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SAN LUIS

Sufría violencia de género, cría a su hijo sola y le sacaron el plan por no tener computadora

Gisela Argota expuso la realidad que vive luego que el Gobierno le quitara el beneficio por no poder acceder al Portal Saber, en el marco de las restricciones. Expuso que por la crisis sanitaria no logra encontrar empleo para subsistir en medio de la pandemia.

Gisela Argota junto a su hijo.
Actualizada: 02/06/2021 00:42
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Múltiples historias se conocieron en los últimos días, todas de ex beneficiarios del Plan de Inclusión Social que en medio de la segunda ola de Covid-19 se quedaron sin el único ingreso económico. Madres solteras, víctimas de violencia de género y con pequeños internados en el Garrahan, fueron algunas de las realidades que estremecieron.

Gisela Argota, de 35 años, se desempeñaba en el Parque Costanera Río Quinto, en Villa Mercedes, y un mes atrás se enteró que había sido desvinculada. El motivo que le dieron desde el ministerio de Desarrollo Social fue que no había cumplimentado el puntaje en el Portal Saber.

“No tengo computadora y no tengo posibilidad de comprarla. Alquilo, la plata no alcanza, soy madre soltera”, transmitió a El Chorrillero.

Además transmitió que sufre violencia de género por parte del padre de su hijo de cuatro años. Si bien tiene una orden de restricción para acercarse, vive con temor.

Argota contó que tras recibir la noticia, una amiga la ayudó a hacer el descargo ante el Gobierno provincial. “Me llamaron diciendo que no les parecía demasiado fundamento para volver a darme el alta”, continuó.

Afirmó que decidió exponer el caso para “llegar a oídos del gobernador (Alberto Rodríguez Saá)” y para que él “se ponga la mano en el pecho”.

“Es lo único que tenemos, pero para ellos (Gobierno) no es importante. No les falta un plato de comida, no pasan necesidad como nosotros. No les importa. Somos un títere más del Gobierno”, cuestionó.

Por todo esto insistió para que le den una respuesta favorable.

La situación de Argota, se replicó en otros ex beneficiarios de la ciudad de San Luis que días atrás se movilizaron hasta la sede del ministerio de Desarrollo Social, en la ex colonia, para pedir una solución. Sin embargo, no lo consiguieron.

“El plan me ayudaba a vivir”, sostuvo la mujer y puntualizó que mientras tanto ha subsistido con lo que recibe de la asignación universal y $3 mil que le pasa el padre de su niño. Aunque ha buscado trabajo, no lo consigue todavía.

A los alimentos, gastos de alquiler, impuestos también debe sumar lo que implica la escolaridad del niño, que este año comenzó el jardín de infantes.

Por todo esto, hizo énfasis en la dificultad que implica ser madre soltera y haberse separado tras sufrir violencia de género. El beneficio que recibía le permitía “ser independiente” después de haber “padecido un calvario”.

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