La presión del presidente y Cristina Kirchner sobre un Senado polarizado para lograr la sanción de la ley del aborto legal
Hasta el momento se contaban 34 votos a favor y 34 en contra, con tres indefinidos y uno de licencia. Alberto Fernández y la actual vicepresidenta, que no quiere desempatar, actúan para inclinar voluntades hacia el sector "verde”.
La votación del proyecto de legalización del aborto prevista para el próximo martes tiene todavía resultado abierto, pero en los últimos días comenzaron a jugar algunos factores que pueden ser determinantes como las gestiones personales desde lo más alto del Gobierno para alcanzar la mayoría y sancionar la ley. El presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner juegan a favor de la propuesta que fue una promesa de la campaña electoral.
Hasta el momento se contaban 34 votos a favor y 34 en contra, con tres indefinidos y uno de licencia (el tucumano José Alperovich), pero en los últimos días los dos sectores mostraron subas y bajas.
La reunión que mantuvo el presidente Alberto Fernández con el senador salteño del Frente de Todos, Sergio "Oso" Leavy, que como diputado en 2018 votó en contra del proyecto, mostró al Gobierno moviendo sus fichas dentro de las propias filas para alcanzar la mayoría.
Leavy reconoció que está pensando su voto y esto generó entusiasmo en el sector "verde", dado que si el salteño decidiera votar a favor o al menos abstenerse, los "celestes" estarían perdiendo un voto decisivo.
La idea del Gobierno y del sector de la bancada oficialista que apoya la legalización del aborto es lograr que el salteño, de mínima, no vote en contra.
Esto se suma a la incógnita respecto de la participación del riojano Carlos Menem -opositor a la legalización del aborto- en la sesión del 29 de diciembre debido a su delicado estado de salud. Si Leavy cambiara su postura de 2018 y Menem no pudiera votar, el sector "celeste" del Senado bajaría a 32 votos y los "verdes" tendrían una clara ventaja.
Sin embargo, los senadores que apoyan la legalización del aborto trabajan no solo para convencer a algunos de los que están en contra y a los indefinidos, sino también para evitar bajas en sus filas.
Un caso de cambio de sentido del voto es Silvina García Larraburu (Frente de Todos – Río Negro). En 2018 votó en contra. Esta vez votará a favor. “Es un contexto distinto”, afirmó.
Muchas miradas apuntan al rionegrino Alberto Weretilneck, quien a pesar de manifestarse a favor de la legalización del aborto pidió reformas al proyecto y puso en duda su voto para la sesión del martes. Un sector del bloque Frente de Todos mantiene conversaciones con el rionegrino y se llegó a contemplar la posibilidad de aceptar modificaciones a la iniciativa, pero desde el Gobierno lo descartaron.
No todas las cuentas dan igual.
La ministra de Mujeres, Diversidades y Género, Elizabeth Gómez Alcorta, aseguró el miércoles que "no se están evaluando cambios" y que el Gobierno mantiene el objetivo de aprobar el proyecto tal y como vino de Diputados para convertirlo en ley.
Si bien nadie espera que Weretilneck vote en contra, tampoco se descarta que el rionegrino termine optando por la abstención, lo que complicaría las cuentas para los "verdes".
De esta manera, Weretilneck se sumó al lote de indefinidos que integran la neuquina Lucila Crexell (Interbloque Federal), la entrerriana Stella Maris Olalla (Juntos por el Cambio) y su coprovinciano Edgardo Kueider (Frente de Todos). Kueider firmó el dictamen para el proyecto en disidencia y evitó definir su postura aunque en el sector "verde" confían en que votará a favor, mientras le ponen también una ficha a Olalla y se mantienen a la expectativa de lo que haga Crexell, que en 2018 decidió abstenerse.
Con Weretilneck entre los indefinidos, la cuenta daría 33 a favor y 34 en contra, pero en el caso de que Leavy y Menem (internado en estado delicado) no voten con los "celestes", la legalización tendría un voto de ventaja: 33 a 32.
En el inicio del debate en comisión, los senadores del Frente de Todos del sector verde dejaron trascender que “Cristina no quiere desempatar. La ex presidenta en 2018 votó a favor el proyecto.
El escenario es todavía volátil, pero a pocos días de la definición, la aprobación del proyecto tiene más posibilidades de las que tuvo hace dos años. En 2018 fue rechazada por 38 votos contra 31, con 2 abstenciones (Crexell y el ahora gobernador de Santa Fe, Omar Perotti) y una ausencia (Eugenia Catalfamo).