X

Celebración del Corpus Christi: Barba pidió volver al “encuentro familiar” donde se enseñaba que el “pan no se tira”

El obispo de San Luis encabezó la misa desde el Seminario "San Miguel Arcángel" de El Volcán.

Celebración del Corpus Christi.
Actualizada: 06/06/2021 15:06
PUBLICIDAD

Como las restricciones por el coronavirus no permite este fin de semana las misas con fieles, la tradicional conmemoración se transmitió desde el Seminario de El Volcán.

“La Fiesta del Corpus Christi nos remite a la última cena de Jesús junto a sus Apóstoles”, dijo el obispo Gabriel Barba, en el inicio de la misa que se difundió a través de las redes.

El momento previo de la entrega de Jesús a la Cruz, tiene una gran significación para la comunidad católica porque se celebra la Eucaristía.

“Poco tiempo antes, sentado junto a la mesa celebra con ellos la Pascua, con la novedad de la Nueva y Eterna Alianza que se sella con su sangre de una vez y para siempre. Y se entrega como alimento espiritual. Y los hace partícipes de su memoria, encomendando en ellos la repetición sacramental como memorial para ellos y para las generaciones futuras”, explicó monseñor Barba que para esta fecha eligió compartir la misa junto a los seminaristas de San Luis, en la localidad serrana de El Volcán.

Barba tuvo en cuenta que la misa necesita una ayuda especial y que no se permite la participación de los fieles por la emergencia del coronavirus, el Seminario (donde es una sola casa donde conviven todos los seminaristas) fue el lugar donde se pudo cumplir “con todo lo necesario”.

A lo largo de la homilía hizo hincapié a la memoria de las “vidas personas”, y volver a la “mesa familiar”.

“Volver al respeto, donde nos enseñaban que el pan que no se tira, que debe besarse si no quedara otra antes de descartarlo; en el seno de nuestras familias hemos recibido nuestra educación en la fe. Nos llevaron a ser bautizados, nos enseñaron las cosas más básicas como rezar y persignarnos, nos enseñaron a amar a Jesús”, dijo.

Consideró que esa “memoria” comenzó en la propia casa: “Y nos ha hecho llegar a nuestras parroquias y comunidades, para celebrarla en la Eucaristía. En ese encuentro único y personal con el cuerpo y la sangre de Cristo”.

También se refirió a los tiempos de la pandemia, que describió como “difíciles” donde los ciudadanos “no tenemos mucha elección”.

“Con mucha incertidumbre, hacemos lo que se puede. Nos debemos adaptar a los tiempos. Pero simultáneamente, la vida continúa como continúa como también nuestra fe. Y debemos cuidar y preservar la vida. Y también seguir alimentando nuestra fe”, recomendó.

Y al mismo tiempo pidió que se fortalezcan la fe y las familias: “Que nosotros, como Iglesia viva, desde esta Iglesia que también reconocemos como doméstica”.

“Vivamos con docilidad sus mociones y para ello debemos rezar mucho y escuchar su palabra y rezar juntos; y sobre todo alimentarnos con la Eucaristía que nos hace sentar en una misma mesa. A construir comunidades donde nadie quede fuera. Y si por algún motivo, alguno no puede recibir la comunión, lo podrá hacer sentado en la misma mesa del altar y, rezando la comunión espiritual”, dijo para referencia al “regalo de comulgar”.

Al final recordó a las personas que están “sufriendo fuertemente el dolor de la enfermedad”, o “el dolor de la lejanía de sus seres queridos, de quienes deben separarse para no contagiar”.

“No podemos dejar de tener en cuenta a todo el personal de la salud que vela por sus hermanos. Sean médicos, enfermeros, auxiliares, camilleros, personal de limpieza. Tantos que nos cuidan al precio de arriesgarse. Y lo hacen con sus miedos propios y su frustración cuando la hermana muerte, llega a sus pacientes”, añadió Barba.

La homilía de Gabriel Barba

 

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR