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BARRIOS SIN WIFI, CHICOS SIN CLASES

Clases virtuales: expusieron la mala calidad del internet que provee el Gobierno

Padres y alumnos dieron cuenta de las falencias que presenta el servicio gratuito que brinda la ULP en la provincia. Diferentes zonas de la capital puntana, localidades y parajes del interior evidenciaron el mismo inconveniente.

Clases virtuales en San Luis.

por Antonella Camargo

elchorrillero.com

Actualizada: 18/05/2021 18:17

La suspensión de las clases presenciales hasta el 30 de mayo volvió a poner en escena la principal problemática que debieron atravesar las familias de San Luis durante el ciclo 2020: dificultad para acceder a los contenidos educativos de manera virtual.

La falta de dispositivos electrónicos y de conexión a internet fueron los obstáculos que enfrentaron los estudiantes en el inicio de la pandemia por el Covid-19. Si bien ya pasaron 14 meses desde ese momento, la situación no tuvo grandes cambios en la provincia.

El Chorrillero realizó una consulta este lunes a través de las redes sociales para conocer cómo reciben los sanluiseños el servicio que provee el Estado. Más de 300 usuarios de Facebook e Instagram dejaron su opinión y también su experiencia sobre cómo hacen frente a la metodología desde este lunes.

La mayoría coincidió en que la conectividad al sistema de wifi público tiene falencias, entre ellas, la baja velocidad, cortes permanentes y carencia de antenas cercanas que dificultan el acceso a internet.

“En mi casa sólo hay un dispositivo (celular) que tiene conexión a internet (red de datos), no tengo y me es imposible comprar un kit de wifi, somos tres que estamos con clases virtuales, una en el secundario, una primaria (primer grado) y yo con la ULP, así que se complica bastante el tema”, relató Graciela Zalazar.

Carmen Sosa dijo que en el módulo 5 de la ciudad de La Punta se encuentran “poca señal” y consideró importante mejorar esto “así los chicos pueden estudiar mejor”.

Andrea Lucero expresó preocupación por aquellas familias que “no tienen una antena de wifi cerca, o como solventar el internet”.

“Ni hablar el que no tenga un buen celular, salir a la esquina a estudiar te puede costar hasta el celular. Pero bueno la educación contagia”, continuó.

A lo largo del año pasado, fue una de las situaciones que expusieron en numerosas oportunidades los gremios docentes. Incluso los maestros y profesores debieron hacer frente de forma particular a gastos para adquirir servicios privados que les permitieran dar clases.

En el primer mes de la virtualidad, ASDE hizo un relevamiento donde detectaron “serias dificultades a la hora de transmitir los contenidos” a los estudiantes. En algunos casos lo adjudicaron a problemas de conectividad por una “mala señal” o debido a que “las antenas están saturadas”.

“¿Cómo hacen los chicos que no tienen internet en su casa? Mi hermano no tiene y le han dicho que tiene que ir y sentarse afuera de la escuela, o sea que esté lloviendo, o como esté el clima, ¿cómo es eso?”, cuestionó Fiamma por medio de Facebook.

Devora Ruiz opinó que es una “pésima experiencia”. Advirtió: “Mala señal y en la escuela donde asiste mi hija no dan clases virtuales, solo suben tareas a ClassRoom”.

Claudia Vallejo calificó la prestación como “un desastre”.

“En el centro, antenas colapsadas y el internet de mega cable es carísimo y muy malo. Nunca hicieron el descuento a los planes sociales y defensa al consumidor no funciona en los reclamos”, añadió.

Marisa Phol comentó que debido a que el servicio es “terrible” tuvo que contratar una empresa privada proveedora de internet, aunque también es “un desastre”. Por eso pidió mejoras.

“Señor gobernador (Alberto Rodríguez Saá) no tenemos internet, los chicos quieren progresar, estudiar para un futuro mejor y digno, que mejor que vayan a los colegios universidades”, reclamó Adri Barnek.

Fabiana Corso planteó que San Luis fue la primera provincia en contar con wifi y ahora se encuentra “última en servicio”.

Viviana Sánchez transmitió que a su vivienda no llega señal. “¿Tengo que pagar de la cooperativa para que mi hija pueda estudiar?”, se preguntó.

Rectora de la Universidad de La Punta, Alicia Bañuelos. (Foto Marcos Verdullo)

Los primeros días de enero, el Gobierno provincial informó que durante el 2020 se sumaron 160 nuevas antenas en diferentes puntos de todo San Luis. Sin embargo, al hacer frente a la virtualidad en este ciclo lectivo, los padres no advirtieron las mejoras.

Mario Videla fue otro de los usuarios que compartió su experiencia: “Un desastre el aprendizaje virtual. Los docentes solo hacen copiar y pegar y arreglatelas como puedas. Un año y medio casi sin presencia en las escuelas. El peronismo usa como excusa la pandemia. Los quieren ignorantes y analfabetos para que solo el día de mañana voten peronismos y vivan del Estado. Tuvieron un año para preparar todo y solo se robaron las vacunas y se aseguraron el cuero ellos. Inauguraron una obra civil de un Hospital que está sin uso”.

Elena Carrizo mencionó que a sus hijas les bloquearon las cuentas de ClassRoom “a pocos meses de la pandemia”.

“Me he cansado de mandar mail a la ULP y no hay respuestas. En el poco tiempo que volvieron a clases aprendieron mucho más y estaban felices por ir al cole, ahora están muy enojadas”, agregó.

Carito Mioni manifestó que donde habita “solo hay dos (antenas) para miles de usuarios” y como consecuencia “no anda bien nunca”.

Adriana Giménez sostuvo que la virtualidad “no sirve para los chicos ni para los docentes”.

“Muy mala”, fue la calificación que usaron para la calidad del internet Roxana Santander, Mariana Valsas, María Belén Orozco y Sata Lucero, quienes puntualizaron en los barrios 122 Viviendas y 500 Viviendas Sur.

Laura Guizzardi dio a conocer la realidad que vive como docente: “La virtualidad no beneficia a nadie, se nos complica, al alumno, la familia y a nosotros para poder acceder a ellos”.

“Tengo 5 hijos y un solo celular”, indicó María Quevedo y precisó que tampoco cuenta con internet ni una antena en cercanías.

“Podrían entregar computadoras ya que hay familias que tienen 2 o más hijos y un solo dispositivo”, dijo por su lado Ester Gisela Raniero.

Miguel Ángel Castro y Soledad Ramón expusieron también la falta de comprensión de algunos maestros ante la problemática.

Para Mónica Riveros, Carlos Rodríguez, Gi Arabel, Solcito Valle, Mariano Martin, María Cecilia Celdrán, Carolina Rodríguez y Karo Monsa apreciaron como “malísimo” el funcionamiento de las antenas del Gobierno.

“Lo que deberían hacer los docentes es dejar las tareas en las escuelas con fotocopias ya que hay muchos chicos con bajos recursos”, estimó Sandra Quiroga.

“En algunos lugares no existe, pero todos calladitos y pagan un servicio privado”, opinó Liliana Muñoz.

La suspensión de la presencialidad por dos semanas fue anunciada por el Comité de Crisis el jueves pasado con el fin de “disminuir la cantidad de casos activos y la circulación del virus”. Sin embargo, Rodríguez Saá aseguró que no se trataba de una restricción.

“Un desastre. Sigo pensando que los chicos tienen que asistir a las escuelas. Es en el lugar que más cuidado tienen con respecto a los protocolos”, fundamentó Torito Monsalva.

Juan Picco López hizo alusión a Juana Koslay donde hay “muy mala la prestación del servicio” y consideró que el Estado debería cambiar las antenas y utilizar las que son 3.0.

Alberto Barrera afirmó que en el Barrio Jardín San Luis es “un desastre” la conectividad, mientras que Milton Venezia contó: “A 100 metros tengo una antena, funciona de 23.30 a 7.30. Durante el día, cuando se conectan más usuarios se cae la señal. Por lo tanto no sirve”.

Paola Guardia tiene los mismos inconvenientes en la zona del Faro y Tatiana Soria carece de conectividad pública en donde vive.

Elen López conceptuó la prestación en un 3, si fuera la evacuación fuera del 1 a 10.

“Mi hija el año que viene comenzaría la secundaria, ¿qué base va a tener? Si el año pasado estuvo perdido y este va para lo mismo. No deberían de cerrar las escuelas”, refexionó Johana Sosa.

Sergio Martin, Yuma Rua, Silvana Bernad, Mauricio Vlachos y Jorge Otarola fueron más vecinos que expresaron disconformidad con la conectividad que brinda el Estado.

Marcela Den Dulk pidió que “vayan a los barrios de casas de tarimas, cartón y nylon a ver qué tal las ‘clases virtuales’. Creerán que en esos ‘ranchos’ los chicos van a hacer zoom con sus maestros. Bárbaro este Gobierno defensor de la ‘justicia social’”.

“Son un chiste. Los niños y jóvenes son los más perjudicados. En su momento lo serán también los padres. La conexión se satura. No todos tienen dispositivos para ingresar. ¿Y si son 4 o 5 en edad escolar? ¿Y si son pequeños y sus padres trabajan? ¿Y la sociabilidad del niño? Y así otros temas. El Gobierno sólo se lava las manos. Él es el único culpable por no vacunar a los docentes en principio”, aseveró Pascua Roxana Oros.

En Instagram, Jorge Leyes fue uno de los que argumentó su descontento: “Soy docente y tengo que usar los datos de mi teléfono porque el wifii directamente no funciona en mi zona y CTV nunca me respondió el pedido de internet”.

Fer Toranzo advirtió que “se necesitan más”.

“En cada antena de mi barrio hay entre 70 y 80 usuarios conectados. No se puede usar a menos que te quedes toda la noche”, comentó.

“Muy mala. No se puede estar en un Meet por 1 hora porque la señal se corta y tarda en volver. Tenés que usar datos para lograr tener una clase completa. Ahora, ¿qué pasa con la gente que no tiene la posibilidad de tener datos o de tener un medio por el cual conectarse? No demos por sentado que el hecho de tener un celular/computadora es algo común, todos lo tienen, porque no es así. Ahora vemos, que la educación pública y gratuita no es para todos. Roguemos que esto termine, y se le empiece a dar la importancia que se merece la educación”, argumentó Tania Moyano.

“Opino que antes de haber comenzado con la virtualidad se tendrían que haber solucionado todos estos problemas ¿Dónde está la igualdad? El ministerio de Educación me parece que lo olvidó”, apuntó Alejandra Cabrera.

Lucas Fernández dijo que la conectividad está “colapsada o sin señal”.

“Fue lo que me dijeron 2 técnicos que llamamos para arreglar la conexión, el servicio de atención al cliente no supo ayudarme tampoco a solucionarlo”, añadió.

“Y siguen proponiendo medidas del primer mundo cuando nos estamos cayendo del mapa, señores el wifi es un desastre, tanto para las clases virtuales como para la aplicación Trazar. Dense un baño de realidad de vez en cuando, no sé realmente dónde viven los funcionarios cráneos que hacen estas propuestas”, criticó Emilce Salvatore.

De la misma manera opinaron Lalo Suárez, Maru, Matías Picón, Ignacio Santacruz, Anabela Bosi, Mariela Daminato, Pau Rueda, Joaquin Herrera, Soledad Garay, Majo Silvestri, Cecilia Nievas, Yanina Roy, Adrián Belzunce, Brenda Gonzaez, Daniel Sosa, Gastón Gabriel, Carmelin Natasha y Victoria Barrera, entre otros, en Instagram.

“Anda re mal, se corta o se cae a cada rato, recién anda bien a la madrugada y con suerte. En el día si te querés conectar a una clase por Meet directamente no podes porque a cada rato se va la señal y se corta”, sumó Valentino Godoy.

Jesica Parra relató cómo vivió el primer día de virtualidad: “La verdad un desastre. El internet se cortaba, a las seños no se les conectaban las cámaras. Y apenas les dieron 1 hora de clase en donde se pasaron casi media tomando lista. Luego dijeron qué actividades tenían que hacer y listo. Eso fue todo lo que explicaron”.

Una realidad en el interior provincial

Varios fueron los testimonios de vecinos que viven en localidades más pequeñas y que también deben sortear los inconvenientes para que los chicos tengan clases virtuales.

Verónica Muñoz subrayó que la conectividad es “muy mala, especialmente en los pueblos, las antenas están llenas de nidos de catas sin mantenimiento, la señal es tan pobre que tenés que estar a 10 metros y sino hay escuelas rurales que desconectan la antena. Es una pena no solo por los niños, sino por las personas que necesitan sacar turnos online y nunca pueden”.

Ricardo Manchón mencionó que la misma problemática tienen en Cortaderas y Carpintería y Sebastián en Beazley donde es “muy lento el wifi público”

Julio Ávila Alaniz puntualizó en Estancia Grande donde “deberían instalar más antenas ya que hay más habitantes y la conexión se interrumpe bastante”.

“Malísimo anda cuando quiere el internet”, manifestó Miriam Alejandra Escudero sobre Nogolí.

Nazareno Freire, Fanny Carranza y Guille Contrera expusieron la situación en La Toma. Señalaron que es “un desastre” y “los servicios particulares le compran internet al Gobierno porque tiene mejor precio que Arsat”.

“En Merlo estoy a 3 cuadras de la antena y no funciona. Es una de las viejas por lo tanto es desastroso poder enviar y trabajar con los niños lamentable”, contó Vanesa Escudero.

Este escenario se replica en Candelaria, Villa Larca y el paraje Balcarce, según consignaron Antonio Escudero, Patricia Silveyra y Leonardo González.

Gabriela Amaya detalló cómo se da en Boca del Tigre, donde vive su mamá: “Tiene a mi sobrina a cargo, no pueden hacer las tareas por no tienen una antena cerca, tampoco tienen para estar pagando un abono o internet para que haga la tarea. La tienen q traer a la casa de un familia. Mucha gente está incomunicada porque ni con señal telefónica casi hay”.

Una conectividad óptima

Si bien fueron en menor magnitud, también hubo usuarios que dieron cuenta de un buen acceso al internet que provee la Universidad de La Punta.

Así lo reflejó el comentario de Fabián Romero: “Muy bueno en la parte sur de la ciudad capital, es más cuando se ha cortado la conexión los chicos que están en la Autopista me han guiado en cómo reinstalar la antena gratuitamente”.

Patricia Soledad Ramírez calificó la prestación como “genial” y Dani Calderón mencionó que en la zona de avenida Sucre y Autovía se da de la misma forma.

“Excelente”, sostuvo Juan Manuel Pedernera, Berna Vizzioli y Mariel Ricca. “No tengo problemas”, agregó Barby Sosa.

Dana Funes aseguró que el acceso se da “súper bien”, y lo mismo dijo Hugo Villarroel.

Sergio Elizondo, Luis Acuña, Adri y Agustina Cianci tuvieron la idéntica apreciación a través de Instagram.

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