La dramática denuncia de una joven que fue violada durante 12 años por un militar: “No soy tu papá, soy tu amante”
Esa era una de las frases que le repetía a la víctima. El integrante de la Fuerza Aérea quedó detenido en la Comisaría Primera de Río Gallegos.
La ciudad de Río Gallegos no sale de la conmoción por un aberrante caso de abuso sexual que salió a la luz en las últimas horas, tras la denuncia de víctima. La joven, que actualmente es mayor de edad, relató que fue violada durante 12 años por la pareja de su mamá, un suboficial de la Fuerza Aérea que ya fue detenido.
“Yo no soy tu papá, soy tu amante”, era una de las frases que le decía el acusado antes de atacarla sexualmente en su casa, en el auto y hasta dentro del predio de las Fuerzas Aéreas cuando cumplía sus guardias.
En diálogo con Télam, la abogada de la víctima, Jovita Vivar, expresó que la joven “no puede hablar porque está con tratamiento médico y padece secuelas graves de los abusos, violaciones, golpes y amenazas que ese sujeto le propinó durante casi toda su vida”.
Vivar dijo que “estas acciones comenzaron en la casa de la Fuerza Aérea que la familia ocupaba en cercanías del hospital y luego continuaron en un barrio de la ciudad al que se mudaron; pero lo más llamativo es que está acreditado que muchos de los ataques que padeció fueron en el predio de la fuerza donde el sujeto se desempeñaba en el área de recursos humanos cuando llevaba a la niña a sus guardias”. “En cuarenta años de justicia penal, nunca había visto un caso así”, remarcó la letrada.
Recién cuando cumplió los 23 años logró irse de su casa para empezar a alejarse de ese infierno único que conocía, y poco después descubrió que su abusador no era su padre biológico. Fue entonces cuando se animó a denunciarlo penalmente, en el año 2017.
La investigación avanzó lenta y el acusado, finalmente, fue detenido a mediados de diciembre pasado y en las últimas horas la jueza Marcela Quintana, titular del Juzgado Penal N° 1, confirmó su procesamiento y lo dejó preso por “abuso sexual gravemente ultrajante en concurso real con abuso sexual con acceso carnal reiterado, ambos agravados por el vínculo y por la situación de convivencia preexistente”. Además, le trabó un embargo por 800 mil pesos.
Para Vivar, “la niña, su madre y sus hermanos tendrán que recuperarse” de lo sucedido y, con respecto a la pena que pedirán en un futuro juicio oral, dijo que “el máximo es veinte años, pero jugarán las consecuencias para todo el grupo familiar, dado que hay un antecedente de tocamientos hacia otro miembro de su familia” que también van a presentar.