un interinato en el primer equipo cuando por entonces Carlos Ramacciotti dejó su cargo por malos resultados, en momentos en que el Halcón se encontraba en la Primera B Nacional.

En ese tiempo fue cuando Acuña conoció a Lucero, que por entonces transitaba la primera de las cinco temporadas que jugó en Defensa.

Tras finalizar su ciclo en las divisiones menores, Acuña fue contratado por Argentino de Quilmes, en junio de 2016. A lo largo de su carrera como entrenador de fútbol, el acusado trabajó junto a distintas personalidades del fútbol como Jorge Bermúdez, Darío Franco y José María Martínez. En el Mate, en tanto, su cuerpo técnico estuvo conformado por Diego Querin (como preparador físico) y Jorge Benítez (entrenador de arqueros).

Lo que pasó en la fiesta

El encuentro privado se llevó a cabo en el Barrio Camino Real de la localidad de Boulogne, partido de San Isidro, donde el jugador Juan Martín Lucero alquila una vivienda. Todo comenzó en las primeras horas de la tarde y se extendió hasta pasada la medianoche del miércoles, mientras que a las 2:32 de la madrugada se registró de manera oficial la declaración testimonial de una de las mujeres que participó en la fiesta.

La convocatoria reunió a un grupo aproximado de 20 personas, lo cual está prohibido en el marco de la pandemia, a la que al menos tres de las mujeres que participaron, entre ellas quien realizó la denuncia por abuso sexual, llegaron por invitación de Ricardo Centurión luego de encontrarse en un punto en común del barrio de Belgrano sobre las 16 horas del miércoles y desde allí se dirigieron al lugar de los hechos en el auto de una de ellas.

Una de las chicas le advirtió a las demás que estaría con el exjugador de Boca y Racing, entre otros, y fue él quien les abrió la puerta de la Casa 56 del mencionado barrio. En ese momento a Centurión se le cayó de su mano su teléfono celular, lo que provocó la rotura completa de su pantalla.

Allí cada una de ellas se dirigió hacia tres de las reposeras que estaban repartidas alrededor de la pileta ubicada cerca del quincho de la casa, sitio donde había grandes cantidades de alcohol.

Una de las chicas había mantenido contactos vía Whatsapp con Thiago Almada y habría acordado que más tarde podrían compartir un encuentro íntimo en esa casa y es esta mujer la que luego presentó la denuncia de abuso sexual por parte de uno de los participantes en la fiesta, a quien la amiga que prestó declaración testimonial describió como “un gordo pelado que vestía una remera gris y una bermuda de jean”.

Esta persona, la denunciada, pertenecería al grupo de amigos de Lucero, el locatario de la casa, a quien en ningún momento se lo ubica en el lugar del abuso denunciado, ocurrido en la planta alta. Cerca de las 21:30 y ante la ausencia por largo tiempo de la denunciante, una de las amigas la empieza a buscar por los distintos espacios de la vivienda y no la encontró hasta pasadas las 21:45 cuando la vio desmayada en una habitación, con una jarra de plástico en la mano.

En ese momento la testigo advirtió que el “gordo pelado se iba del cuarto mientras se subía los pantalones y soltaba una mueca de sonrisa”. Al advertir el estado de inconsciencia de su amiga, comenzó a pedir ayuda a los gritos y acudieron a la habitación al menos tres personas, con las que llevaron a la víctima al baño para intentar reanimarla, lo que consiguieron luego de algunos minutos.

Para entonces, la testigo fue separada del lugar por un hombre al que ella llamó Martín, quien le pidió que no llamara a la policía. En el testimonio se apuntó, mientras tanto, que los jugadores de Vélez no participaron de la escena donde ocurrió el abuso denunciado pero que “uno de ellos, Ricardo Centurión, mantuvo encuentros con distintas chicas que participaron de la fiesta”.

Ante la gravedad de los hechos es que luego se procedió a la denuncia por parte de la víctima y a la presentación de la declaración testimonial por parte de una de sus amigas.

Ayer los jugadores de Vélez tuvieron día libre porque venían de disputar el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana ante América de Cali, en Colombia. Todos los involucrados en lo ocurrido en el barrio cerrado del partido de San Isidro participaron este viernes del entrenamiento del Fortín, pero no viajaron a Paraná para jugar contra Patronato.

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