Después de las pintadas en el Sanatorio Rivadavia: “No respetaron a quienes piensan diferente”

Este lunes 8 de marzo hubo movilizaciones y diferentes actividades en todo el país. El reclamo para que la justicia actúe y se detengan los femicidios también resonó en San Luis.

La marcha reunió a más de 100 mujeres. Transitaron hasta el centro de la ciudad con cánticos y carteles, y pidieron por un “Estado y Justicia más presente”.

En medio de este contexto, el Sanatorio Rivadavia fue atacado con “bombitas de pintura” y grafittis. Un grupo cuestionó a la institución que a principios de febrero se expresó como “objetor de conciencia”. Así, amparados bajo una ley comunicaron que la entidad no practicará la interrupción voluntaria del embarazo, y que los casos serán derivados al sistema público de salud.

“Somos malas y podemos ser peores”, y “Acá hacen abortos ilegales”, fueron dos de las frases que quedaron escritas sobre la fachada de la institución privada.

El ginecólogo Martín Olivera, que integra el equipo de profesionales del Sanatorio Rivadavia, se refirió a los incidentes este martes.

“Una de las palabras que resume esto, es indignación. Ver como médico, como ciudadanos y como padre de familia a un grupo de mujeres que se encargaron de destrozar una propiedad privada y que no respetan a quienes piensan diferentes”.

“Hacer pintadas tanto en el sanatorio como en las iglesias o la policía me da pena”, continuó.

En el mismo contexto de la protesta, seis agentes de las Patrullas de Aproximación Comunitaria o Bicipolicías fueron agredidas.

A Olivera le llamó la atención que “ningún representante político se solidarizó con las agentes que terminaron dañadas”.

“Por lo menos decir que no está bien, que no es lo que queremos para la sociedad”, agregó.

Opinó que la comunidad “debe comprender” que quienes cometieron estos hechos delictivos “son solo una pequeña facción que no involucra a todas las mujeres”.

“Los daños causados están solventados con nuestros impuestos. Es necesario educar desde otra perspectiva para que vayamos hacia otro lugar; porque por donde se encaminan es preocupante”, planteó.

En febrero el Sanatorio Rivadavia emitió un comunicado en relación a la posición que tomó ante la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que se promulgó el 14 de enero.

La entidad decidió ampararse en el artículo Nº10 de la  Ley N°27.610 de Regulación del Acceso a la Interrupción Voluntaria de Embarazo y a la Atención Postaborto, la cual describe que “el o la profesional de salud que deba intervenir de manera directa en la interrupción del embarazo tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia”.

“Los médicos que no queremos ir en contra de la vida estamos amparados por la Ley. Justamente estas personas que causaron los daños dicen respetar, pero como se pudo observar este lunes no respetan y son capaces de destruir a quienes piensan diferente”, añadió Olivera.

“Esta gente que destruye la propiedad privada, no respeta los bienes ajenos y a la opinión ajena”, planteó además.

“Están muy bien fotografiadas, en los diarios digitales se puede ver muchos detalles. Estimo que el fiscal va actuar como corresponde para que esto esté enmarcado en la Ley”, expuso en relación a la Justicia que ahora deberá accionar al respecto.

Tuvo en cuenta el respeto que los profesionales tienen hacia las instituciones: “No avalamos la violencia, y también queremos hacer valer nuestros principios y derechos como ciudadano”.