COVID-19
Diagnóstico: amesetamiento alto de casos, aumento de muertes y mayor ocupación en las UTI
En la última semana y con restricciones de por medio, los datos epidemiológicos dan cuenta de una nivelación, pero con elevados índices, por ejemplo, en las vidas perdidas: en dos de los últimos tres días se llegaron a cifras récord.
La segunda ola de coronavirus en San Luis no da señales de ser superada, al menos por ahora. Así lo marcan los registros e incluso las propias autoridades del Gobierno provincial.
De un diagnóstico, teniendo en cuenta los últimos siete días, se advierte un amesetamiento alto de casos, una pronunciada suba de fallecimientos y números críticos en la terapia intensiva.
En este periodo contó con un promedio de 523,14 contagios y 9,14 muertos informados por día. Además, el sistema de salud tiene en la actualidad a 71 personas con Covid-19 en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI).
Ahora ¿por qué es importante puntualizar sobre estas estadísticas? Porque se dan en el medio de las restricciones ordenadas por la administración de Alberto Rodríguez Saá para "contener la situación”; y para “evitar el colapso”.
A partir del 17 de abril, San Luis adhirió a lo dispuesto por la Nación y prohibió la circulación entre las 20 y las 6, además recortó la actividad comercial, laboral y recreativa. El 23 las prorrogó y estableció clases presenciales “optativas”, y teletrabajo para sectores de la administración pública.
Según los expertos, tanto a nivel provincial como nacional, se necesitan entre siete y 10 días para comenzar a vislumbrar los efectos que provocan las diferentes medidas.
La semana anterior a la mencionada, es decir, del lunes 27 de abril al 3 de mayo, el promedio diario de positivos fue casi el mismo: 548,85 y el de muertes 6. En tanto que del 19 al 25 del mismo mes la media de positivos fue de 731 y el de fallecidos de 5,28.
Acerca de las muertes, los reportes del Comité de Crisis arrojan números en rojo. En cuatro a las siete jornadas del último tiempo igualaron o superaron las cifras históricas desde el inicio de la pandemia. Por ejemplo, este lunes y el sábado fueron 12 los fallecidos.
Abril arrojó 84 vidas perdidas y en mayo fueron 88. Traducido, en solo 10 días, este mes superó al anterior.
En tanto que el incremento en los internados, no solo no bajó, sino que semana a semana la curva no hizo otra cosa que subir. Abril abrió con 12 internados, el miércoles 7 subió a 14, una semana después fue de 28, el miércoles 21 casi se duplicó el registro a 44 y el mes cerró con 57 (el viernes 30).
Instalados en mayo, siguió la misma tendencia ascendente hasta llegar a los 71 informados este lunes. En otras palabras, en 40 días los internados subieron en un 491%.
La referente de Covid-19, Graciela Sarmiento habló sobre este punto y consideró que se trata de una “situación de alto riesgo”. En declaraciones a Radio Digital reconoció que hay pacientes “que están esperando que se liberen camas en terapia intensiva”.
El Gobierno no ubicó el acento sobre la gravedad del contexto, pero con el pasar del tiempo y a medida que los datos se agravaban, terminó reconociendo y blanqueando números que hasta ahora no se difundían.
Las declaraciones de la funcionaria concuerdan con lo sostenido, desde hace semanas por trabajadores del sector, que están utilizando un sistema de “cama caliente” para afrontar la pandemia.
Las cifras en negro también se ven reflejadas en casos cada 100 mil habitantes de los últimos siete días. San Luis se ubica hoy como la segunda provincia con el registro más alto del país con 596,7, solo superada por La Pampa con 746,6.
La segunda ola no encontró preparado al Gobierno, que inauguró en abril un hospital de $10 mil millones. Ahora hace malabares para tratar de sumar camas para los pacientes ante en un sistema, que según el gremio de los profesionales y técnicos, “colapsó”.