Declararon culpable al expolicía que mató a George Floyd: enfrenta una pena de 70 años de cárcel
El jurado consideró que es responsable por los cargos de asesinato en segundo y tercer grado y homicidio involuntario. El crimen racial ocurrido en Mineápolis en mayo del año pasado conmovió al mundo.
Derek Chauvin, el exagente de policía acusado de matar al ciudadano afroamericano George Floyd en mayo pasado en Mineápolis, Estados Unidos, fue declarado culpable de los tres cargos de asesinato que enfrentaba y corre el riesgo de ser condenado a 70 años de cárcel.
Los miembros del jurado decidieron este martes de forma unánime que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado; asesinato en tercer grado y homicidio involuntario en segundo grado.
El jurado deliberó durante diez horas en el tribunal del condado de Hennepin, en Minnesota.
La condena por homicidio involuntario en segundo grado tiene una pena de prisión de no más de 40 años, mientras que la de asesinato en tercer grado le puede suponer otros 25 años como máximo entre rejas. La sentencia por homicidio en segundo grado no supera los diez años y una multa económica de 20.000 dólares.
Tras conocerse la resolución del jurado, el abogado de Floyd, Ben Crump, consideró que la condena de un expolicía blanco por el “asesinato” de un afroestadounidense es “un punto de inflexión en la historia” de Estados Unidos.
”La justicia obtenida con dolor finalmente ha llegado para la familia de George Floyd”, dijo Crump en su cuenta de Twitter.
Y añadió: ”Este veredicto es un punto de inflexión en la historia y envía un mensaje claro sobre la necesidad de rendición de cuentas por parte de las fuerzas del orden. Justicia para el Estados Unidos negro es justicia para todo Estados Unidos!”.
Cómo fue el crimen
El agente fue grabado mientras presionaba con su rodilla el cuello del Floyd luego de su detención. El hecho generó una ola de protestas contra el racismo en Estados Unidos y conmovió al mundo entero.
Floyd, de 46 años, fue arrestado el 25 de mayo por un grupo de policías frente a un almacén en el barrio de Powderhorn Park en la ciudad de Minneapolis (Minnesota).
El dueño del local lo había acusado de pagar con un billete falso de US$20.
Chauvin, por entonces efectivo de las fuerzas de seguridad de Minnesota, detuvo a Floyd y lo puso contra el suelo boca abajo y lo inmovilizó arrodillándose sobre su cuello.
La víctima comenzó entonces a rogarle que le permitiera respirar, pero el oficial lo ignoró y el resto de sus compañeros se mantuvieron a un lado. El video del hecho conmocionó al país y generó una ola de repudio y protestas en la comunidad afroestadounidense.
El crimen desató numerosas movilizaciones en Estados Unidos.
Las protestas crecieron hasta que se convirtieron en uno de los principales temas de la campaña presidencial y de la agenda política del país.
La polarización forzó incluso al postulante opositor y hoy presidente, Joe Biden, a hacer promesas concretas para reformar la Policía y terminar con un “racismo estructural”.