La Corte Suprema rechazó una demanda de Texas para revertir la derrota electoral de Trump
El caso fue presentado por el fiscal general del estado, el republicano Ken Paxton, respaldado por el presidente Donald Trump. La moción pedía no refrendar los resultados de los comicios en Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin, pero el máximo tribunal consideró que no había base legal para el reclamo de Texas. La decisión supone un nuevo revés judicial para Trump, que insiste en denuncias infundadas de fraude electoral.
La decisión permite al Colegio Electoral de los Estados Unidos seguir adelante con una reunión el lunes, en la que se espera que emita formalmente sus votos y haga oficial la victoria de Biden.
Biden ha acumulado 306 votos contra los 232 de Trump, y los cuatro estados en cuestión – Georgia, Michigan, Pensilvania y Wisconsin – contribuyeron con un total de 62 votos en favor de Biden. Para ganar la Casa Blanca, se necesitan 270 votos.
En un breve juicio, los magistrados dijeron que Texas no tenía capacidad legal para llevar el caso, terminando abruptamente lo que Trump había pregonado esta semana como su mejor esperanza para anular la elección.
Trump dijo en Twitter, “La Corte Suprema realmente nos defraudó. Sin sabiduría, no hay coraje!”.
Quejándose de que el tribunal había rechazado el caso “en un instante” a pesar de que ganó más votos que cualquier otro presidente en ejercicio, Trump escribió: “¡Una elección amañada, sigan luchando!”.
Mientras Biden ha avanzado con una ola de nombramientos para su Administración antes de asumir el cargo el 20 de enero, Trump y su equipo legal han presentado una ráfaga de demandas infructuosas en varios Estados reclamando sin fundamento el fraude electoral y desafiando los resultados.
El objetivo de Trump era desde hace tiempo que un caso llegara a la Corte Suprema, donde había colocado tres nuevos jueces en su primer mandato y donde los conservadores tienen una mayoría de 6-3. La demanda presentada por Texas y apoyada por otros 17 estados y por más de 100 miembros republicanos del Congreso le dio esa oportunidad.
En el período previo a las elecciones del 3 de noviembre, Trump había presionado para que se confirmara rápidamente a la jueza Amy Coney Barrett, con la esperanza públicamente declarada de que podría estar en condiciones de ayudar a resolver un problema electoral.
Pero Barrett y los otros dos jueces nombrados por Trump – Neil Gorsuch y Brett Kavanaugh – firmaron la orden del tribunal que descarriló la demanda de Texas sin hacer comentarios. (Reuters)