La mamá de Guadalupe tiene “miedo desde el primer día” que hayan sacado a su hija de la provincia
Yamilia Cialone está aferrada a la fe y a la pista de que alguien tiene a su hija, por eso la está esperando en el mismo lugar donde se la quitaron. Hoy se cumplieron seis días sin rastros de la menor y los operativos continuaron alrededor del barrio donde la vieron por última vez.
Desde el lunes por la noche la única noticia es que Guadalupe Belén Lucero no aparece. Tiene 5 años y desapareció cuando jugaba en la puerta de la casa de su tía, en el Barrio 544 Viviendas.
Este domingo se cumplieron 144 horas que no sabe dónde está, y aunque hay amplios operativos para dar con su paradero, ninguno (al menos lo que trasciende a la prensa) arrojó datos relevantes.
“Ella no se va a ir con nadie que no conozca. Es divina pero no es muy dada”, dijo Yamila Cialone esta tarde en declaraciones a El Chorrillero.
Este domingo, al igual que en el resto de las jornadas, se realizaron diferentes rastrillajes por tierra y por aire. Otra vez los efectivos se instalaron en los campos cercanos al vecindario, y también al costado de la Autopista de las Serranías Puntanas y la Ruta N° 3. Además, a última hora de la tarde se sumó otro procedimiento en el Potrero de los Funes.
La hipótesis más firme para la Justicia es que “alguien” se llevó a Guada, y la madre está aferrada a esa esperanza, por eso cada vez que habla con la prensa suplica que se la devuelvan.
“Soy su madre y nadie le tiene que quitar el derecho de que esté a mi lado. Yo vivía por ella y ella estaba conmigo las 24 horas del día, sé todo de ella, sus mañas, sus gustos, ella tiene que estar conmigo y con nadie más”, indicó.
“Es mi hija, y es lógico que me debe necesitar. Tiene una maña para dormir conmigo y esa maña no la tiene todas estas noches, eso me preocupa”, dijo casi sin fuerzas, con un dolor que la tiene quebrada por dentro.
Con la participación del Ejército Argentino, se recorrieron todos los sectores con los drones y con canes de la Policía Federal. Por la mañana se había informado que estaba previsto allanar viviendas, pero no está claro si eso finalmente se concretó.
“Confió en el trabajo de los policías, ellos están dando todo, no sé cuántos días pasaron y vienen rastrillando todo y haciendo todo lo posible por ella”, manifestó Cialone que solo imagina el reencuentro con Guada: “¿Cómo no la voy a esperar?”.
Agradeció a la comunidad por los intensos esfuerzos que se están haciendo, y por seguir compartiendo la foto de la niña porque según cree, “es la mejor forma de ayudar”.
Para tener en cuenta recordó rasgos característicos de su hija: una manchita en el costado izquierda de su casa, a la altura de la oreja, y un dientito partido.
Ese barrio tiene varias salidas directas a la ruta, por eso uno de los temores que se expresaron al comienzo de la búsqueda, es que el secuestrador de Guadalupe se la pudo llevar a otra provincia.
Al respecto ella respondió: “Estoy con miedo desde el primer día, no sé qué decir, solamente quiero que mi hija aparezca, tengo la esperanza de que vuelva conmigo, de poder abrazarla, de escucharla que me rete, de que me haga rabiar. Esto no tiene que dejarse pasar, Guada tiene que aparecer, seguir conmigo”.