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HOSPITAL SAN LUIS

No quisieron operarlo porque "las prótesis eran de dudosa procedencia”

La historia de Mario Torres es una de las tantas que transita el sistema de salud. El caso puso en la mira el interés que ponen algunos profesionales en las ortopedias a la hora de indicar a los pacientes dónde adquirir las prótesis.

Mario Torres.
Actualizada: 07/03/2021 13:47
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Jugando al fútbol Mario Torres sufrió la rotura del tendón de aquiles y como no tiene obra social llegó al Hospital San Luis. Lo atendieron en el servicio de traumatología y allí le advirtieron que debían operarlo. Desde ese momento comenzaron idas y vueltas.

El itinerario que vivió, ahora pasó a ser una anécdota porque en la mañana de este jueves lo intervinieron en una clínica. Sus amigos hicieron una rifa para juntar el dinero que necesitaba.

Antes y con el único deseo de que lo operaran, Torres le escribió una carta al director del Hospital, José Núñez para transmitirle que estaba “devastado e indignado” por las respuestas de los médicos que se negaron a operarlo con las prótesis que ellos mismos le habían pedido.

Al funcionario le solicitó que interviniera para llegar a una solución, que los “curaran”.

Torres piensa que lo que vino después, no le tiene que pasar a nadie más. Y por eso hizo pública su penosa experiencia.

“Es una injusticia, le están quitando a la gente que más necesita, que son los que se atienden en el Hospital”, reflexionó Juan Alcaraz, uno de los allegados de Torres. A El Chorrillero le confirmó que su amigo se recuperaba en el Sanatorio Rivadavia.

El resumen de la historia

Cuando un profesional del Hospital San Luis atendió a Torres le dijo que iba a necesitar dos hilos especiales y dos arpones, y le dio una lista de ortopedias para adquirir los elementos.

En uno de los comercios le presupuestaron $27 mil, y le advirtieron que si pretendía hacer el trámite a través de PROFE, le iba a tardar al menos tres meses.

No podía esperar tanto, y entonces sus compañeros del fútbol comenzó a juntar el dinero. Se pusieron a vender números y así fueron recaudando.

Pero luego le llegó la primera sorpresa; en realidad necesitaba dos de las cuatro prótesis que le habían pedido. Nunca le dijeron por qué le requirieron dos hilos y dos arpones cuando solo debían operarle un pie. Igual, gracias a las gestiones de algunos conocidos logró conseguir las dos cosas a $10 mil.

La segunda sorpresa se la dio el médico: aun con las prótesis en la mano, selladas en las cajas y listas para ser usadas no iban a operarlo.
“Nadie de las ortopedias se había comunicado con él para decirle que le mandaba las cosas”, fue el motivo del especialista, y lo repitió “cuatro veces”.

Con el ánimo por el piso y sin saber qué más hacer, encontró a un traumatólogo que le aseguró que sí lo operaría. Lo citó al Hospital este lunes 1° de marzo y la reunión fue la menos esperada. El médico que se había negado anteriormente y el último con el que habló le volvieron a explicar por qué no iban a operarlo: más allá de que las prótesis estaban en cajas y habían sido supervisadas por personal de salud, para ellos eran de “dudosa procedencia”.

“Me dijeron que pondría en riesgo mi vida si usaban esas cosas”, contó Torres.

“Le dije que estábamos haciendo rifas para pagar esto, entonces me dijeron que en ese caso me consiguiera otro hilo de 0,3 y ellos ponían uno de 0,5”. Esa fue la primera parte de la propuesta que recibió.

“Y en vez de operarme el arpón (que tiene un mes de recuperación) me operarían suturando el tendón, que lleva tres meses de recuperación”, fue lo último de la charla.

“Con lo que viví me pregunto si los traumatólogos se lo hacen a todos los pacientes (demostrar un interés comercial con las ortopedias) o son solo estos médicos”, expuso Torres en la carta que le dejó a Núñez.

“Como paciente que necesita de la salud pública me siento desamparado”, también se sinceró.

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