“Brindamos salud”: gimnasios en San Luis piden que se revean las restricciones y puedan abrir

Las nuevas restricciones que anunció el Comité de Crisis para San Luis (que rigen desde el viernes) provocaron malestar en diferentes sectores, uno de ellos fueron los gimnasios. Propietarios, trabajadores y hasta socios expresaron disconformidad con el cierre de los locales destinados a la actividad física.

En este contexto hubo manifestaciones y presentaciones ante el Gobierno de Alberto Rodríguez Saá para que se revean las medidas adoptadas y permitan el trabajo a uno de los rubros que a nivel nacional fue considerado esencial en el marco de la pandemia.

En el inicio de esta semana, elevaron una nota al gobernador para solicitarle una audiencia, y que se rectifiquen las decisiones adoptadas. El documento tubo la adhesión de profesores de educación física e instructores de varias disciplinas.

A lo largo de seis páginas, plantearon los fundamentos por los cuales consideran que los gimnasios y escuelas de danzas son importantes para la salud física y emocional de las personas en un contexto de crisis.

A su vez manifestaron el desconocimiento sobre “la fundamentación y considerandos del documento legal mediante el cual la Provincia adhiere al DNU Nacional”, debido a que no fue difundido por el Gobierno ni publicado en el Boletín Oficial.

Subrayaron que el sector “genera una sociedad mentalmente más sana y con más recursos emocionales para transitar estas medidas”. Además, que pueden garantizar mayor control dentro de los establecimientos en relación a los protocolos vigentes.

En este contexto, pidieron que la Provincia “retrotraiga en forma inmediata las medidas restrictivas inherentes al horario y que sean reemplazadas con un rango de circulación establecido entre las 6 y 21 horas”.

También la desestimación de la imposibilidad a los gimnasios de trabajar, ya que “están encuadradas” en los proyectos de declaración que fueron aprobados en las cámaras de Diputados y Senadores provinciales.

El sector apeló al Estado para que implementen “en forma inmediata una compensación sobre los impuestos provinciales aplicados sobre la actividad privada afectada por la pandemia”, y que revisen “los intereses punitorios que se aplicaron en forma ilegal sobre los servicios tales como energía eléctrica y gas natural”.

Del mismo modo solicitaron líneas de créditos blandos destinados a los comercios que se vieron perjudicados por la pandemia a fin de evitar el cierre.

Expusieron la importancia de que el Gobierno articule acciones para contrarrestar las fiestas clandestinas, porque son “las principales responsables del crecimiento de los casos y ponen en riesgo el estatus sanitario”.

También consideraron pertinente que retomen los controles en la vía pública para detectar y “corregir los incumplimientos de los protocolos por parte de la sociedad en general”.

A lo anterior, añadieron la necesidad de contar con acciones para “conformar una mesa de trabajo mixta integrada por un delegado de los propietarios de gimnasios, instructores y profesores de educación física autoconvocados e integrantes del Comité de Crisis”, a fin de “generar políticas y acciones conjuntas”.

En simultáneo, el sector lanzó una petición a través de Change.org para que no cierren los gimnasios y escuelas de danzas en San Luis. Hasta la tarde de este lunes ya habían superado las 13.400 firmas.

“Entendemos que esta decisión es un gran error del Gobierno. Es muy importante que los integrantes del Comité de Crisis entiendan que la actividad física es esencial para la salud mental de las personas”, argumentaron.

Destacaron que las nuevas disposiciones implican “nuevamente un perjuicio al trabajo de los docentes e instructores” y en un contexto de pandemia hay que evitar la pérdida de empleos.

“Las personas no dejarán de hacer actividad física sino, por el contrario, se reunirán en espacios cerrados sin respetar los protocolos. Al reabrir los gimnasios y escuelas de danza, aseguramos el cumplimiento de los protocolos, la sanitización de los espacios y el conteo de casos a través de la App Trazar”, continuaron.

El sábado pasado, uno de los gimnasios en la ciudad abrió con normalidad bajo el fundamento que el sector se encuentra amparado en el comercio y no en actividades deportivas.

Durante la mañana, efectivos de la Policía se presentaron al negocio para que lo cerrara. Fue entonces que un grupo de propietarios se hizo presente para darle apoyo.

“Hoy nuevamente nuestro Código cierra sus puertas. Pero esta vez es diferente, esta vez no entiendo por qué, nada es claro. No hace falta repetir y justificar hasta el cansancio los beneficios que acarrea la práctica de la actividad física en la salud de las personas, tampoco hace falta recordar todas las modificaciones y adecuaciones que tuvimos que hacer para poder reabrir con la inversión que eso conlleva, tampoco recordar que desde que abrimos estamos trabajando con un aforo del 30% y que cumplimos con todas medidas dispuestas por el comité de crisis”, expresó más tarde el dueño, de Código Lavalle, Oscar Ibañes.

Fue a través de las redes sociales que hizo público el fastidio: “Además de tener habilitación comercial y ser prestadores de servicio no encuadramos en ninguno de los ítems que se mencionan en los informes. Finalmente decir que nos están arruinando la cabeza,  el cuerpo y el bolsillo”.

“Estamos trabajando en forma conjunta con todos los gimnasios de la provincia para revertir tan errada determinación, la cual no solo afecta nuestra fuente de trabajo sino la continuidad de cada uno de los entrenamientos de cada persona que asiste diariamente”, sostuvieron desde Dynamic Gym.

El dueño de Gym Time, Carlos Funes fue otro de los que se pronunció tras el cierre: “Somos parte de la solución. No solo la parte física, sino mental. Es un ambiente cuidado. Tenemos los metros de separación, trabajamos con alcohol en gel, por grupo y se desinfecta todo”.

“Desde el año pasado hicimos inversiones respecto al protocolo, todavía estamos pagando eso. Estamos mal”, dijo por su lado Esteban Escudero, de New Olympic Gym.