Golpearon, maniataron y asaltaron a dos abuelos en un paraje
El hombre terminó con una luxación en el hombro izquierdo y un corte “profundo” en una de sus manos. La Comisaría de La Calera, que tiene jurisdicción en la zona, cuenta con un móvil y los efectivos tardaron dos horas en llegar.
En medio de los festejos por el Día del Amigo, dos abuelos de 68 y 66 años fueron asaltados violentamente en el paraje Represa del Carmen, ubicado a unos 37 kilómetros de La Calera en el noroeste de la provincia.
La hija del matrimonio, Paola Agüero, contó a que alrededor de las 00:05 del miércoles, dos hombres llegaron al kiosco, que tienen los jubilados en el paraje, preguntando si les podían vender cerveza.
El hombre fue quien los atendió y cuando quiso ir a buscar las bebidas, sin mediar palabra, los delincuentes lo empujaron, lo tiraron al piso, le taparon el rostro con un "trapo" y lo ataron de manos.
En ese momento, fueron hasta el domicilio, que está pegado al negocio, y también redujeron a la esposa. Mientras uno se encargaba de cuidarlos para que no escaparan, el otro comenzó a revolver todas las habitaciones en búsqueda de cosas de valor.
“Quédense tranquilos porque yo soy el bueno, aquel es el loco y está re drogado”, era la amenaza que constantemente repetía uno de los asaltantes.
Sin embargo, el calvario para los abuelos no terminó allí. Cuando se alzaron con el botín, los encerraron en la casa con llave y escaparon en un vehículo.
En total se llevaron dinero en efectivo producto de ahorros, un rifle y tres celulares.
En el forcejeo, el abuelo sufrió una luxación en el hombro izquierdo, algunos raspones y hematomas en el rostro. También le hicieron un corte profundo con un arma blanca en la mano izquierda.
Luego del hecho, el matrimonio alertó a un vecino, que habita en una vivienda contigua. Éste fue hasta la escuela del paraje para llamar a la Policía. Los efectivos llegaron dos horas después junto a una ambulancia.
La denuncia fue radicada en la mañana del miércoles en la Subcomisaría 5º de La Calera. Las víctimas no reconocieron a los malvivientes y sospechan que no residen en algún pueblo cercano.
El hombre fue asistido en principio por un enfermero del centro de salud de la localidad porque no había médicos. Luego, fue trasladado por su familia a la ciudad de San Luis para llevarlo a un complejo privado donde fue intervenido para que le "acomodaran" el hombro.
“La Policía nos dijo que iban a investigar, tomaron todos los datos y la semana próxima quedaron en hacer un identikit. También le pidieron las características de los asaltantes para poder encontrarlos, pero dudamos de que pase algo”, indicó Agüero.
“Mis padres quedaron en estado de shock, y tenían mucho miedo de que volvieran. Nunca se esperaban que les pasara esto, en un lugar tan tranquilo”, sostuvo.
Por último, Agüero señaló que los uniformados tardaron en llegar porque “no tienen los medios para hacerlo, sólo cuentan con un solo móvil” en la subcomisaría.