Toque de queda con violencia en Países Bajos
Los manifestantes quemaron un centro de pruebas de coronavirus. Hubo 25 detenidos y 3.600 multas.
La policía neerlandesa impuso más de 3600 multas y arrestó a 25 personas durante la primera noche en la que se aplicó el toque de queda en Países Bajos, una jornada que finalizó este domingo con altercados entre manifestantes y agentes en la zona noroeste del país y la declaración de una situación de emergencia municipal.
Aunque un 80 % de las personas que pasaron por los controles policiales durante la pasada noche tenían formularios en regla que indicaban una razón válida para estar en la calle entre las 21 y las 4.30, la policía reconoce haber emitido “una cantidad sustancial de multas” de 95 euros en todas las unidades por violar el toque de queda en vigor.
Los disturbios tuvieron lugar principalmente en dos puntos, en el municipio de Stein, en Limburgo, y en la zona portuaria de Urk, un municipio de la provincia de Flevoland, en la zona noroeste de Países Bajos. En Urk, las tensiones empezaron después de entrar en vigor el toque de queda, con una manifestación en la que participaron decenas de personas contra esta restricción, y que lanzaron fuegos artificiales y piedras a los agentes, que destrozaron varios coches de policía.
Otros incidentes con grupo de manifestantes que protestan contra las medidas de aislamiento ante el rebrote de casos de coronavirus fue el municipio sureño de Eindhoven. La policía antimotines arrestó a varios jóvenes que ocasionaron incidentes en la zona céntrica comercial, de esta ciudad conocida por ser una referencia en Países Bajos de diseño y tecnología.
También detuvieron a 25 personas por incumplir la toque de queda o por incidentes violentos. Imágenes de video del poblado de Urk, 80 kilómetros (50 millas) al nordeste de Ámsterdam, mostraban a jóvenes allanando el puesto para hacer pruebas cerca del puerto local antes de que ardiera el sábado por la noche.
La policía y el gobierno municipal emitieron un comunicado el domingo expresando su indignación por los disturbios, que incluyeron "desde lanzar petardos y piedras a destruir autos policiales, con el incendio del punto de pruebas como incidente más grave’’.`
“Esto es inaceptable, pero también es una bofetada en el rostro, especialmente para el personal local de salud, que hace todo lo que puede en el centro de pruebas para ayudar a la gente de Urk’’, indicaron las autoridades locales, añadiendo que el toque de queda se vigilaría de forma estricta el resto de la semana.
Todo lo que quedaba el domingo de la estructura prefabricada utilizada para hacer pruebas de coronavirus era una carcasa calcinada. La policía en Ámsterdam se preparaba para otra protesta el domingo y envió agentes a una plaza donde los manifestantes chocaron con la policía hace una semana.