Desvalijaron una escuela de nivel inicial de Villa Mercedes: se llevaron hasta el papel higiénico
El hecho ocurrió en la madrugada del domingo en la institución ubicada en el barrio 1000 Viviendas, al este de la ciudad. Los ladrones también escaparon con la Bandera de San Luis.
A la Escuela de Nivel Inicial Nº18 “Benteveo”, situada sobre Amaron Galán y Madre Cabrini le robaron pasadas las 4 de la madrugada del domingo.
Se sospecha que los intrusos conocían bien el establecimiento educativo, porque no violentaron ningún acceso: ingresaron por una ventana donde la traba estaba falseada, detalle que muy pocas personas conocían.
De ese modo sustrajeron una computadora de escritorio, un equipo de música con los micrófonos, impresoras, muchos juegos didácticos, artículos escolares, equipos de mates, cuatro termos, cucharones, ollas, bandejas, seis jarras, 40 vasos, ropa y hasta el papel higiénico. Además 30 litros de leche, azúcar, chocolatada en polvo, plastilinas, los termómetros, pelotas, los materiales de trabajo de las maestras y la bandera de San Luis.
En diálogo con El Chorrillero, la directora del jardín Gabriela Llanos relató que el domingo cerca de las 17 un trabajador de maestranza le avisó que observó las luces apagadas, lo cual les llamó la atención porque siempre están prendidas.
Después de eso fueron a la escuela y se encontraron que todo estaba revuelto.
“Un vecino se acercó y nos manifestó que salió cerca de las 4 de la madrugada porque su perro ladraba, y nos aseguró que hasta ese horario la luz estaba encendida”, agregó Llanos.
Para entrar no violentaron ningún acceso, solo abrieron la ventana que tenía una falla: “Se tomaron el tiempo necesario, estimamos que se llevaron las cosas más grandes por el portón”.
También quisieron arrancar el aire acondicionado pero como estaba con candado “solo se llevaron el control remoto”.
La docente estimó que por la cantidad de cosas posiblemente usaron un vehículo, y lamentó que en la zona no haya cámaras de seguridad.
Las personas que concretaron el delito conocían el manejo de las térmicas de luz: “Tenemos tres tableros y supieron cuál era el del zoom y cuáles de la cocina. Creemos que se quisieron llevar la heladera pero no pudieron”.
A partir de esto decidieron contratar seguridad privada.
“El dolor que nos causa esto es irreparable. Somos una escuela pública que enseña a niños de cuatro y cinco años, somos una comunidad educativa con padres amorosos que entre todos hemos trabajado y hacemos rifas para comprar los elementos que nos faltan”, sostuvo la directora.
Tuvo en cuenta que todo se hace “a pulmón”.
“El equipo de música nos costó mucho comprarlo. Con los padres de los niños organizamos una rifa, y cada padre aportó alimentos para armar una canasta y poder sortearla”, agregó.
Por último, pidió a la comunidad que de aviso si conocen que los objetos sustraídos están siendo comercializados.