Subastaron por 288 mil dólares uno de los Mercedes-Benz 600 que manejó Elvis Presley
El auto estuvo exhibido en el museo del Rey del Rock.
Se cerró la subasta del Mercedes-Benz 600 de Elvis Presley y el ganador pagó por él 288 mil dólares, una cifra que supera la del anterior 600 del Rey del Rock. Se trata de uno de los modelos más lujosos de la década de 1960, elegido por distintas personalidades mundiales, desde dictadores, deportistas y músicos hasta estrellas de cine.
El Mercedes en cuestión fue fabricado en 1969. Elvis lo pagó 15.500 dólares un año más tarde en un concesionario que la marca alemana tenía en Hollywood. A partir de ahí formó parte de la espectacular cochera que tenía en su mítica casa de Graceland, Memphis. Y años más tarde se lo regaló a su amigo Jimmy Veltet, que decidió exhibirlo en el museo de Elvis tras su fallecimiento (17 de agosto de 1977) como consecuencia de un ataque cardíaco.
Tiempo después, el Mercedes que Elvis compró como 0 km llegó al CEO de Dollar General, que invirtió 36 mil dólares y le restauró los frenos, el sistema de escape y la suspensión, entre otros elementos. En 2002 se lo vendió al que fue su dueño hasta esta subasta.
Desde 1970 hasta hoy, este Mercedes recorrió menos de 100 mil kilómetros (97.365 específicamente), un número muy bajo si se tiene en cuenta que, en promedio, los autos se mueven unos 10 mil kilómetros por año. Y desde última restauración circuló apenas 3.200 kilómetros, lo que nos invita a pensar que su estado (y las fotos coinciden) es espectacular.
El motor es un M100 V8 de 6.3 litros, que en su momento rendía 300 caballos de potencia y un torque máximo de 574 Nm. Posiblemente con el paso del tiempo haya perdido algunos “burros”, que se transfieren al eje trasero a través de una caja automática de cuatro velocidades.
Lo más importante de este 600 no es la potencia (que, para ese entonces, era muchísima), sino el confort a bordo que regalaba. Tenía elementos muy avanzados para la época, como la climatización bizona, la suspensión hidráulica y el cierre centralizado.
Lo único que parece haber sufrido el paso del tiempo es la tapicería, aunque por ser un auto con cincuenta años de historia está muy bien. Los tapizados son de cuero negro, con alfombras de color gris oscuro y detalles de madera de cebra en el tablero, los paneles internos de las puertas y los marcos de la ventana. El vendedor dijo que eligió no reparar algunos elementos del habitáculo con el fin de preservar la historia del auto.