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Erwin Tumiri, el sobreviviente a la tragedia de Chapecoense que salvó su vida por segunda vez

El joven boliviano fue uno de los sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense y ahora también salió ileso de un accidente de micro que terminó con 20 personas muertas.

El joven boliviano fue uno de los sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense.
Actualizada: 03/03/2021 17:23
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Erwin Tumiri se recupera en la habitación 220 de la Clínica Arebalo, en la ciudad de Sacaba, en Bolivia. Tiene apenas unas heridas en el brazo y en la rodilla después de haber salvado su vida de milagro. Otra vez. El que fuera uno de los sobrevivientes de la tragedia del Chapecoense en 2016, ahora también resultó ileso después de que el micro en el que viajaba se cayó por un precipicio y terminó con la vida de 20 personas. Él, afortunadamente, vive para contarlo.

Este técnico en aviación, que durante la pandemia estuvo desempleado, volvió a vivir una experiencia traumática que le recordó la caída del avión de Lapa, en el año 2016 y que significó el hecho más dramático en la historia del fútbol.

En este caso, él era parte de los pasajeros de un micro que cayó por un precipicio en Cochabamba y que hoy enluta al país vecino.

Según le contó al diario Opinión, él casi no se percató de lo que ocurrió porque venía durmiendo. No recuerda la hora del accidente, aunque si sabe que viajaba en el asiento 39, “ventana”. Sintió la velocidad a la que avanzaba el bus y se dio cuenta que algo iba a ocurrir. “El micro estaba corriendo; como que me estuve durmiendo, me levanté y la gente ya estaba gritando”, indicó.

“Me agarré del asiento delantero (describe extendiendo las manos como para dar un abrazo). Me encajoné bien, para que no me haga mover ni aun lado ni a otro lado. Me apoyé atrás, ensanché mis hombros. Yo sabía que íbamos a chocar, porque había semejante velocidad y no agarraron los frenos, supuestamente”, recuerda.

Tumiri describe los vuelcos levantando la mano izquierda y haciendo giros hacia adelante con su dedo índice. Dice que cayó junto con el vehículo y que no se desparramó, “¡gracias a Dios!”.

En la zona del Cañadón, en el kilómetro 72 donde ocurrió el accidente, solo hay montañas y río. No hay viviendas ni iluminación.

Tumiri recuerda que estaba oscuro y que sintió miedo. “Salí gateando del micro. Me senté, vi mi rodilla y dije: ‘Otra vez; no lo puedo creer’”.

Tiene un golpe en la cabeza que lo dejó “atontado” en ese momento, pero no estuvo inconsciente.

Del accidente de la madrugada de este martes, describe que percibió que había gente en el lugar, no sabe si eran otros heridos o quienes fueron a ayudar. A él lo sacaron hasta la carretera, fue uno de los primeros; lo subieron a una camioneta y lo llevaron al hospital de Colomi, de ahí, fue trasladado hasta la clínica Arébalo, en Sacaba.

Tumiri es cristiano; expone su fe en cada momento. Dice sentirse bendecido y no olvida que su mamá siempre le recuerda encomendarse a Dios; por eso cree que está vivo.

El hombre de las dos vidas

Este martes se produjo un accidente vial en Cochabamba, Bolivia, que dejó al menos 20 muertos. Una de las personas que sobrevivió es Erwin Tumiri, el técnico de aviación que ya estuvo involucrado en otro recordado suceso en el que se salvó de milagro: la caída del avión del plantel de Chapecoense en noviembre de 2016 en Colombia.

El 28 de noviembre de ese año el equipo brasileño se trasladaba hacia Medellín para disputar la ida de la final de la Copa Sudamericana contra Atlético Nacional cuando el avión que lo transportaba se quedó sin combustible a pocos kilómetros del aeropuerto de Rionegro y se estrelló.

En el accidente murieron 71 de los 77 pasajeros por una negligencia de la compañía aérea boliviana Lamia. Únicamente sobrevivieron tres jugadores de la delegación, Alan Ruschel, Jackson Follman y Helio Neto, un periodista, Rafael Henzel, que un año y medio después murió producto de un paro cardíaco, y dos miembros de la tripulación, Ximena Suarez y Erwin Tummuri, el protagonista de esta historia.

En el suceso de este martes, en tanto, ocurrió en una vía de circulación en Cochabamba al caer un micro de pasajeros a un precipicio de una profundidad de 150 metros, informó la policía. “Se tiene que lamentar hasta el momento 20 personas fallecidas y aproximadamente 13 personas heridas”, dijo el jefe de la oficina policial de Tránsito, el coronel Helsner Torrico Valdez. De ese último grupo formó parte Tumiri.

En diálogo con el medio Los Tiempos, Lucía Tumiri, hermana de Erwin, dijo que se trató de otro milagro. “Está estable, gracias a Dios, una vez más se salvó”.

Luego expresó: “Me siento feliz por mi hermano. Tiene heridas en la rodilla y raspaduras en la espalda, tiene una cortadura en la rodilla y le van a costurar”, y concluyó: “Hablé con él y me dijo que está bien. Es con el poder del señor, siempre nos cuida y tiene sus tiempos”.

Aquel trágico 29 de noviembre de 2016

El avión que trasladaba al plantel del club Chapecoense de Brasil a Colombia para jugar la final de la Copa Sudamericana se estrelló contra el cerro Gordo en La Ceja del Tambo, un municipio colombiano situado en el oriente del departamento de Antioquia, con un saldo de 71 muertos y seis sobrevivientes.

La aeronave, un Avro 146-RJ85 de la empresa boliviana Lamia, con capacidad de 100 personas, procedente de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, se precipitó a tierra cerca de las 21.30 hora local (23.30 de la Argentina), informo la Policía Nacional y reportó la agencia DPA.

Los futbolistas sobrevivientes fueron Danilo Padilha, Jackson Follman, ambos arqueros y que viajaban en asientos contiguos, el defensor Alan Ruschell, la azafata Ximena Suárez y el periodista Rafael Hensel y el técnico en aviación Erwin Tumiri, consignó el diario El Colombiano de Medellín.

La aeronave se comunicó por última vez minutos después de las 21 local con la torre de control del aeropuerto José María Córdova de Rionegro, que sirve a Medellín, para reportar problemas eléctricos y segundos después desapareció de los radares.

Brigadas de socorro encontraron el avión partido en tres partes en el cerro Gordo, en jurisdicción de La Unión, un municipio del departamento de Antioquia situado a 200 kilómetros al noroeste de Bogotá y a 38 de Medellín.

El general de la policía de Antioquia, José Acevedo dijo que los cadáveres iban a ser retirados del cerro cuando haya luz natural y mejoren las condiciones climáticas, ya que en ese sitio, muy boscoso y de complicada llegada, en donde además llovía por esos días.

Los futbolistas del equipo brasileño que viajaban en el avión siniestrado eran Giménez, Bruno Rangel, Marcelo, Lucas Gomes, Sergio Manoel, Filipe Machado, Matheus Biteco, Cleber Santana (capitán), William Thiego, Tiaguinho, Neto, Josimar, Dener, Gil, Ananías, Kempes, Arthur Maia, Matheus Caramelo y Ailton Canela y ellos se le suma el entrenador Caio Junior y su cuerpo técnico.

Integraban también el plantel de Chapecoense el delantero argentino Alejandro Martinuccio (ex Nueva Chicago, Peñarol de Uruguay, Villarreal de España y varios equipo brasileños), quien no viajó al estar reponiéndose de una lesión, y tampoco formaron parte de la delegación Rafael Lima, Neném, Demerson, Marcelo Boeck, Andrei, Hyoran, Moisés e Nivaldo.

Chapecoense había eliminado a San Lorenzo, tras igualar 1-1 en el resultado global y clasificarse a la instancia final por el gol marcado en el primer juego disputado en el Nuevo Gasómetro. Asimismo, también había dejado en el camino a Independiente en los octavos, en aquella ocasión lo hizo a través de la serie de penales.

Al ser notificada de lo ocurrido la Conmebol procedió inmediatamente a suspender el encuentro que debía jugarse mientras que Atlético Nacional envió inmediatas muestras de solidaridad hacia las autoridades de Chapecoense.

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