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El pedido de justicia de un padre: “Mi hijo se desangró porque la ambulancia no quiso asistirlo”

Rogelio Fernández denunció por abandono de persona al sistema de emergencia que tiene la salud pública en San Luis. Su hijo fue apuñalado por un sobrino, por la espalda, durante una pelea que investiga la Policía. Cuando llegó al Hospital ya había perdido 3 litros de sangre, y los médicos no pudieron salvarle la vida.

Rogelio, el papá de Rodrigo y abuelo del ahora detenido por homicidio sufre una tragedia familiar que no tiene consuelo.

por Catalina Ysaguirre

elchorrillero.com

Actualizada: 01/08/2021 23:45

Rodrigo Fernández falleció después de dos operaciones. Las heridas de arma blanca habían complicado sus órganos, cerca de los pulmones, y por eso había perdido mucha sangre. Los profesionales no pudieron estabilizarlo y el domingo 25 de julio murió.

Tenía 28 años y lo apuñaló por la espalda su sobrino de 19 años, en un hecho confuso que investiga la Policía. El joven está preso.

Rogelio, el papá de Rodrigo y abuelo del ahora detenido por homicidio sufre una tragedia familiar que no tiene consuelo. Esta semana acudió a los medios de comunicación para contar porqué en lugar de estar haciendo el duelo tuvo que salir a pedir justicia.

Lo que le duele y por lo que quiere llegar a las últimas consecuencias es la negligencia del sistema de emergencia que tiene la salud pública. “Su mamá en medio de la desesperación llamó al 911 primero y después a Sempro, y pidió una ambulancia. Media hora después aparece una, pero con una parsimonia espantosa, entonces los vecinos lo apuran, se ponen el medio de la calle, le indican dónde debe parar y este hombre no se apuró en ningún momento. Llegó al lugar donde mi hijo estaba desangrándose con dos heridas terribles. Cuando llega se quejó, y les dijo: ‘bueno qué tanto apuro, atiéndalo ustedes’. Y se fue. Están los vecinos de testigos que declararon en la Comisaría”, relató en una entrevista con el programa La Mañana de Dimensión.

La pelea entre Rodrigo y su sobrino ocurrió en una vivienda sobre calle 11 de Agosto al 1000, el sábado 24 de julio. El arma blanca había penetrado muy profundo en el cuerpo de la víctima, debajo de los pulmones, y causó un grave sangrado: “Los vecinos lo llevaron en un auto particular hasta la Clínica Italia, pero como nosotros no somos gente de dinero no nos atendieron, y desde ahí llamaron a otra ambulancia que lo lleva al Policlínico Regional”, siguió contando el padre.

Rogelio destacó que en el nosocomio público la atención “fue inmediata”, y agradeció al equipo por la labor que hicieron. Su hijo estaba grave, y necesitaba una intervención urgente: había perdido unos tres litros de sangre. “Como no respondía a las drogas, me pidieron permiso para operarlo otra vez. Pasaron 24 horas y no reaccionó”, dijo. “Hicieron todo lo humanamente posible”, pero no pudieron salvarle la vida, se lamentó con un dolor que no se explica.

“Le pregunté a los doctores por qué había muerto, si por las puñadas o por la tremenda cirugía que le hicieron porque lo abrieron completo, yo los iba a entender. Me dijeron que ni por una cosa ni por la otra. Fue porque llegó sin sangre, se desangró. No fue trasladado a tiempo”, relató.

Después de velar dos horas y medias a Rodrigo, hizo las denuncias en la Policía y también en la Justicia en contra de Sempro: “Me recorrí todos los ministerio y no me dicen nada, se lavan las manos, se tiran la pelota. Nadie me puede ayudar ni responder. No me dan información, solo si la pide un juez. No puedo responsabilizar penalmente a esas personas (los que llegaron en la ambulancia y no se bajaron para atender al herido) porque no tengo los nombres”.

En el homicidio intervino el Juzgado N°3.

En un allanamiento que se hizo en el Barrio 500 Viviendas norte detuvieron al joven de 19 años acusado de matar a su tío. Además, en el lugar de la pelea incautaron el cuchillo homicida.

Rogelio dijo que seguirá “hasta las últimas consecuencias”, y añadió: “Si es necesario también denunciaré al gobernador, porque alguien me tiene que responder. Este es un verdadero pedido de justicia”.

“Yo no quiero quitarle la responsabilidad a mi nieto, porque tiene que pagar; pero también estos cretinos que siempre en muchos accidentes se demoran una hora en llegar. A esta gente le pagan por socorrer personas y  no lo hacen. Esta empresa no sirve”, dijo al final.

Hace 9 años, Rogelio perdió otro hijo cuando en una pelea salió en defensa de su hermano y le dieron un tiro. Su tristeza no tiene fin. Y en medio del dolor seguirá golpeando las puertas de los juzgados.

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