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Hace años sufre violencia de género y reclama el accionar de la Justicia: “Esperan que aparezca muerta”

Guadalupe Díaz Cerutti decidió exponer el calvario que vive junto a sus dos hijos desde hace años. “Golpizas atroces” y “amenazas” son la realidad que debe enfrentar ante las demoras judiciales. Hizo decenas de denuncias.

Poder Judicial de San Luis.
Actualizada: 08/06/2021 07:19
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“Mi hijo más grande está vivo porque me puse al medio y ligué yo la paliza. Sino hoy le estaría llevando flores al cementerio”, con esas duras palabras Guadalupe Díaz Cerutti tuvo el valor de exponer a través de las redes sociales la violencia que padeció durante años de parte de su ex esposo. Hace tres años se separó, pero los tormentos no acaban.

En diálogo con El Chorrillero enumeró las “golpizas atroces” que sufrió durante mucho tiempo de parte de su ex pareja. Veinte años atrás comenzaron la relación, que luego se convirtió en un calvario hasta llevarla a terapia intensiva.

Si bien acudió a la Policía y la Justicia en numerosas oportunidades, aún aguarda un pronunciamiento concreto que le dé fin a la violencia que vive de forma constante.

La primera denuncia fue realizada en el 2016 por violencia física y psicológica desde que estaba embarazada de su primer hijo, abuso de arma de fuego y lesiones.

La jueza de Familia, Viviana Oste ordenó una medida de exclusión del hogar y perimetral, pero él nunca las cumplió y siguió conviviendo con ella.

“Anoche contaba las denuncias, y debo ir por más de 100. En cinco días solamente hice 10. Nadie se hace cargo y tienen pruebas por doquier”, afirmó.

Díaz Cerutti tiene dos hijos de 11 y 16 años con el agresor, explicó que las primeras exposiciones fueron cuando aún estaban juntos.

Dos años más tarde volvió a recurrir a la Justicia y se conformó un expediente con la causa. El entonces juez en lo Correccional, Juan Manuel Montiveros Chada se declaró incompetente y remitió las actuaciones al ámbito Contravencional.

Recién en febrero del 2019 fue citada por la jueza María Itatí Zudaire Carricaburu para ratificar la denuncia. Fue entonces cuando enumeró los múltiples ataques que sufrió ella y sus hijos durante años: apuntarla con un arma de fuego, amenazas con cuchillos, rotura de elementos y juguetes de los chicos.

En otra de las oportunidades, cuando regresaban de un evento la golpeó delante de uno de los chicos. Después de ese episodio resultó con fisuras de tres costillas.

Zudaire Carricaburu también se declaró incompetente, mientras que el juez Marcelo Bustamante Marone se excusó. Como consecuencia de ello, la causa volvió a manos de Montiveros Chada, quien tuvo el mismo accionar y fue enviada al juzgado de Familia de Marcela Torres Capiello. Ésta última también presentó una excusación.

Durante el año pasado también hubo exposiciones de Díaz Cerutti, una de ellas fue en la Comisaría del Menor debido a que el ex marido le impedía el contacto con sus hijos.

El último conflicto lo tuvo el domingo 16 de mayo, afuera de la Comisaría del Menor debido a que no quería entregarles a los chicos. Ese día decidió visibilizar la situación y hasta se contactaron desde la Nación.

Esta denuncia, derivó en la intervención de Montiveros Chada quien dictó una medida perimetral. Mientras que la jueza de Familia, Natalia Giunta ordenó la entrega de los hijos para cumplir el horario alternado (de domingo a domingo).

Sin embargo, sigue sin recibir respuestas de parte de la Justicia de San Luis o la secretaría de la Mujer: “Hasta con Ayelén Mazzina me contacté en persona. Lo estoy sufriendo hace 20 años”.

“El monstruo me amenaza de muerte constantemente y a mis hijos también. No voy a permitir que los mate, como lo quiso hacer la última vez en la puerta de la comisaría”, insistió Díaz Cerutti que cuenta con el asesoramiento de la abogada Ana María López.

Al mismo tiempo, contó que los menores tienen “pánico y terror”, y por eso “no se animan a hablar”. “Está torturando a los chicos y manipulándolos”, continuó.

La última denuncia fue ratificada el lunes 31 en el juzgado Correccional N°2, que ahora está a cargo de Marcos Flores Leyes, donde la amplió y ofreció pruebas.

“Con Flores Leyes serían ocho los jueces que han intervenido, en esto que podríamos llamar ‘ping-pong judicial con víctimas de violencia’”, cuestionó la abogada que la representa.

López apuntó a que “los niños han sido testigos de la violencia física de su madre y receptores directos de la violencia de su padre (golpizas, rompimiento de juguetes, destrucción de objetos (…) Y gracias al accionar judicial, terminaron viviendo con el padre denunciado, consolidándose desde el aval judicial el modelo de poder ejercido siempre por su progenitor”.

“Me ha amenazado con un arma y no le salieron balas, o con cuchillos. He golpeado cuanta puerta hubo. Y encima quiere quitarme a mis dos hijos”, continuó con preocupación Díaz Cerutti.

Finalmente, la abogada expresó disconformidad con el accionar de todos los magistrados por los que pasó la causa: “Ninguno ha entendido la problemática o no ha tenido voluntad de trabajar como corresponde”.

“Lo grave no es solo la desprotección de la víctima, sino que se ha permitido al denunciado, quien ni siquiera cumplió las escasas medidas dictadas en su contra, no tener ningún tipo de sanción al respecto”, afirmó.

Si sos víctima o conoces a alguien que sufra de violencia de genero, llamá al 144.

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