SAN LUIS
Pidieron Justicia por la abuela que murió luego que se le prendiera fuego el oxígeno
Familiares y amigos de Sixta Sulema Díaz recorrieron las calles del microcentro puntano para que “aparezcan los responsables”.
Dos días después de la muerte de Sixta Sulema Díaz su familia se manifestó por las calles del centro. Llevaron el reclamo hasta la empresa acusada de ocasionar el accidente. Por ahora nadie se hace cargo del dramático final que tuvo la mujer de 78 años.
Mientras la mujer estaba internada en una sala del Policlínico Regional (había sido diagnosticada de coronavirus) trabajadores de la empresa contratada por San Luis Sapem entraron a la habitación para hacer arreglos en la calefacción.
“Usaron una amoladora para las tareas de reparación, y mi abuela se terminó prendiendo fuego”, recordó esta mañana Agustín Nievas, en diálogo con El Chorrillero.
La mujer llevaba cuatro días cuando ocurrió todo. Una chispa saltó a la cama y se incendió el oxígeno que le habían suministrado porque no podía respirar.
Sufrió quemaduras en el cuerpo y su salud se empeoró. A las pocas horas la pasaron a terapia intensiva donde estuvo otros cuatro días, hasta el viernes a la tarde que falleció producto de una insuficiencia cardiopulmonar.
Los familiares se reunieron en la Plaza Pringles y desde allí transitaron por las calles del centro. “Este accidente se podría haber evitado. Antes que ocurriera mi abuela había presentado mejorías, y estábamos esperando para llevarla a casa”, aseguró Nievas.
“Junto a mi abuela en la habitación había tres personas más por este motivo le preguntamos a los trabajadores si los pacientes corrían algún riesgo, y nos respondieron que no”, sostuvo.
El incendio del oxígeno le causó quemaduras en las vías respiratorias. Falleció cuando intentaban hacerle diálisis, ya que tenía fallas renales.
“Que aparezcan los culpables”, decía uno de los carteles que llevaron para expresarse. Llegaron hasta Luis Sapem, empresa que administra eel Gobierno provincial, pidiendo respuestas.
Por ahora nadie se hace cargo.
Nievas denunció el caso el pasado 10 de mayo ante la Policía.