El Gobierno no informó sobre los últimos robos violentos ocurridos en San Luis

Los robos y asaltos con violencia son cada vez más frecuentes en toda la provincia, y ante el cansancio y la falta de respuesta los mismos protagonistas deciden darlos a conocer a través de las redes sociales. Si bien, en los últimos días varios tomaron trascendencia pública, no aparecen en la página de Relaciones Policiales.

Desde el 10 de julio hubo al menos ocho hechos delictivos en diferentes puntos de San Luis, la característica común fue la violencia con que se concretaron y que los ladrones estaban armados. La capital puntana, Villa Mercedes y el paraje Represa del Carmen fueron los escenarios.

En ese mismo periodo, la información proporcionada por el organismo de difusión de la Policía se limitó a accidentes, solicitudes de paradero y detenidos en otros casos.

El sábado 10, un hombre ingresó a un kiosco en Villa Mercedes y para llevarse un celular de la empleada la golpeó de manera brutal en el rostro.

En la madrugada del domingo, se produjo otro asalto pero en la ciudad de San Luis. Ocurrió en Riobamba y Córdoba, donde cinco delincuentes rompieron un blindex de un negocio y en modalidad piraña se llevaron la caja con la recaudación y un monitor.

Ese fin de semana, los partes policiales fueron sobre personas demoradas por conducir en estado de ebriedad, el secuestro de plantas de marihuana, dos accidentes de tránsito y detenidos en procedimientos.

Tres días más tarde, hubo un robo perpetrado a tres menores en el Barrio Alto del Oeste, de Villa Merceces. Fueron amenazados de muerte con un arma de fuego y uno de ellos resultó con un culatazo en la cabeza.

Ese miércoles, la Policía dio cuenta de “cinco detenidos por causar disturbios”, “demoraron a un joven con marihuana” e “intentó sustraer bienes de un comercio y fue demorado”.

El sábado siguiente, el epicentro fue una farmacia ubicada en el Barrio 126 Viviendas de la capital, a cuadras de la Comisaría 7º. Un ladrón que llevaba un cuchillo de carnicero intentó cometer el ilícito, pero los empleados se defendieron y huyó.

“Un joven fue detenido con estupefacientes en su poder” y “la Unidad Regional Uno realizó operativos de prevención”, fueron las dos noticias difundidas desde Relaciones Policiales.

El domingo a la madrugada, motochorros robaron en una estación de servicio tras amenazar con una botella de vidrio cortada al playero. Al obtener la recaudación de $24 mil se escaparon desde avenida Riobamba y Héroes de Malvinas.

Por la tarde, una pareja que paseaba por el Parque Cuarto Centenario fue víctima de la inseguridad. Dos ladrones armados los interceptaron y les quitaron una mochila.

Los comunicados oficiales de las horas siguientes se trataron de un incendio en la planta recicladora y cuatro jóvenes demorados en procedimientos.

El martes pasado, dos abuelos de 68 y 66 años fueron asaltados en el paraje Represa del Carmen, en el noroeste de la provincia. Dos malvivientes ingresaron al kiosco, empujaron al hombre, lo tiraron al piso, le taparon el rostro con un “trapo” y lo ataron de manos. Sustrajeron un rifle y tres celulares.

Una moto secuestrada, jóvenes demorados por robar de un vehículo, mecheras detenidas en un comercio, una fiesta desarticulada, una solicitud de paradero y un episodio de violencia de género fueron las informaciones de ese 20 de julio.

Sin ir más lejos, el hecho más grave fue en el inicio de esta semana a plena luz del día, donde dos personas resultados heridas de arma de fuego cuando un delincuente los interceptó a la salida de la distribuidora de Coca Cola en la calle Juan Gilberto Funes, y los despojó de una mochila con alrededor de un millón de pesos.

Sin embargo, hubo silencio desde el área de Prensa de la Policía y los partes de ese día estuvieron vinculados al fallecimiento de un hombre, robos e intentos de sustracción de elementos donde los autores fueron detenidos.

Esta contraposición entre los ilícitos que dan a conocer las víctimas y lo que proporciona el Gobierno, alerta a la población debido a que el flagelo de la inseguridad puede ser mayor y muchos de los siniestros no toman trascendencia.