Denuncian que la Policía detuvo a un joven durante un día; la madre se enteró cuando fue a radicar el paradero
La hermana relató las horas que debió pasar el chico en la Comisaría 2º. Puntualizó que los efectivos “se burlaron, no le permitieron ir al baño y no le proporcionaron los alimentos que llevó su familia”.
En medio de la indignación, Camila Cobarruvia contó a través de las redes sociales, lo que sucedió con su hermano Tadeo, de 18 años. Ocurrió este lunes por la tarde cuando él estaba con un amigo esperando a otro para ir a entrenar al Parque de las Naciones calistenia.
Aseguró que eran alrededor de las 17. Los adolescentes estaban sentados en el ingreso a un supermercado, ubicado en la intersección de las avenidas Centenario y Riobamba, cuando cuatro móviles de la Policía llegaron y “se los llevaron detenidos”.
La preocupación llegó con el correr de las horas porque el muchacho no volvía a su casa y tampoco atendía los llamados de su madre. Al contactar al amigo con el que iban a encontrarse, le manifestó que cuando llegó no estaban.
Fue entonces que la mujer llamó al 911 y le solicitaron que acudiera a la comisaría más cercana para hacer la solicitud de paradero.
Eran alrededor de las 23:30 cuándo fue hasta la seccional 2º en la capital puntana y al decir los datos de su hijo un efectivo le mencionó que se estaba demorado en la misma dependencia.
Cobarruvia relató a El Chorrillero que según la Policía, hasta el momento no estaba el acta de procedimiento, y por eso no podían informarle el motivo por el cual había sido aprehendido.
Tampoco pudieron hablar con Tadeo ni verlo, solo escucharon gritos donde decía que “no había hecho nada”.
“Mi hermano siempre cumple las normas de la casa, es un chico de bien, bueno”, transmitió.
Recién pasada la 1 de la madrugada le comunicaron que estaba demorado por un hurto en el supermercado. “El seguridad había visto una situación rara, porque quisieron abrir la puerta de un auto y las cámaras de seguridad lo captaron”, mencionó Cobarruvia.
Después de eso, ella y su madre fueron a buscar una colcha, agua y galletas para que el joven pasara la noche en la comisaría, y se fueron a dormir.
A primera hora del miércoles fueron hasta el supermercado para hablar con el personal de seguridad. Les explicaron que el dueño del auto al que habrían intentado abrir no quiso realizar la denuncia.
Cobarruvia descartó que su hermano haya intervenido en el hecho y que fue demorado sin pruebas.
“No había nada real. Era mentira. No podíamos anclar una sola línea de la historia de la Policía. Mientras más indagábamos era peor”, cuestionó.
Esta mañana ya habían contratado a un abogado. Desde la seccional les dijeron que no se trataba de un hurto sino que fue detenido por averiguación de antecedentes.
Finalmente, a las 16:30 Tadeo recuperó la libertad y fue cuando pudo relatarle a su familia las horas de angustia que vivió.
“Todo lo que le habíamos llevado (colchas y alimentos) se lo dieron esta mañana”, puntualizó la joven.
Añadió que tampoco le permitieron ir al baño y tuvo que compartir una pequeña celda con otra persona.
“Esta mañana le dieron una botella para que hiciera sus necesidades. Los efectivos se burlaban de él. No le dejaron hacer ninguna llamada. El trato no fue bueno. El colchón estaba sucio con orina”, enumeró.
Por otro lado, contó que el amigo de Tadeo que se encontraba con él, de 17 años, fue liberado con anterioridad pero antes “lo llevaron por diferentes lados durante dos horas, Potrero de los Funes, Juana Koslay y La Punta”.
“Le decían que dijera la verdad porque lo iban a `cagar a palos´”, refirió.
Cobarruvia anticipó que ambas familias harán presentaciones judiciales por los abusos que sufrieron los adolescentes.