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Los empleados públicos de San Luis cerraron 2020 con los salarios por debajo de la línea de pobreza

Los trabajadores de la administración pública no llegan a cubrir la canasta básica, mientras que los beneficiarios de los planes sociales no superan el umbral de la indigencia. Un 2020 sin bono.

foto marcos verdullo
El Gobierno anuncio el 10 de marzo el aumento en seis cuotas.
Actualizada: 06/01/2021 00:13
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El 10 de marzo el Gobierno provincial anunció con bombos y platillos un aumento del 40% en los salarios de los empleados públicos, en seis tramos. En diciembre recibieron la última cuota y entraron al 2021 con los sueldos por debajo de la línea de pobreza.

El último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicado el 15 de diciembre, marcó que una familia tipo integrada por padres y dos hijos necesitó un ingreso de $51.775 por mes para no ser pobre.

En San Luis todo el universo de trabajadores estatales (unas 35 mil personas) del escalafón en general no alcanza a cubrir la canasta básica, desde la categoría más alta hasta la más baja.

El personal comprendido en la categoría A recibe un sueldo de alrededor $51 mil, sin tener en cuenta las asignaciones familiares. En las restantes, la B, C, D y E la diferencia salarial es mínima y llegan a percibir entre de $45 mil y $44 mil.

Párrafo aparte son aquellos que integran la F, unos 5 mil empleados. Por estos días reciben $31 mil y la recategorización es un punto de reclamo constante.

Respecto al Plan de Inclusión, hoy los beneficiarios cobran $15 mil, mientras que quienes reciben las Becas 22 “AG” perciben $4.800.

Pese a los aumentos, ninguno de ellos alcanza la línea de los $21.573 que se necesitan para comprar los productos de la canasta básica alimentaria y no ser considerados indigentes.

Según manifestó el gobernador Alberto Rodríguez Saá el día del anuncio, las medidas eran para “sostener el salario real y garantizar la inclusión y paz social”.

Desde el Sindicato de Empleados Públicos (SIEP) de San Luis marcaron los problemas que tienen entre las categorías y “el achatamiento absoluto” que hay entre los sueldos.

“Hay una pérdida del poder adquisitivo evidente. Los salarios son lineales desde la categoría E a la B, prácticamente es la misma mensualidad, casi no hay diferencia, no llega a haber $1 mil entre uno y otro. A veces no sabes si te conviene que te asciendan porque vas a cobrar casi lo mismo”, sostuvo el secretario general, Rubén Nemzoff en declaraciones a El Chorrillero.

Además remarcó que aquellos que están encuadrados en la F proporcionalmente se encuentran cobrando menos que quienes se encuentran en el Plan Trabajo por San Luis, debido a que se “desempeñan más horas”.

Nemzoff también señaló que reciben menos porque los beneficiarios cobran la Asignación Universal por Hijo ($3.540) que es más elevada que la asignación familiar provincial ($3.000).

Desde Terrazas del Portezuelo tampoco autorizaron el pago de un bono de fin de año pese a la petición de los gremios, tal como lo hizo en otras oportunidades. La última vez que lo entregó Rodríguez Saá fue en 2018.

El gremio propuso el pago, pero el Gobierno no lo contempló: “No tuvimos respuestas, el gobernador mandó un saludito, una palmadita en la espalda diciendo ‘que bien trabajaron’ y nada más. No hubo bono, ni recategorización, ni reconocimiento, ni nada”.

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