Por sexta vez en el año robaron en una casa de Villa Mercedes; se llevaron nueve cachorritos

Desde que comenzó el año, la inseguridad no le da tregua a la familia Domínguez que habita en una casa quinta ubicada justo al frente del Hospital de La Pedrera, en la ciudad de Villa Mercedes. Al final de esta semana sufrieron el sexto robo.

Los propietarios creen que los delincuentes ingresaron alrededor de las 3:30 del jueves, luego de romper una medianera de alambre que da al Río Quinto. Se llevaron nueve cachorritos. El último delito lo sufrieron el lunes, cuando les llevaron la bomba de agua de la pileta.

“Por la mañana fui a darle la mamadera y cuando entré al quincho solo había un cachorrito. Mi perra nos llevó hasta el alambrado y nos dimos cuenta que entraron por ahí”, contó Serena Domínguez en diálogo con El Chorrillero.

La joven supuso que la intención de los ladrones era llevarse otros elementos de valor pero como es la sexta vez que entran ya no tiene cosas de interés en el quincho.

“Lamentablemente ya no nos queda más nada, se llevaron hasta los perros; quizás creyeron que eran de raza porque eran muy parecidos a los dogos pero en realidad no lo son”, señaló la damnificada.

Gracias a la difusión en redes sociales distintos ciudadanos le pasó el dato que estaban ofreciendo los animales, como si fueran de raza, en el barrio San Antonio.

Domínguez radicó la denuncia en la Comisaría del Barrio La Ribera, pero los efectivos no fueron al domicilio para recuperar los perros: le comunicaron que para realizar ese operativo necesitan la orden de un juez.

“Por suerte anoche encontramos uno en la casa de una vecina, al parecer lo había tirado o se les cayó”, manifestó.

La joven, además relató las seguidillas de ilícitos que vienen padeciendo: “Nos tiene con blanco fácil”.

“La primera vez que entraron vinieron a robar a la quinta de al lado que estaba deshabitada porque había fallecido el dueño. Al escuchar ruidos llamamos a la Policía la cual demoró una hora y media”, explicó.

“Cuando llegaron ya estaban en mi casa, se habían cruzado por el alambre y cuando escucharon que entró la Policía se fueron. Es más, nosotros mismo vimos cómo se iban corriendo”, añadió.

Recordó que los malvivientes comenzaron llevándose comida, “después un freezer, un alargue, un parlante y 40 sillas”.