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Cómo sigue la salud de Florencia Kirchner tras su internación en Buenos Aires

La hija de la vicepresidenta Cristina Kichner fue internada por una infección. Según el parte médico la evolución es favorable y no presenta síntomas compatibles con Covid-19.

Florencia Kirchner.
Actualizada: 09/06/2021 17:17
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Florencia Kirchner, hija de la vicepresidenta Cristina Kirchner, fue internada este miércoles en el Sanatorio Otamendi por una infección ginecológica. Según el parte médico, la cineasta y guionista de 30 años “evoluciona favorablemente” y “no presenta ningún síntoma compatible con Covid-19”. Sería dada de alta en las próximas horas.

El estado de salud de Florencia Kirchner ya había sido motivo de preocupación anteriormente, ya que pasó más de un año en Cuba por un tratamiento médico y volvió a Buenos Aires justo en momentos en que se desató la pandemia de coronavirus.

Un año de tratamiento en Cuba

La joven había viajado en febrero de 2019 a La Habana para participar de un seminario de guion de cine y, por problemas de salud, no pudo regresar a la Argentina.

De acuerdo al diagnóstico que difundió la propia Cristina Kirchner en aquel momento, la joven estaba afectada por “trastorno de estrés postraumático; síndrome purpúrico en estudio, polineuropatía sensitiva desmielinizantede etiología desconocida, amenorrea en estudio, bajo peso corporal y linfedema ligero de miembros inferiores de etiología no precisada”.

Por ese motivo permaneció internada algunos meses en el Centro de Investigaciones Médicas Quirúrgicas (CIMEQ) de Cuba, para recuperarse de una “enfermedad psíquica”, según contó la propia cineasta en una de sus primeras publicaciones en su cuenta de Instagram.

“Mientras nos exponen frivolidad hasta las costillas. Está bien mostrar tu pareja, tus hijxs, el cuerpo de gimnasio, la ropa, la plata, la fiesta, el trucho reviente, pero ante enfermedades psíquicas, y el dolor: que exista una nueva boca cerrada. No me da vergüenza, ni tampoco es desahogo. Es usar la palabra para otrxs, y también para mí”, remarcó en aquella ocasión.

El 11 de febrero de 2020 la vicepresidenta había publicado una foto junto a su hija en Instagram, en la que ambas aparecían sonriendo y poco más de un mes después, el 20 de marzo, ambas regresaron a la Argentina.

Pocos días después, Florencia Kirchner afirmó que el “ensañamiento judicial” la “enfermó”, en alusión a las causas por presunta asociación ilícita en las que está imputada junto a su madre y su hermano, Máximo Kirchner (“Los Sauces” y “Hotesur”).

“Cuando te persiguen políticamente, nadie te quiere cerca, nadie quiere trabajar con vos y, como no se podía hacer nada, tenía períodos de depresión, hasta que me empezó a hablar físicamente el cuerpo, haciendo una somatización”, contó en diálogo con la radio FutuRöck.

En ese sentido, la cineasta aseguró que “lo que pasó en los últimos cuatro años fue más allá del ensañamiento mediático”.

“Empezó a haber ensañamiento judicial, mandaban policías a mi casa, parecía que todas las semanas iba a pasar algo, tenía tres jueces que hacían conmigo lo que querían: eso fue lo que me enfermó a mí”, lanzó.

Redes y literatura

Desde que volvió a la Argentina, Florencia Kirchner se muestra muy activa en su cuenta de Instagram, donde habla de literatura y comparte muchas fotos de fragmentos de textos, tapas de libros junto a fotos de ella y de su familia.

Su último posteo, el 31 de mayo, la muestra de niña caminando por las montañas junto a su madre y a su padre, el expresidente Néstor Kichner, al que le dedicó varios de sus publicaciones.

“Caminaba detrás de mí. Cuando su caminata abandonó el espacio terrestre, se me hizo todo el cuerpo la cosa petrificada. Un movimiento puede entregarse al baile gelatinoso con el cual quizás podría haber terminado en los suelos. ‘Ya no hay padre así que no caigas a los suelos’ me dije, me dije, me dije, ‘solo una parte, el resto dura, forma de que te sostengas’ “, escribió.

En una entrevista con el sitio Latfem, Florencia Kirchner contó que abrió su cuenta en Instagram en Cuba, cuando “empezó a sentirse mejor” y decidió compartir “lo que le interesa, que es la literatura”.

Según dijo, cuando estaba en Cuba “leía el triple porque estaba completamente sola, completamente enferma, y estaba en un pozo tremendo”. “Pero no me gusta pensarla como un refugio, me gusta pensarla como una manera de habitar la vida”, afirmó sobre la lectura.(TN).

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