San Luis: condenaron a un hombre a 30 años de prisión por abusar de dos hijos y dos hijastros
La Cámara Penal Nº 1 emitió hoy el veredicto.
La Cámara Penal Nº condenó a un hombre a 30 años de prisión por encontrarlo culpable de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la relación de convivencia preexistente con un menor de edad” (dos hechos) y “abuso sexual gravemente ultrajante agravado por el vínculo” (dos hechos) todos en concurso real, en perjuicio de sus hijos biológicos y los de su ex pareja.
Como dos de las víctimas eran menores de edad, actuó también la Defensora de Niñez, Adolescencia e Incapaces, Eugenia Schmid. La denunciante de los hechos fue la ex pareja del imputado, que fue representada como particular damnificada por el abogado Héctor Zavala, mientras que la defensa del acusado estuvo a cargo de Esteban Sala, defensor de Cámara.
El veredicto se conoció pasadas las 15:30 horas. El tribunal estuvo integrado por Silvia Inés Aizpeolea y los vocales José Luis Flores y Jorge Sabaini Zapata. Como fiscal de Cámara intervino, Maximiliano Bazla Cassina, quién en su alegato había solicitado 30 años de prisión para el acusado.
La jornada comenzó a las 10 horas, en la Sala de Debate Oral Nº 1. Estuvieron presentes todas las partes menos el imputado, quién siguió el desarrollo del juicio vía video conferencia desde el Servicio Penitenciario, lugar en el que está alojado desde el 18 de junio de 2018.
La licenciada en Psicología, Marcela Monte Riso, fue la última testigo en la causa. La profesional contó algunos detalles de las entrevistas psicológicas que mantuvo con una de las víctimas, su madre y el ahora condenado. Finalizado su relato, el tribunal clausuró la etapa de prueba y dio paso a la recepción de los alegatos, informó la oficina de prensa judicial.
El primero en hacer uso de la palabra fue Héctor Zavala. El abogado expresó que a través de los testimonios de las víctimas, las pericias médicas y psicológicas de los profesionales intervinientes, quedaron probados a lo largo del debate oral, los delitos imputados.
Asimismo, agregó que por los testimonios recolectados, quedó evidenciada la conducta de extrema violencia física y psicológica del imputado con su esposa e hijos, y citó a la licenciada Monte Riso quién dijo que “existía una situación de sometimiento y sumisión”.
Para finalizar, Zavala sostuvo que sólo una condena ejemplar ayudaría a las víctimas a cerrar una etapa. “La posibilidad de reparar el daño está en relación a esperar una sanción que no es más ni menos que la que merece el acusado”, concluyó.
El fiscal de Cámara, por su parte, solicitó 30 años de prisión para el acusado. “Estamos ante una causa aberrante. Dos de las víctimas eran hijos y las otras dos convivientes; los cuatro hechos tenían como denominadores comunes el miedo y la violencia. Además el imputado le pegaba a su pareja, y cada una de las víctimas sufrió los abusos en más de una ocasión, o sea, eran reiterados”, expresó Bazla Cassina.
Luego hizo uso de la palabra la defensora de Niñez y Adolescencia, María Eugenia Schmid. La funcionaria adhirió a la calificación legal impuesta por el Fiscal por considerarla “correcta y adecuada” y a la valoración de la certeza de la prueba producida.
Dijo que se observó durante el debate que a nivel familiar se vivía una situación de violencia, de maltrato y de mucho miedo y que esta situación generó un entorno propicio “para que se produjeran estos abusos y no se pudiera tomar nota antes, tampoco hubo muchos indicios que le permitieran a la mamá resolver con anterioridad la situación”.
Para finalizar, Schmid manifestó: “entiendo que los hechos de abuso sexual han sucedido, que el delito se ha cometido de modo reiterado, que tenemos una conjunción de circunstancias, una madre débil, sometida a violencia, temerosa e incapaz de proteger debidamente a sus hijos, que hasta tenía miedo de salir a colgar la ropa en el patio de su casa, imagínense que mucho menos podía proteger a sus hijos, y el imputado con una personalidad violenta, abusiva y perversa, que hicieron que se pudieran conjugar estos abusos prolongados en el tiempo”.
La ronda de alegatos la cerró Sala, quién solicitó la absolución del acusado por el beneficio de la duda. En su alocución afirmó que la acción penal respecto a una de las víctimas se encontraba prescripta. También dijo que no se constataron lesiones sexuales en las víctimas ni se acreditó el acceso carnal.
“En Cámara Gesell una de las víctimas no termina de expresar fehacientemente si hubo o no abuso, es confuso, y el otro relato fue pobre y repetitivo, sin detalles colaterales y de una rigidez notable”, dijo el defensor.
Y agregó en otro pasaje de su discurso: “La pena solicitada es desproporcionada. El daño causado es una hipótesis que no está acreditada en la causa”.