Historias de San Luis: oído absoluto
“Mi hija Cecilia López nació por gracia de Dios con oído absoluto y comenzó a tocar en mi Conservatorio a los 3 años”, relató orgullosa la profesora Miryam Quero de López a la escritora, docente e incansable investigadora, María Esther de Orozco.
La ahora hermana Cecilia López se consagró a Dios, forma parte del Instituto Mater Dei, y es desde 1984 la directora del Coro Polifónico Santa Cecilia.
Previo a su consagración religiosa, la hermana Cecilia estudió en Mendoza 3 carreras: piano, órgano y dirección coral.
Pero el verdadero personaje de esta historia es su mamá, la profesora Miryam Quero de López, directora de uno de los importantes conservatorios de música que han formado a tantos alumnos en la provincia de San Luis.
Los Conservatorios Musicales son lugares históricos y muchos de ellos siguen funcionando.
Todos nacieron de fuertes vocaciones y convicciones personales, como las de Miryam.
Ella quería estudiar piano desde niña. Estaba convencida.
A Miryam la anotaron en el conservatorio Beethoven para que recibiera clases del profesor Augusto Müller.
Y allí entró a un mundo mágico donde cinco pianos la rodeaban. Aprendió rápidamente a leer música.
El profesor Müller no pudo seguir enseñando por razones de salud, y en la vida de Miryam apareció el profesor Narciso Stiu, con quién culminó sus estudios de piano, teoría y solfeo.
A todo esto, su familia había hecho un gran esfuerzo para comprarle un piano francés que no estaba en las mejores condiciones, pero servía por el amor con que eran acariciadas sus teclas.
Y comenzaron a llegar alumnos particulares, hasta que superó una exigente prueba y el gran maestro Salvador Petronio la hizo directora del conservatorio D’Andrea en San Luis.
Miryam enseñaba en la calle Belgrano entre Mitre y Chacabuco.
La hermana Cecilia recuerda orgullosa que su Mamá tenía una gran vocación por la docencia y un interés constante por aprender y perfeccionarse.
Cuenta que “hasta que llegó la pandemia recibía a los alumnos en su casa, que es dónde funcionaba el conservatorio D’Andrea y asistían tanto niños como adultos”.
Añade en su recuerdo que la pandemia no la detuvo, ya que continuó enseñando a sus nietos, y aun cuando estaba hospitalizada, recibía llamados de ellos y les contestaba: “sí, quiero volver a casa y seguir con el conservatorio, pero vamos a ver si el Señor nos da permiso, tal vez intuyendo que estaba ya a las puertas de la eternidad”.
La profesora Miryam Quero de López falleció el 5 de marzo de 2021.
Conversé con varios de sus ex alumnos y alumnas y el recuerdo de todos es muy grato.
Hubo una respuesta en la que coincidieron y resume lo que sienten y ella sembró: “la extrañamos”.
Fotos gentileza