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Qué dijeron el sanatorio y un colegio católico luego de las pintadas

La movilización que conmemoró la primera marcha #NiUnaMenos en el país generó momentos de tensión en la capital.

Sanatorio Rivadavia y capilla del Colegio Don Bosco sufrieron pintadas.
Actualizada: 06/06/2021 00:52
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Fue el jueves por la tarde cuando un grupo de manifestantes hizo blanco de las pintadas a templos de la Iglesia católica y a una clínica privada, en la capital.

Pocas horas después, el Obispado de San Luis se expresó en sus páginas oficiales y advirtió que al frente de la Iglesia Catedral se habían quemado cubiertas.

Puerta de la Iglesia Catedral, en el centro de la ciudad.

“Nos solidarizamos con esa institución y con todas las que han sufrido estos hechos de violencia. La Iglesia está a favor de la vida y en contra del maltrato contra cualquier persona, y manifiesta esta posición desde el diálogo y el respeto mutuo”, expusieron en las redes sociales poco después de los hechos.

El jueves la marcha nacional que conmemoró los 6 años de la primera movilización #NiUnaMenos tuvo su eco en San Luis. El punto de concentración fue el Centro Cultural José La Vía, y desde allí la columna de personas (acompañaron varias agrupaciones feministas) tomó un recorrido particular. Esta vez caminaron por calle Tomás Jofré donde hubo dos paradas.

Un grupo de manifestantes decidió detenerse en el Colegio Don Bosco (ubicado entre Constitución y Caseros) y allí se hicieron las primeras pintadas de la tarde. En la puerta principal de la Capilla Santísima Trinidad escribieron con aerosol verde “Iglesia dictadura”, y en las paredes “Iglesia basura” y “Aborto legal”.

Colegio Don Bosco.

Las pintadas se hicieron a lo largo de todo el edificio escolar.

“Como Obra salesiana de Don Bosco en San Luis realizamos un fuerte repudio a las pintadas que sufrimos en nuestras instalaciones. Bronca, impotencia y mucha tristeza nos genera lo que sucedió, pero no sólo por los agravios que recibimos sino, y sobre todo, por la incapacidad de generar otros modos de expresión más razonables y serenos, que al menos como institución intentamos transmitir”, comenzaron diciendo en un comunicado.

Destacaron que: “Muchísimas personas han pasado por Don Bosco y ellos pueden atestiguar la formación recibida. Siguiendo las enseñanzas del Evangelio siempre nos hemos proclamado a favor de la vida y la dignidad humana, y lo seguiremos haciendo”.

“Nunca avasallaremos sobre nada ni nadie, pero consideramos que lo que sucedió es totalmente ofensivo y esperamos que no pase desapercibido por nuestras autoridades”, también tuvieron en cuenta.

Sanatorio Rivadavia.

En el mismo sentido hablaron los directivos del Sanatorio Rivadavia. La entidad ya había sufrido las mismas pintadas el pasado 8 de marzo cuando la movilización fue por el Día Internacional de la Mujer.

 

“No podemos entender el motivo por el cual la institución sufre estos agravios”, dijo en declaraciones a la prensa el director, Guillero Fiesta.

Hace tres meses toda la fachada tuvo que ser restaurada por los mismos “ataques”.

“El tema no pasa porque la institución tenga en este caso médicos que no han aceptado o han sido objetores de conciencia por el tema del aborto. Este es un criterio diferente, se puede pensar distinto sin violencia, y estamos viviendo un momento muy difícil en el Sanatorio, con gente que está sufriendo a causa de este virus, personas que se están muriendo y familiares que están sufriendo por los familiares que están adentro”, destacó.

En este sentido también tuvo en cuenta al personal que trabaja día a día en la primera lucha contra el virus “intensamente” y que ese día “tuvieron que salir a limpiar todo el desastre”.

“El tiempo que se le dedicó a esto se le podría haber dedicado a los enfermos”, también añadió.

“Esperamos que el ministerio de Seguridad nos dé una respuesta porque probablemente sigan estas marchas y no tenemos ni un tipo de defensa  solo somos avisados que va a pasar, pero cerramos la puertas y después hay que esperar que destruyan o violenten los que ellos quieran”, también expusieron.

Frente del Sanatorio Rivadavia.

Las pintadas tuvieron otro destino esa tarde: la sede de Uocra en San Luis (ubicada en Tomás Jofré y San Martín). Todos los escritos estuvieron dirigidos a Juan Carlos Solalinde, el femicida de Johana Galdeano, que era secretario general de ese gremio. Fue funcionario del Gobierno provincial y este viernes fue procesado con prisión preventiva por “homicidio doblemente calificado por haber mantenido una relación de pareja y femicidio”.

Dos días después de una jornada donde los reclamos feministas acapararon la atención de la opinión pública, no se sabe si la Policía dispuso algún operativo de control, o de acompañamiento como suele hacerse en movilizaciones como estas. El Chorrillero realizó las consultas, pero no obtuvo respuestas.

En La Catedral intervino una dotación de bomberos para sofocar las llamas que generaron la quema de neumáticos.

En el Poder Judicial y en la Municipalidad se vivieron situaciones idénticas. Imágenes y videos se hicieron virales. Se compartieron inclusive fotos que mostraban las unidades del transporte urbano, también escritos.

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EN PORTADA EL CHORRILLERO

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