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Cuál es el país donde el coronavirus se propaga con mayor rapidez

Tiene la mayor tasa de transmisión del mundo. Los motivos.

Foto EFE
Una ambulancia espera afuera de un hospital de Dublin, en Irlanda.
Actualizada: 14/01/2021 11:01
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Irlanda enfrenta un imparable tercera ola de coronavirus y en cuestión de semanas pasó de ser uno de los países más eficaces en la lucha contra la pandemia a tener la mayor tasa de transmisión del mundo, con 1.288 casos diarios por cada millón de habitantes en la última semana.

Este pequeño país de cinco millones de habitantes sólo registró 2.397 muertes por covid-19 y en diciembre tuvo la tasa de incidencia más baja de la Unión Europea, tras haberse convertido en el primer país europeo en introducir un segundo confinamiento.

Pero con 1.288 nuevos casos confirmados por cada millón de habitantes el lunes, según los datos recopilados por la Universidad de Oxford, ahora ocupa un triste primer lugar, por delante de la República Checa y Eslovenia.

Según las estadísticas oficiales, Irlanda había registrado poco más de 93.000 casos positivos de coronavirus al 1 de enero, cifra que desde entonces superó los 155.000 (3.086 más solo el martes).

Irlanda, “tsunami de contagios” y hospitales al borde del colapso
El martes, Suiza anunció una cuarentena para los viajeros procedentes de Irlanda, mientras que el Director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan, reconocía que el país se enfrenta ahora a “uno de los mayores aumentos en el número de casos de la enfermedad” en el mundo.

Según el servicio de salud Irlandés, los hospitales están al borde del colapso. Tienen a 1.700 pacientes infectados con el virus según las cifras publicadas el martes, casi el doble de la cifra registrada durante el pico de la primera ola de primavera.

Para combatir este “tsunami” de contagios, en palabras del primer ministro Micheál Martin, el gobierno puso en marcha una tercera cuarentena después de Navidad y decretó el cierre de de escuelas, tiendas y pubs, restaurantes y hoteles.

“A menos que participe en una tarea absolutamente esencial, una persona no tiene razón para estar fuera de casa”, afirmó el jefe de gobierno la semana pasada.

Unas semanas antes, Irlanda había sido uno de los países que más relajó las restricciones para las fiestas navideñas, cuando otros como Italia decidieron cancelar las reuniones familiares. Se permitió que hasta tres hogares diferentes se reunieran para que la gente pudiera pasar una “verdadera Navidad”, en palabras de Martin.

Según indicaron medios de comunicación locales, la relajación se decidió en contra de las recomendaciones del equipo de científicos que asesora al gobierno.

Uno de los máximos responsables médicos del país, Tony Holohan, afirmó que antes de Navidad se observó un nivel de interacción social comparable al que existía antes de la pandemia, lo que favoreció la propagación del virus.

En Irlanda también se detectaron muchos casos de la variante del coronavirus descubierta en el Reino Unido, hasta 70% más contagioso según las autoridades sanitarias británicas. En la primera semana del año, la nueva variante representó el 45% de las muestras analizadas en la isla.

En un intento por detener la propagación, la República de Irlanda suspendió los vuelos procedentes de Gran Bretaña hasta el 9 de enero y ahora exige una prueba de covid-19 negativa a la llegada, medida que se extenderá a todos los países a partir del sábado.

Sin embargo, algunos medios de comunicación apuntan al papel que la frontera con la provincia británica de Irlanda del Norte puede haber desempeñado en contra de sus esfuerzos por detener la propagación de la nueva variante británica, ya que la frontera de casi 500 km permanece abierta en virtud de los términos del acuerdo de paz de 1998 para poner fin a tres décadas de sangrientos combates entre republicanos católicos y unionistas protestantes.

El primer ministro afirmó el lunes que es “muy difícil” sellar esa frontera y “demasiado simplista” culpar a una sola región de la vertiginosa propagación del virus.

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