Horacio Rodríguez Larreta rechazó la convocatoria del Gobierno para definir los fondos de la policía porteña
Desde la gestión porteña afirman que la ley que le quitó recursos a la Ciudad es “inconstitucional” y esperarán que la Corte se expida.
Horacio Rodríguez Larreta no asistirá a la convocatoria del Gobierno nacional para definir los fondos que se destinarán a la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires.
“La Ciudad no asistirá a la reunión convocada por Nación porque considera que la ley (27.606) es inconstitucional, y aguarda a que la Corte Suprema de Justicia se expida”, señalaron a través de un comunicado citado por Clarín y atribuido a Fernando Straface, secretario general de la administración porteña.
El ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y su par de Economía, Martín Guzmán, habían citado el miércoles al jefe de Gobierno porteño para acordar el traspaso de facultades y funciones de seguridad a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires.
El encuentro estaba previsto para la semana que viene en la Casa Rosada. Allí se iba a trabajar en un acuerdo en base a lo requerido en el artículo 2 de la ley 27.606, aprobada por el Senado el 10 de diciembre y promulgada por el Ejecutivo Nacional el lunes.
Tras los sucesivos cruces por el recorte a la coparticipación de la Ciudad, el Gobierno nacional intentó -según expresaron fuentes oficiales el miércoles- reafirmar “la voluntad de diálogo” y definir de manera consensuada el gasto anual en seguridad que demanda la transferencia efectiva en favor de la Ciudad.
Con el decreto que Alberto Fernández firmó el 9 de septiembre, la Ciudad vio descender sus fondos coparticipables de 3.5 a 2.38 puntos, lo cual implica que el recorte se ubicará alrededor de los $13 mil millones a fin de año, según los cálculos de la gestión porteña.
El proyecto sobre el traspaso de la policía a la Ciudad de Buenos Aires abrió un nuevo frente de batalla e incluye una quita del 0.92, con lo cual la Nación dejaría de ceder unos $65 mil millones a la Capital Federal durante el año que viene.
El miércoles, en Olivos, el Presidente Alberto Fernández, el gobernador bonaerense Axel Kicillof y el propio Rodríguez Larreta reeditaron la foto política característica de la pandemia: los tres juntos en una muestra de unidad ante la crisis sanitaria. Sin embargo, las heridas que se abrieron a partir del recorte a los fondos de la coparticipación no cicatrizan.
El porqué de la convocatoria
Previamente a la sanción de la ley, durante la sesión en Diputados, el Frente de Todos aceptó introducir algunos cambios en su proyecto para alcanzar los votos que le faltaban. La modificación principal estableció que la suma de fondos que se fijará para que Nación le transfiera a la Capital deberá ser consensuada entre el Gobierno Nacional y la Jefatura porteña en un plazo de 60 días.
En caso de no que no haya acuerdo, deberá intervenir la Comisión Federal de Impuestos, compuesta por representantes de las 24 provincias, 19 de las cuales son gobernadas por el oficialismo. “Es como que nos convoquen a un partido con una cancha ya inclinada, con un árbitro que ponen ellos y el resultado definido de antemano. ¿Eso es vocación de diálogo?”, fue la metáfora trazada por Larreta durante la conferencia de prensa del martes, luego de la sesión en la Cámara baja.
Frente a lo que sería la actuación de la Corte Suprema, en el Gobierno porteño confían en su posición y creen que la jurisprudencia sentada por los casos de Córdoba y San Luis jugarán en su favor. Sin embargo, temen que el fallo se demore y, por lo tanto, verse obligados a continuar con una gestión muy recortada en su presupuesto, sobre todo con las elecciones de 2021 y 2023 en el horizonte.