Ruralistas ratifican el cese de comercialización en rechazo al cierre de la exportación de maíz
El jueves hubo gestiones de la agroindustria para que el Ejecutivo desarme la prohibición para exportar el cereal. La respuesta oficial se dilata y los productores reafirmaron la protesta entre el lunes y miércoles.
Productores agropecuarios realizarán desde el primer minuto de este lunes 11 hasta el último minuto del miércoles 13 un cese comercial de granos y oleaginosas, sin cortes de ruta, para manifestar el rechazo de los productores al cierre temporal de las exportaciones de maíz, que adoptó el Gobierno el pasado 30 de diciembre.
La medida fue lanzada la semana pasada por tres de las cuatro entidades rurales nacionales, que integran la mesa de enlace, y reafirmada este fin de semana luego de contactos entre funcionarios nacionales y dirigentes de la agroindustria que acercaron una propuesta para que el Ejecutivo desarme el bloqueo al cereal, con cifras sobre la disponibilidad del producto para garantizar abastecimiento interno.
El Ejecutivo busca además que ese cereal se negocie con precios desacoplados del valor internacional, que está en máximos de los últimos 6 años y medio y que solo en el último mes experimentó un alza superior a 18%. El maíz es un insumo clave para la alimentación de ganado vacuno, tanto de carne como de leche, como en porcinos y avícolas.
Dirigentes del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) y el ministro de Agricultura, Luis Basterra, acercaron posiciones el jueves último para levantar el cepo maicero, aunque la evaluación de la medida se dilató y todo parece indicar que no habrá marcha atrás ni una reducción en los plazos de la prohibición -que rige hasta el 1° de marzo-al menos en medio del paro de ruralistas.
Los detalles operativos de ese acercamiento quedarán por definirse en el marco de mesas de trabajo permanentes. En ese sentido expresaron su compromiso de trabajar sobre los cuatro ejes centrales:
-Garantizar el abastecimiento interno.
-Mitigar efectos de cambios bruscos de precios internacionales que impactan en el consumo y promover facilidades en el acceso a la producción.
-Generar una comercialización fluida, considerando las necesidades de la demanda, el abastecimiento interno y los precios.
-Crear una mesas de trabajo permanente del maíz y trigo que permita darle mayor previsibilidad a las necesidades de cada sector involucrado.