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Más de 50 instituciones del mundo piden que la Argentina ratifique el tratado sobre control de tabaco

Se trata de una de las mayores deudas en cuestiones sanitarias que tiene el Estado, desde que nuestro país firmó la declaración en 2003, pero necesita la aprobación del Congreso. En nuestro país mueren al año 47.000 por tabaquismo.

En Argentina fuma el 22,2% de la población adulta y mueren más de 120 personas por día por enfermedades asociadas al tabaquismo.
Actualizada: 05/05/2021 18:12
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El 25 de septiembre de 2003, la Argentina firmó el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT), el primer tratado internacional negociado con el auspicio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el objetivo de realizar una intervención global para esta epidemia mundial.

Pero, a casi 18 años de ese suceso, la Argentina es uno de los pocos países que aún no lo ha ratificado mediante su aprobación por el Congreso, a pesar de que el tabaquismo es la primera causa de muerte prematura, y que genera 47.000 fallecimientos por año, de los cuales 7000 son por tabaquismo pasivo.

“Se trata de una deuda pendiente del Estado con la salud de toda la población. Argentina es uno de los pocos países del mundo que no es parte del tratado, a pesar de haberlo firmado en 2003. La principal razón que está frenando la ratificación es la continua interferencia de la industria tabacalera en todos los niveles gubernamentales donde puede avanzar el proceso político”, explicó la doctora Marita Pizarro, codirectora de la Federación Interamericana del Corazón (FIC), filial Argentina.

Los cambios en el organismo se empiezan a notar casi de inmediato al dejar el cigarrillo.

Por ello, más de 50 instituciones ligadas al control del tabaco y a la salud pública de todo el mundo firmaron una declaración para que el Poder Ejecutivo de Argentina ratifique el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) de la Organización Mundial de la Salud. El pedido se torna aún más urgente dada la pandemia de COVID-19, donde los y las fumadores/as y vapeadores/as presentan un mayor riesgo de contraer la enfermedad, motivo por el cual es necesario fortalecer y adoptar medidas efectivas de control de tabaco.

El CMCT es el primer tratado de salud pública mundial, que vino a dar una respuesta global a la epidemia de tabaquismo. El tratado entiende al control del tabaco como la puesta en práctica de diversas estrategias destinadas a reducir la oferta, la demanda y los daños causados por los productos de tabaco. Estas estrategias son denominadas “MPOWER” por sus siglas en inglés, e incluyen la prohibición completa del marketing de productos de tabaco, el aumento de los impuestos a estos productos, entre otras medidas.

En la declaración, las organizaciones denuncian que, sin la ratificación de este tratado en la Argentina, no podrá cumplir con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que aconsejan a los Estados avanzar con su cumplimiento. Además, señalan que, a pesar de que la prevalencia del consumo de tabaco descendió en la última década en nuestro país, la mortalidad todavía es elevada y el consumo per cápita se mantiene estable en los últimos 15 años, lo que ubica a la Argentina como uno de los países de la región con las tasas más altas.

En la Argentina mueren 47.000 personas al año por tabaquismo, de las cuales 7000 son por tabaquismo pasivo.

Este escenario demuestra que el marco normativo nacional no es suficiente para la protección de la salud y que la Argentina tiene que formar parte de las decisiones de políticas de salud globales para enfrentar la epidemia del tabaquismo. Además, el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que produce en el país, insume anualmente el 12% del gasto total en salud.

Las medidas recomendadas del CMCT están dirigidas a fomentar:

– Reducción de la demanda.

– Medidas relacionadas con los precios: impuestos.

– Medidas no relacionadas con los precios: protección del humo ambiental de tabaco, empaquetado y etiquetado, educación, disminución de la dependencia y ayuda en la cesación.

– Disminución de la oferta.

– Comercio ilícito.

– Prohibición de la venta a menores.

– Reconversión de cultivos.

– Cooperación técnica y científica.

– Publicidad.

Los investigadores encontraron que el humo reduce la capilaridad de las células musculares, teniendo como consecuencia "una función mitocondrial pobre" que afecta el ciclo de las contracciones musculares y produce una fatiga más rápida.

Desde la FIC, afirman que la ratificación del CMCT es fundamental para avanzar con las principales medidas de control del tabaco y consolidar los logros que se han obtenido en estos años. Argentina cuenta con una Ley Nacional de Control del Tabaco (Ley N° 26.687), que incluye algunas medidas recomendadas por el CMCT, como ambientes libres de humo, acciones de promoción y educación, y regulación de la publicidad. Sin embargo, estamos hablando de un problema global que, por lo tanto, necesita acciones globales a nivel regional e internacional. Es el único convenio internacional al que Argentina no adhirió.

El contrabando es una muestra de la importancia del abordaje internacional y regional; nuestro país, al no haber ratificado el tratado, no puede firmar los convenios internacionales que surjan del Convenio Marco. Otros temas importantes son la reconversión de cultivos de tabaco, el empaquetado y etiquetado genéricos, y la reglamentación de los contenidos de los cigarrillos. Por ello, la ratificación del CMCT es fundamental para avanzar con estas medidas de control del tabaco, que requieren un marco legal fuerte. La falta de ratificación del CMCT impide a la República Argentina participar de la Conferencia de las Partes (COP), el órgano rector del Convenio Marco, que está integrado por todas las Partes en el Convenio, actualmente 182 miembros.

El riesgo cardiovascular es igual para fumadores pasivos y fumadores ocasionales.

En la Argentina fuma el 22,2% de la población adulta y mueren más de 120 personas por día por enfermedades asociadas al tabaquismo, cuya atención en el sistema de salud público tiene un costo de unos 20.000 millones de pesos al año. La epidemia de tabaquismo es completamente prevenible. Su combate mejoraría la calidad de vida millones de fumadores y ahorraría millones de pesos al Estado.

El tabaquismo, por otra parte, agrava el efecto de los coronavirus en el cuerpo, porque disminuye la capacidad pulmonar. Y la irritación continua de las vías aéreas favorece las infecciones virales. El Estado en sus campañas de prevención ha reiterado continuamente la idea de que “los fumadores están más expuestos a la pandemia”.

 

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