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A un año de la cuarentena, cómo vivió la crisis el sector privado en San Luis

Referentes de distintos rubros hicieron un repaso de lo que significó atravesar un año de pandemia. “Caótico” y “devastador”, fue la conclusión de varios sobre el tiempo que transitaron. Cierre de negocios, pérdidas de empleo y falta de empatía oficial arrojó el balance.

Foto Marcos Verdullo
Comerciantes de distintos rubros en caravana por el centro de San Luis.
Actualizada: 21/03/2021 00:10
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El 20 de marzo de 2020 el presidente Alberto Fernández anunciaba el aislamiento social, preventivo y obligatorio que regiría por la pandemia. Inicialmente las restricciones se extenderían por 14 días, pero no fue así y la vida cotidiana cambió para siempre.

El Chorrillero dialogó con referentes de distintos sectores de la vida provincial para conocer lo que generó y dejó un año en que se vieron impedidos de trabajar, y se convirtió en el peor de la historia.

Varios coincidieron en la dificultad del momento, el auxilio oficial insuficiente y la falta de solidaridad y comprensión para volver a reanudar sus actividades tras un prolongado parate.

Si bien la crisis fue global, en San Luis particularmente tuvo un fuerte impacto. El Gobierno de Alberto Rodríguez Saá estuvo prácticamente ausente y se excusó de salir en auxilio con medidas activas.

Comerciantes de múltiples rubros marcharon hasta Terrazas del Portezuelo pedir poder volver a trabajar. (Foto Marcos Verdullo)

Turismo, hotelería y gastronomía 

Uno de los rubros que se vio afectado fue el turismo y en este sentido habló la presidenta de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de la Villa de Merlo, Silvina Ripke.

Rememoró la incertidumbre que vivieron y consideró que la pandemia fue “muy forzada”, lo cual derivo en “un primer desequilibrio económico”.

“Si bien la actual temporada superó las expectativas no fue lo mismo que en 2020. Estamos tratando de pagar toda la deuda contraída el año pasado”, señaló.

Ripke tuvo en cuenta que en el contexto de crisis no hubo una presencia activa del Estado.

“En una primera medida se prolongaron los vencimientos impositivos que teníamos. Pero las deudas las seguimos teniendo, los intereses se continuaron generando y no tenemos condonación por lo no trabajado”, añadió.

Además dijo que si bien la gastronomía pudo trabajar “no compensó las deudas”, aunque empezaron a pagarlas.

Hubo establecimientos que bajaron las persianas de forma permanente y como consecuencia del cierre “esa masa de asalariados quedó en la calle”.

Ripke señaló que “recién se pudo recuperar casi el 50% de lo que fue el 2020 en febrero”. “Estamos hablando que la reactivación, si bien superó las expectativas no alcanza para todo el año”, resaltó.

En consonancia se pronunció la responsable de la Asociación Empresaria Gastronómica Hotelera y Afines en San Luis, Mirta Pano: “Nuestro sector fue uno de los más golpeados en la parte hotelería porque recién empezaron algunos a poder trabajar en enero”.

Manifestó que en la ciudad algunos hospedajes decidieron el cierre definitivo, mientras que los propietarios de cabañas optaron por alquilar de forma permanente.

“En el rubro gastronómico fue un poquito más, leve pero igualmente muy complejo y difícil. También hay restoranes y cafeterías que cerraron. Otros tuvieron que achicar el personal. Sobrevivimos como se pudo”, contó.

También reconoció que los ingresos durante la temporada han servido para “ir pagando los compromisos y deudas que uno adquirió el año pasado”. “Ganancias nada”, advirtió.

Respecto a la asistencia de los estados, indicó que algunos pudieron obtener los ATP y desde Potrero de los Funes les otorgaron el beneficio de la habilitación del segundo y tercer cuatrimestre del 2021 no pagarlo para los que lo habían hecho por adelantado.

“A través de la asociación hemos hecho distintas notas a Edesal, a empresas de televisión por cable para que tengan consideración con el gasto. Lamentablemente no hemos obtenido consideraciones”, agregó.

Por su lado, el secretario Genera de la Unión de Trabajadores de Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina en San Luis, Claudio Álvarez consideró que el año “fue tremendo”.

“Mucha pérdida de puestos de trabajo, empresas que cerraron. Los últimos meses cobramos una pequeña recuperación, pero creo que esto va a llevar mucho tiempo acomodarse”, argumentó.

En relación a los ATP que dispuso la Nación afirmó que no llegó a todo el personal del sector.

“Con eso solo no alcanzó. Cerraron muchos establecimientos y todos bajaron la cantidad de trabajadores, se achicaron. Es una pérdida del 40% de los empleos que tenía la provincia. Es un numero enorme”, referenció.

 

(Foto Marcos Verdullo)

Bares y boliches

Luego de unos meses, los primeros pudieron reactivar sus funciones, mientras que los segundos aun permanecen sin poder abrir.

“La situación es caótica, estamos parados. Es casi imposible seguir. Los que van a quedar serán muy pocos”, expresó con preocupación el presidente de la cámara que nuclea al sector, Diego Astudillo.

Hasta el momento son cinco los locales que decidieron finalizar sus actividades. “Con un promedio de 25 personas que trabajaba en cada uno, estamos hablando de 125 que han quedado sin empleo”, precisó.

Puntualizó en que pese a no poder trabajar han tenido que hacer frente a los impuestos y cargas sociales con normalidad.

“A los ATP muy pocos accedieron porque pedían que se estuviera al día en todo y ya veníamos con una pandemia de tres meses. Era muy difícil estarlo. Solo lo obtuvieron un 10% del total”, transmitió.

Astudillo expuso que algunos boliches se transformaron en bares, pero que “es muy difícil la conversión porque los locales no están hechos para eso”.

“No se encuentra lógica sobre qué hacemos cerrados nosotros cuando está lleno de marchas, fiestas clandestinas y juntadas de todo tipo. Hemos presentado no menos de tres protocolos para abrir”, manifestó.

En la misma línea opinó que les hubiera gustado tener “un poco más de apoyo” de los gobiernos en un escenario difícil para muchos empresarios.

Comerciantes de múltiples rubros marcharon hasta Terrazas del Portezuelo pedir poder volver a trabajar. (Foto Marcos Verdullo)

Empresas de viajes 

Este fue otro de los sectores que se vio seriamente afectado durante la pandemia por Covid-19 debido a los cierres entre las provincias y la prohibición del turismo. Hubo movilizaciones en San Luis para pedir respuestas de las autoridades provinciales.

Daiana Jofré, propietaria de Daimar Tour, estimó que la actividad cayó en un 80%.

Asimismo, contó que cerraron varias empresas y otras se las ingeniaron para poder subsistir. Por ejemplo, se llevaron las oficinas a sus viviendas o implementaron otros servicios como las encomiendas.

“Somos un sector sumamente golpeado, seguimos siéndolo y sufriendo las consecuencias. Tenemos la presión tributaria intacta, como si nunca hubiéramos dejado de trabajar. La Municipalidad nunca nos dejó de cobrar nada, no hubo excepción de impuestos en nada. Y nosotros que particularmente tenemos transporte de pasajeros, ni siquiera nos postergaron vencimientos de las patentes. No hubo ayuda de ningún tipo”, evaluó.

Jofré dijo que no tienen muchas expectativas de cara al futuro debido a que carecen de apoyo de los estados.

“Tuvimos cero contención de los gobiernos. Se presentaron notas e hicieron marchas. Después ya nada porque demostraron la falta total de interés por parte del sector. Si bien la secretaria de Turismo publicaba que se hacían obras e inversiones, no se hizo en el mantenimiento del personal de todo lo que significa el sector del turismo”, expresó.

De la misma manera, consideró que hubiera sido oportuno que las autoridades les brindaran asistencia exceptuándoos de pago de servicios.

“Era todo lo que pedíamos. O hacer postergación de impuestos. Una vez pregunté por esto a la Municipalidad y me dijeron que eran sagrados. Estamos con renovaciones y tuvimos que pagar algo de $35 mil para arrancar con la habilitación”, insistió.

Canchas de fútbol 

El pedido para practicar el deporte fue otro de los reclamos durante el aislamiento y el distanciamiento en la provincia. Por lo mismo, también hubo movilizaciones.

“Nos afectó duramente ya que pasamos 10 meses cerrados. No tuvimos apoyo alguno. No tuvimos ni ayuda económica, ni en lo impositivo o servicios de electricidad. La única situación que se nos generó fue un plan de pagos para las deudas con Edesal, pero nos cobraban intereses. Era exactamente lo mismo que nada”, sintetizó el dueño de un complejo, Lucas Soria.

El emprendedor comentó que esperaban una respuesta como si hubo en otras provincias (Mendoza, Corrientes y Córdoba) donde les dieron una ayuda de $100 mil.

“Hubiéramos esperado que no nos mantuvieran cerrados como si fuéramos el virus en persona. Acá siempre que se consultó el por qué y decían que el fútbol mueve multitudes. Después nos dijeron que si habilitaban tenían que hacer lo mismo con todos los deportes”, recordó.

Soria tuvo en cuenta que pudo atravesar la crisis sanitaria. Sin embargo, algunos colegas “salieron a vender sus autos o terrenos, para afrontar los gastos”.

Por otro lado, explicó que no creen en la posibilidad de recuperar lo perdido y están trabajando para no generar nuevas deudas y pagar las que ya habían contraído.

“Fue un año que nos partió. No podemos hablar de ganancias”, subrayó.

Asimismo, reconoció incertidumbre por no saber lo que pasará: “Somos los últimos en enterarnos de la verdad y los primeros castigados”.

Peloteros 

Un año atrás en San Luis habían 16 peloteros, mientras que hoy solo lograron sobrevivir cuatro.

“La pandemia nos arruinó por completo. Veníamos trabajando bien, con un ritmo lindo. Tuvimos que frenar el negocio a cero. Casi un año parado. Y ahora retomando con muchas limitaciones y miedos sobre todo contra el Gobierno que si bien nos deja trabajar, estamos muy limitados”, sostuvo el propietario de Jopo Verde, Mario Sosa.

Fundamentó a disconformidad en que antes podían realizar hasta 10 cumpleaños por día, pero hoy el protocolo establece un máximo de dos.

Sosa apuntó a la falta de contención y acción de los funcionarios provinciales que los han dejado “desamparados”: “El Gobierno ha mirado para otro lado y dejado montón de rubros desabastecidos”.

De igual manera, habló sobre la Municipalidad de San Luis porque pretenden “cobrar todo” como si hubieran “seguido trabajando normalmente”.

“No te perdonan una. Apenas abrimos cayeron a pedir todo. Dan vergüenza. Tengo mucha bronca. Me cobran $3 mil de impuestos nada más que por agua cuando tuvimos el negocio cerrado. Y tenemos que pagarlo si o si o no dan la habilitación”, aseveró.

El comerciante expresó que intentó “aguantar” y mantener el negocio, pero hoy no tiene muchas expectativas de poder continuar.  “Si esto no mejora tendré que dejar el rubro. Te da miedo hasta invertir en cartelería o publicidad. Los números son altos y da temor seguir invirtiendo en algo que no sabes si vas a recuperar. No tengo ni las ganas”, argumentó.

“En vez de ayudarnos y darnos una mano, quieren que nos fundamos. Es la sensación que dejan las autoridades. Teníamos ahorros. Tuve que liquidar todo. El capital que tenía me lo gasté. Tuve que vender el coche para poder pasar todo esto. Y cuando creíamos que más o menos estaba acomodándose. No sabemos qué va a pasar”, continuó.

En este sentido, señaló que le hubiera gustado a menos dialogar con los funcionarios para ver cómo salir de la crítica situación.

Comercios 

“Se ha vivido como el peor año de la historia en la actividad comercial en cuanto a las estadísticas negativas”, resumió el presidente de la Cámara de Comercio en San Luis, Jorge Moyano.

El dirigente evaluó que el mayor impacto se observó fundamentalmente en “los pequeños emprendimientos, en los unipersonales, familiares que habían comenzado o tenían una trayectoria en el tiempo muy escasa y no pudieron generar ni siquiera la espalda suficiente”.

“Para poder salir adelante hubo que resolver la situación de la crisis que teníamos con los comercios cerrados. El impacto fue muy fuerte. La tarea de la cámara fue esencial en favorecer el dialogo y buscar los caminos para ir resolviendo”, aseguró.

Por otro lado, tuvo en cuenta la asistencia nacional a las pequeñas y medianas empresas.

“En el ámbito municipal hemos tenido diálogos permanentes. Lo único que se generó fue además a través de la Provincia algunas cuestiones referidas a la postergación de impuestos y una asistencia de carácter energético a través de la factura”, apuntó.

Informe Antonella Camargo

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