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SAN LUIS PINTADA DE ROJO

Rodríguez Saá solo piensa en él y el resto “sálvese quien pueda”

El gobernador se congració con el kirchnerismo adhiriendo el 16 de abril a las restricciones de la Nación y en adelante todo continuó en el marco de la especulación. La segunda ola avanzó sin contemplaciones sobre el mapa provincial y el mensaje oficial es que cada ciudadano haga lo que pueda para zafar del virus.

Foto ansl
El goberndor le pidió a los puntanos que tomen fotos y compartan las "reglas" a tener en cuenta en la pandemia.

por Daniel Miranda

elchorrillero.com

Actualizada: 25/04/2021 23:59

Salud al borde del colapso, educación en inminente anarquía, ciudadanos cayendo en el submundo de la pobreza y la inseguridad descontrolada. En este San Luis vivimos con una pandemia que todos los días bate un nuevo récord.

Rodríguez Saá es coherente con su trayectoria de casi cuarenta años en el poder: nunca se hizo cargo de nada.

Si se mira hacia atrás no hay razones para creer lo que dice ahora.

Su historia está jalonada por eventos, hechos y acontecimientos pensados cada uno para sacar rédito y perpetuarse en el poder. No hay que hacer un ejercicio extraordinario para encontrar en la memoria las bofetadas, ofensas y humillaciones que sufrieron distintos sectores de la sociedad. Quedará para otro momento mencionarlos, pero hoy hay que detenerse en uno. Hace unos años en un programa del periodista Nino Romero el actual gobernador dijo que “la Biblia es ciencia ficción” y el día que hubo un récord absoluto de casos de Covid tomó un documento de la Iglesia Católica como mensaje a los puntanos. Así es Rodríguez Saá.

La presencia de Rodríguez Saá en el último reporte atiende su único objetivo: salvarse él.                                                    Traducido: todo lo que hará será para mantener la clientela electoral y alzarse con un triunfo en las elecciones de este año. Habrá llamados a la unidad, apelaciones a la solidaridad y también llegado el momento reparto de subsidios y más planes sociales.

El gobernador y funcionarios del Comité de Crisis en el reporte del viernes 23. (Foto ANSL)

Por estas horas maestros y padres tienen sobre sus hombros la carga de la “presencialidad optativa” que declaró muy suelto de cuerpo el gobernador.

Rodríguez Saá no quiere pagar el costo político de mantener la presencialidad o suspender la asistencia a las aulas.

“Ya no depende mí”, fue la frase que pone blanco sobre negro sus verdaderas intenciones.

Esto pasa en San Luis mientras el gobernador está en una burbuja pensando en su plan electoral.

Solo Rodríguez Saá y el kirchnerismo se pueden dar el lujo de inaugurar cemento en una pandemia.

En cada aparición pública si habla de salud es para recordar a la ciudadanía que debía recibir la obra civil para encarar el proceso de puesta en funcionamiento.

La situación epidemiológica marca la gravedad de la segunda ola en la provincia. Los indicadores más alarmantes en la Argentina por estas horas los tiene San Luis.

En el último sermón pidió “45 días” para habilitar el futuro hospital “Ramón Carrillo”.

El Gobierno de Rodríguez Saá y de “jóvenes inteligentes y maravillosos” no preparó el sistema para este momento. En el contexto hay que apuntar un dato: los fondos nacionales llegaron a las arcas de la Provincia. La plata se mandó.

Después de todo por qué hay que creerle a Rodríguez Saá cuando le dice a los sanluiseños “saldremos juntos y mejores”.

Su negocio justamente es la grieta.

Después de la experiencia acumulada en 13 meses de pandemia, cada vez está más claro que Rodríguez Saá está ocupado en salvarse él y el resto de los puntanos “sálvese quien pueda”.

 

 

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