Sin rastros de Alejandro. “Nos dijeron que confiáramos en la Justicia, y acá seguimos sin saber de mi hermano”
Desespera a la familia que ninguna pista conduzca al paradero del productor rural de Cortaderas. Este Jueves Santo hubo excavaciones en terrenos de la localidad, más rastrillajes y los resultados siguen siendo negativos. Se confirmó que la semana que viene se hará la reconstrucción del hecho: el momento en el que dos testigos vieron cómo habrían secuestrado a “Bebo”. Se cumplen seis días de la desaparición.
Ivana, Cristian, Gabriela y Fernando tienen que vivir cada segundo sabiendo que están buscando a su hermano enterrado por los campos o adentro de los espejos de agua. Quieren aferrarse a la idea que a “Bebo” se lo llevaron a otra provincia. Insisten con el llamado a las autoridades provinciales.
Alejandro Ochoa nació el 3 de mayo de 1985. Y los 35 años que tiene los pasó en Cortaderas. No tiene hijos y tampoco está en pareja. Vive en la zona rural del pueblo, en unas tierras que le pertenecen a sus padres y sus tíos. Su casa es humilde, y allí cría animales. También hace arrope, y para cocinar junta leña.
El último sábado fue protagonista de los que muchos señalan “una escena de película”. Dos sujetos armados y encapuchados se lo llevaron, según el relato de dos amigos que vieron todo, y que hoy son los “testigos esenciales” de la causa preventivamente caratulada como “averiguación privación ilegítima de la libertad”.
El Chorrillero culminó este jueves 36 horas de cobertura y constantes transmisiones en vivo desde la localidad. Así vivió de cerca los ánimos en días de fuertes movilizaciones y reclamos. También del impacto que tuvo la noticia, y la presión que terminó obligando al Gobierno para llenar de policías el pueblo, solo en dos días.
¿Por qué se lo llevaron? y ¿Dónde está”? Nadie lo puede responder. Los vecinos no se animan a realizar hipótesis, pero siguen cada día expectante. Lo que es generalizado es el deseo de “que aparezca vivo”, y se chocan en la coincidencia de que “nadie desaparece de un día para el otro”, mucho menos de ese modo.
“Vemos que están trabajando, pero noticias de mi hermano no hay nada, es todo negativo”, destacó Ivana unas pocas horas antes de que comenzara el Viernes Santo.
También explicó por qué no volvieron a cortar la ruta y se mantuvieron en silencio: “Nos dijeron que confiáramos en la Justicia porque lo están buscando, pero acá estamos sin saber de él. Solo por hoy estamos acá tranquilos. Pero necesitamos respuestas, que nos digan algo”.
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Durante la mañana hubo excavaciones en un camino aledaño al campo de Alejandro. En esa zona uno de los perros especializados de la División Canes se detuvo en un sector donde la tierra estaba removida. Estuvieron hasta los bomberos, pero finalmente no hallaron nada.
La Policía está en plena instrucción de sumario, y se mantiene en la postura de no brindar detalles, ni a la familia ni a la prensa. Tampoco ha realizado declaraciones el ministro de Seguridad, Luciano Anastasi. En muchas ocasiones se lo vio preocupado por la seguridad de los pueblos de la Costa, por ejemplo cuando le pidió a un intendente que saliera a cortar los yuyos para contrarrestar el delito. En este caso viene manteniendo el silencio.
Después de la prueba de luminol concretada el miércoles a última hora en la propiedad (para detectar rastros de sangre) los hermanos se reunieron con los abogados defensores y se puso un paño frío al nerviosismo, en una de las jornadas que más manifestantes reunió.
“Tomando en cuenta lo que decía la Policía y los abogados no hicimos ninguna manifestación, no cortamos la ruta y estamos acá pacíficamente. Pero si vemos que no se hace presente el gobernador, el ministro de seguridad o la jueza vamos a tomar medidas más estrictas”, dijo Fabio para describir que no renunciaron al reclamo para que “no dejen de buscar a Ale”. Y que los operativos “se intensifiquen” en el caso de ser necesario.
La familia se reunió esta noche en la plaza y dirigió un mensaje a Alberto Rodríguez Saá: “Estamos esperando sus respuestas”. Y es que recientemente le hicieron llegar al mandatario, por intermedio del intendente Mario Canalli, una carta. “Le pedimos que no se abandone la búsqueda, que él se haga presente. Aunque sea una llamada, o un video, creo que no le cuesta nada demostrar que le interesa el pueblo. No porque seamos muy humildes no se comunique con los familiares”, apuntaron.
La jueza Patricio Besso confirmó que se realizará la reconstrucción del hecho, en los primeros días de la semana que viene, y que participarán los dos testigos clave. También pidió que realice un perfil psicológico del desaparecido, a partir de las entrevistas con sus allegados.
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“Otro días más, salir de mi casa y no tener noticias de mi hermano. Queremos colaborar, me puse otra vez a disposición para sumarme a la búsqueda, me quiero mover porque ya no sé qué más hacer. Estamos desesperados, seguimos sin saber nada”. Relataba Fernando, casi en el amanecer del jueves en la puerta de la Subcomisaría N°22.
“Voy a mi casa pero no puedo dormir, porque veo la imagen de mi hermano. Ya no puedo más”, alcanzó a decir antes de quebrarse en llanto. Como él están los otros tres hermanos.
Pero él es el mayor, y siente la obligación de mantenerse firme y fuerte. “La Policía dice que está trabajando a full, que ya se buscó por todos lados, sin resultados. Si todo esto ya se hizo, creo que habría que comenzar a buscar en otro lado. Para mí ya no está acá, sino en un lugar más lejos”, consideró cuando ya se había cumplido el quinto día de la desaparición.
Por otra parte, tuvieron en cuenta el fin de semana largo y el gran movimiento de turistas que hay en la zona. Para repartir folletos y lograr que “todos se enteren” que en San Luis hay un desaparecido en Semana Santa, cortarán una de las calzadas de la Ruta N°1, en varios sectores. Uno de ellos podría ser el Dique Piscu Yaco.