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En el peor momento de la pandemia el Gobierno improvisa con las restricciones

En la comunicación oficial no se dieron mayores detalles de cómo está el sistema sanitario. Y el mensaje sigue apelando “a la responsabilidad” de los sanluiseños, aunque esta vez hubo más cuestionamientos a los comportamientos sociales.

Foto: ANSL
Alberto Rodríguez Saá junto a Natalia Zabala Chacur y María José Zanglá.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 13/05/2021 23:04

La jefa de Gabinete, Natalia Zabala Chacur comunicó pasadas las 19:30 lo que Alberto Rodríguez Saá ya le había anticipado al humorista kirchnerista Dady Brieva en su programa de radio, pasas las 17.

El Gobierno decidió este jueves “como medida fuerte” suspender las clases presenciales que desde el 26 de abril venían siendo “optativas” en todo el territorio provincial. La explicación la dio Rodríguez Saá a la audiencia porteña y no a su pueblo, porque su funcionaria hizo foco, insistentemente, en el mal comportamiento de la comunidad.

Pero el mandatario no reconoció que San Luis tiene un sistema de salud en crisis, con hospitales cubiertos al 100% en las camas de terapia intensiva, con un promedio de 10 muertos por día y contagios que no bajan de los 300 en cada jornada. En el peor momento de la pandemia, el Gobierno sale otra vez a improvisar, sin criterios, ahora más que antes. Reconoce que el estado epidemiológico “es difícil”; entonces decide cerrar las escuelas pero abre los gimnasios y las iglesias.

“El problema no es la escuela sino la salida”, fundamentó el gobernador en el programa del santafecino en el Destape Radio. Primero tuvo en cuenta que “es inevitable que los chicos hagan juntadas sociales”, y después apuntó contra los educadores: “El docente que es población activa también participa en juntadas, no se cuidan y el coronavirus circula”. También dejó en claro que parte de la comunidad que gobierna “no se cuida” y que hace “muchas juntadas”.

Zabala Chacur eligió el incremento de casos para comenzar el reporte extraordinario de esta noche. Marcó que el 10 de abril, San Luis tenía 3.130 casos activos, y que hoy habían trepado a 6.687.  “Esto demuestra que no nos hemos comportado como se esperaba. No hemos cumplido con las medidas simples, que son la forma de luchar contra el virus”, dijo como introducción a la única justificación que salió de su boca.

Insistió: “Los resultados que hoy tenemos lamentablemente no reflejan un comportamiento de la sociedad acorde a la situación que necesita San Luis hoy".

Con esas explicaciones se definió que desde el lunes 17 las clases solo será virtuales. Además volverá a implementarse la terminación de DNI (según pares e impares) para hacer compras y actividades físicas, por ejemplo.

Hace 20 días Rodríguez Saá fue conciliador y además trasladó la responsabilidad a los padres, para que de ellos dependa mandar o no a los chicos a la escuela. Fue en la jornada récord de contagios diarios de toda la pandemia: 1156. Usó un discurso “amigable” y puso de ejemplo “la pelea por la medianera” que entablaron la provincia de Buenos Aires y la Ciudad en relación a la suspensión de clases. En ese momento se mostró así, en un intento de “quedar bien con todos”, y de no confrontar con nadie. “Hermanarnos todos, juntos y mejores”, transmitió.

“En San Luis no vamos a fomentar la grieta, las divisiones, vamos a escuchar a los obispos de la Argentina, vamos a salir juntos y vamos a salir mejores. Vamos a trabajar sin la grieta, sin pelearnos”, dejó en claro.

Hoy señaló a los docentes y al comportamiento de los chicos cuando no están en las escuelas.

Tuvo en cuenta que el rango de 19 a 49 años es el sector de la población que “más se mueve” y que “por necesidad o falta de responsabilidad” es el grupo “que más juntadas hace”, y en consecuencia los que más se contagian: “No se cuidan, se pasan el vaso y el mate. Ahí está la gran cuestión”.

Por eso añadió que “el problema” no está adentro de la escuela, sino afuera.

Los gimnasios venían reclamado la apertura, e hicieron una presentación en la Justicia. Recientemente católicos autoconvocados protagonizaron una caravana por la ciudad pidiendo que se declare a la misa como actividad esencial. Hoy se anunció que podrán abrir sus puertas, ambos sectores, solo al 30% de la capacidad.

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