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La "Githana" Rodríguez, un ejemplo de resiliencia

La deportista radicada en San Luis tras haber sufrido violencia física y bullying, tendrá su debut como profesional en el kickboxing.

por Gastón Vila Calderón

elchorrillero.com

Actualizada: 31/07/2021 23:18

Yaselié Rodríguez tiene 19 años. Practica kickboxing desde los 9 años y compite desde los 14. Entrena de lunes a lunes entre 2 y 3 horas por la mañana y también por la tarde.

Además, toma clases de boxeo con Luis Cámara en el gimnasio Ernesto Miranda para complementarse con su disciplina.

Estudia Kinesiología en la Universidad Nacional de San Luis.

Un contexto y presente que ella lo asocia a la felicidad. “Me siento con una satisfacción muy grande a pesar de mucho tiempo de sufrimiento y de golpear puertas”, subrayó en declaraciones al programa Uno Peor que el Otro de radio Dimensión.

Antes, una vida difícil y complicada donde asegura no haberla pasado para nada bien.

“Vivíamos en Tucumán con mi mamá, mis tres hermanos y mi progenitor que no le voy a decir “papá” porque nos golpeaba, era un drogadicto que nos tenía encerrados a todos y no nos dejaba estudiar quemándonos las carpetas y hojas”, confesó.

Al tener buena afinidad con las directoras y maestras del colegio que la “ayudaban sin saber lo que vivía”, pudo salir y seguir educándose porque ese era el ejemplo que le inculcaron.

Se vinieron a vivir a San Luis. Conoció a quien ahora ella lo menciona como su papá, Venancio Ramírez. Pareja de la madre y entrenador. “Me enseñó que nadie puede lastimarme si yo no me dejo. Todo lo que sé es por él”.

Reveló también que sufrió bullying al arribar a la provincia porque “era nueva, callada. Vendíamos bandejas artesanales para la cocina y salíamos puerta a puerta. Cuando me vieron, después al llegar a la escuela me empezaron a hacer burla, a decir que era una gitana sucia que vendía hilos y latas en la calle”.

“Lloré mucho. Con 8 años quería morirme. Le preguntaba a Dios para qué me había mandado al mundo y con el tiempo lo entendí. Quizás llegamos con un propósito”, soltó.

Reconoció que aferrarse siempre a Dios y al deporte le abrió muchas puertas y que le hace ver la vida de otra manera. “Jamás imaginé tener el apoyo de tantas personas y profesores”.

En su primer combate, le preguntaron si tenía algún tipo de apodo. Indicó que se hacía llamar la “Githana”. Venancio inmediatamente la llevó al rincón y le dijo: “Yas, si a vos no te gusta que te digan así”, a lo que respondió: “Lo que pasa es que así tengo más fuerzas”. En un acto de superación y motivación.

Ahí comenzó su carrera en el kickboxing que siempre fue cuesta arriba.

“Muchas veces hemos salido con mi papá solamente con el pasaje y llegamos a los eventos sin tener para comer. Volvíamos así, y en mi casa literalmente quedaban mi mama y mis hermanos tomando mate cocido”.

Fortaleza, constancia, disciplina y un sueño: llegar a competir profesionalmente.

La frase “Vamos sumando, un día vas a ver lo que logramos” de Venancio, hoy la recuerda Yaselié con orgullo: “puedo decir que estoy satisfecha por todo lo que he logrado. En esta vida todo vuelve”.

El 12 de septiembre peleará en Buenos Aires en su primer combate como profesional contra Belén la “Bombita” Cabrera. “Antes le escribía y le decía que la admiraba, ahora que la voy a enfrentar van a ser los mejores golpes de mi vida”, dijo.

Se aferró al estudio. Tuvo a Dios como guardaespaldas y al deporte como incentivación. Nunca bajó los brazos, con perseverancia, humildad y fortaleza va por más.

“Como persona no soy ejemplo de nadie, pero si trato de serlo como deportista”, concluyó.

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