A PLENA LUZ DEL DÍA
A mano armada asaltaron a una pareja cerca del velódromo
Dos delincuentes interceptaron a los jóvenes que habían ido a la vera del Río Seco para pasar la tarde. Eran las 17:30.
Todos los días las redes sociales son el eco de algún hecho delictivo en la ciudad de San Luis. En las últimas horas se conoció uno nuevo que sucedió a plena luz del día.
Una de las víctimas, Shirly Aranega dio detalles de cómo fue el violento asalto que sufrió el domingo a las 17:30, a pocos metros de la Ruta N° 3, detrás del Velódromo Provincial. No es la primera vez que en esa zona los ladrones actúan sin control.
Según relató, junto a su novio habían decidido salir a caminar por las inmediaciones del Río Seco, tomar mates y pasear a sus perras. Después de un rato dieron la vuelta y retomaron el camino de regreso a casa.
Pero en el camino dos malvivientes los interceptaron. Uno tomó al chico y el otro a la joven, y les exigieron las mochilas y los teléfonos celulares.
Lo único que le pidió Aranega fue poder sacar a una de las mascotas que llevaba en la mochila.
“Me dice que me apure, que saque a mi perrita y que le dé el teléfono. Empezamos a forcejear y mi teléfono, que estaba dentro, se cayó y se trizó”, puntualizó.
Después intentó tapar con el pie el celular para que el ladrón no se diera cuenta que estaba en el piso, pero el otro sujeto lo vio y se lo quitó. Además, le quitaron unos $600 que llevaba encima su novio.
No conformes, la violencia escaló un poco más cuando le quisieron quitar la campera al muchacho. Allí uno gritó que “lo cagara a tiros porque se estaba haciendo el canchero”.
“Andaban armados. Sí gente, armados a las cinco y media de la tarde”, exclamó Aranega en la publicación.
Pero cuando sacaron el arma con la intención de disparar, el novio de la joven empezó a pedir auxilio. Y entonces un “montón de gente” se acercó para ayudar y los delincuentes huyeron.
Más tarde radicaron la denuncia.
“Siempre hay gente con niños o solos, hago el posteo para que se cuiden de las ratas estas. No me importa el teléfono, ni la plata. Solamente que, si mi novio no hubiera gritado, no sé dónde estaríamos ahora o en qué lugar”, finalizó Aranega.