SAN LUIS
Le dispararon a un delivery cuando entregaba un pedido: no lo hirieron, pero le robaron la moto
Otro repartidor fue víctima de los delincuentes, este viernes por la noche en Martín de Loyola y Falucho.
Alrededor de las 22 de este viernes, Matías García llegó a Martín de Loyola y Falucho para entregar un pedido. Estacionó, tocó timbre y una joven salió a recibirle la comida. Lo que vino después fue todo anormal.
En ese momento apareció un ladrón. Le pidió la moto y todo lo que tenía encima, pero como el trabajador se resistió apareció otro que no dudó y disparó un arma. Solo así lograron intimidar a la víctima.
No es la primera vez que los repartidores de comida viven hechos de inseguridad por las noches, más en épocas de restricciones donde la circulación en ese horario está reducida al servicio de taxis y al de los deliverys que van de un lado para el otro por toda la ciudad. A finales de abril, a Diego Camargo, de 44 años le pasó lo mismo. Esa vez unos sujetos que simularon ser clientes (porque hicieron un pedido de comida por teléfono) le quitaron su Keller 110.
“Cuando le dije que no le iba a entregar las cosas apareció otro joven por detrás con un arma de fuego. Me apuntó y disparó”, explicó García en diálogo con El Chorrillero. La bala no lo hirió, pero no quiso ponerse más en peligro.
“En ese momento solo pensé en escapar, corrí y a las cuadras me di cuenta que se me habían caído los dos celulares, entonces me volví”, relató García que es el dueño del carrito bar “Panchettos”, pero que además hace reparto para varias rotiserías de la capital.
Pero los malvivientes se dieron cuenta que algo había perdido en el camino, y querían irse con todo. “Prácticamente quedé enfrentados con uno de ellos y cuando el que tenía el arma se bajó de mi moto volví a escapar, pero al menos con celulares”, recordó.
Con la Motomel modelo Blitz 110 de color gris, los asaltantes escaparon.
“Mientras corría llamé al 911 pero justo apareció un patrullero y les indiqué dónde sucedió el hecho”, dijo la víctima. Uno de los vecinos que salió alarmado por lo que pasaba le comentó a García que un rato antes, posiblemente los mismos muchachos, lo interceptaron para robarle. Pero fracasaron porque el hombre no llevaba nada de valor encima.
Contó además que cuando realizaba la denuncia en la Comisaría 6º coincidió con dos menores a los que habían intentado asaltar, en la misma zona, a pocas cuadras.
“Les pidieron la campera, los chicos se asustaron, entraron a su vivienda y fue en ese momento que estos malvivientes efectuaron dos disparos en la puerta”, sostuvo.
“Realmente siento mucha indignación e impotencia. Yo no sé de quién es la culpa, pero si el Gobierno está haciendo un esfuerzo por que haya más seguridad, no se está notando”, se quejó.
Por último, apeló a la solidaridad de los puntanos para poder dar con su rodado que es la fuente de su trabajo.