La madre del joven dijo que en el caso de Guadalupe se “están cometiendo los mismos errores”

Hace cuatro años que Lucas Bolotti viajó de Buenos Aires hasta Papagayos, junto a su madre Estela y su papá del corazón, Víctor. Tenían un plan ideal para vacacionar, pero la llegada al paraje “El Recuerdo” se transformó en una pesadilla sin fin. El joven de 24 años y con retraso madurativo desapareció de un momento a otro, y nunca más lo encontraron.

La mañana del 19 de julio 2017 llenó de incertidumbre y de dolor a sus familiares, en una localidad distante a 180 kilómetros de la ciudad de San Luis y a 38 kilómetros de la Villa de Merlo. Lucas fue visto por última vez mientras jugaba con un tractor de juguete, en la puerta de la casa que su madre construía en tierras de los Comechingones. En ese momento no había riesgo de nada, y el predio estaba cerrado. Sin embargo, sus rastros se perdieron y hasta el momento nadie sabe dónde está.

“Te seguimos buscando, te extrañamos, te necesitamos y te amamos muchísimo. Te vamos a encontrar y vamos a darnos un abrazo gigante, eterno. Cuatro años sin recuerdos nuevos con vos, sin abrazos, sin peleas porque no querés abrigarte, sin decirte que dejes de ponerle tanto azúcar al mate, sin preguntar antes de que te duermas si sabes que te amo infinitamente”, fueron las palabras de Estela Vicondoa en redes sociales al cumplirse otro año sin su hijo, y sin respuestas.

Vicondoa, en declaraciones a El Chorrillero contó que sus días no son fáciles y que por momentos “se vuelven desesperantes” porque no hay noticias: “Son muchas sensaciones encontradas, son cuestiones que uno dice cómo puede ser que esto nos haya sucedido a nosotros. Pasaron cuatro años y sigo sin entender qué le pasó a mi hijo”.

En agosto del año pasado la jueza Patricia Besso se puso al frente de la investigación.

“El personal de la División de Homicidios de la Unidad Regional N° 3 de Concarán le pidió a la jueza si era posible aumentar el monto de la recompensa. Sin embargo, la magistrada hasta el momento no ha hecho nada”, sostuvo Vicondoa.

La madre indicó que no hay información a pesar de haber solicitado otras líneas de investigación para buscar en otros lugares: “La magistrada no ha tenido tiempo de actualizar las cosas por lo tanto estamos parados en el mismo lugar”.

También comparó el caso de Lucas con la desaparición de Guadalupe Belén Lucero, de cinco años, a quien buscan desde hace 35 días.

“Me da la sensación de que se están cometiendo los mismos errores”, sentenció la mujer.

Consideró que “fallaron” al no cerrar las fronteras tanto provinciales como nacionales a tiempo: “Nos sucedió lo mismo, la Alerta Sofía se hizo días después y no horas después como debería ser”.

Y también agregó que carece de sentido buscar una y otra vez en los mismos sitios: “Si vos ya búscate adentro del cajón por más que busques diez veces más, lo único que estás haciendo es gastar tiempo y recursos del Estado, de gusto”.

En este sentido, cuestionó el tiempo de la Justicia, ya que en el caso de Lucas hubo muestras de ADN que como no se autorizaron a tiempo se diluyeron. “Tardó más de un año desde que se encontraron en una casa unas manchas de sangre. A eso le sumamos las cosas que se encontraron en unos rastrillajes y que se tuvieron en cuenta recién cuando nosotros se lo dijimos. Lamentablemente toda esa información se perdió”, añadió.

En medio de este contexto, Vicondoa remarcó “la inoperancia” con la que se manejó la búsqueda: “Para ellos es otro caso sin resolver y a nosotros nos falta un hijo”.

Pidió, como tantas otras veces que le digan que a Lucas “se lo llevaron a tal lugar”.

“Ni siquiera nos importa que caigan los que hicieron este daño, solo queremos saber dónde está Lucas. Yo no quiero que le pase a nadie más y sé que para eso, estas personas tendrían que estar presas o muertas, pero lo único que me importa es saber dónde está mi hijo”, insistió la mujer.