Empleados del Complejo Molino Fénix y de la Casa de la Música denunciaron al Gobierno por precarización laboral y hostigamiento

En una nota que contiene fuertes acusaciones y graves denuncias contra el Gobierno, trabajadores del Complejo Molinos Fénix y de la Casa de la Música dejaron asentadas las irregulares condiciones laborales en las que se desempeñan, denunciaron hostigamiento y destrato a los artistas.

En esos términos se dirigieron a la diputada del Frente Justicialista de Todos, Anabela Lucero que también maneja el organismo. El texto con fecha 21 de enero que se hizo público ayer, confirma que la referente del albertismo en Villa Mercedes dirige de hecho la repartición cuyo director es Joaquín Beltrán.

A lo largo del escrito, los empleados dan cuenta de múltiples puntos de disconformidad que hacen de la vida diaria laboral. Fueron ellos mismos los que se encargaron de hacer circular la información en los medios de comunicación, y mantenerse en resguardo por “las presiones y las amenazas” que recibieron en el transcurso del día. Decidieron no exponer su identidad sienten “mucho miedo” a las represalias.

El primer punto en el que hacen hincapié es la precarización de trabajo, por ejemplo, personal que tiene siete años de prestación se “encuentra sin contratación formal, obra social, aportes jubilatorios, ni ART”.

Otros que llegaron hace más de dos años “siguen en condición de prácticas”.

“En todos los casos, no se ha contemplado la regulación del teletrabajo ni el pago de horas extras. De igual manera, la carga horaria no es correspondiente a la remuneración percibida y se encuentra totalmente desactualizada en relación con la formación, años de antigüedad, presentismo, compromiso, responsabilidades y actividades desarrolladas”, sostuvieron.

Los organismos se encuentran bajo la órbita del Gobierno provincial. Desde allí se canalizan prácticamente todas las acciones que se encara en Villa Mercedes y el departamento Pedernera.

Por otra parte, comunicaron que, en algunos casos, la remuneración que reciben “no equivale siquiera a la mitad del salario mínimo vital y móvil” que desde hace un año y medio no perciben aumentos salariales.

“Esta situación se torna sumamente perjudicial para las y los trabajadores en un contexto de gran inflación, devaluación de la moneda, crisis económica y pandemia”, agregaron.

Y quienes son contratados sufren la “supresión del horario de descanso”. Al mismo tiempo aseguran que “se está llevando adelante una acción fraudulenta hacia el Estado, ya que supone una simulación de contrato laboral”.

A todo ello le suman “maltrato, hostigamiento, desprestigio y desmerecimiento”, también invasión de la privacidad con “sobrecarga de tareas y horarios”.

Subrayaron el uso del recurso humano para “labores y favores personales/políticos, tales como asistencia a eventos, búsqueda de avales, difusión de publicaciones en las redes sociales personales de las y los trabajadores; favoritismo y acomodo”.

“Todas estas son prácticas frecuentes que se llevan adelante y/o son avaladas por las/los responsables de las instituciones”, aseveraron.

A la hora de realizar las producciones y desarrollar las actividades, sostienen que “es notoria” la escasez de recursos para la correcta realización y que el personal debe asumir los costos.

“Se les ha hecho responsable de la rotura/pérdida y consiguiente pago de herramientas de trabajo. A esto se le suma que han puesto a disposición sus propios materiales, los cuales también han sufrido roturas o pérdidas que no han sido costeadas por las/los responsables”, manifestaron.

Bajo el mismo tono advirtieron “las malas condiciones de la infraestructura” tal como “la clausura de las salidas de emergencia”.

Por último, aseguraron que existe “un constante destrato hacia los artistas y una gran falta de reconocimiento de su labor y aporte”.

“El desfinanciamiento y obstaculización de proyectos planificados y en curso, otra práctica reiterativa en el accionar de la gestión, vulnera a las y los trabajadores de la cultura como así también perjudica la labor”, puntualizaron.

Si bien anticiparon que iban a iniciar una huelga hasta que el Gobierno atienda los reclamos, los trabajadores siguieron con sus actividades.