Robos con inhibidores de alarmas; una metodología que crece y preocupa en San Luis
La semana pasada hubo dos hechos el mismo día, en la capital: se llevaron dinero en efectivo y celulares. En uno de los casos, las cámaras de seguridad privada de un comercio grabaron cómo actuaron los delincuentes.
El miércoles pasado Miguel Berardi, propietario del comercio “El Viejo Solar”, ubicado en 9 de Julio y Colón fue víctima de “la banda” de los inhibidores de alarmas que opera en pleno centro de la ciudad.
Cerca del mediodía salió a realizar unas compras para abastecer su negocio. A eso de las 12:30 llegó a “Punta del Agua”, en la esquina de Sucre y Juan Bautista Alberdi. Todo lo que pasó después quedó grabado en las cámaras de seguridad privada del local.
Las imágenes muestran cómo el comerciante estaciona el vehículo en la puerta del comercio, y cómo “apurado” se baja y cierra con alarma su camioneta.
Unos segundos después llega un Citroen C3 negro y se detiene en la esquina. Descendieron tres sujetos y uno se dirigió directamente al rodado de Berardi, mientras los otros hacían “de campana”.
El cuarto cómplice se quedó en el auto, listo para escapar.
En menos de dos minutos el ladrón destrabó la seguridad y abrió las puertas como si fuera el dueño de la camioneta: finalmente sustrajo entre $20 mil y $50 mil, que estaban debajo del asiento y que eran para comprar mercadería. También un Iphone 12 que se estaba cargando.
El damnificado le contó a El Chorrillero que cuando descubrió el robo solicitó la grabación de las cámaras de seguridad, que habían captado todo.
“Estos hechos ocurren muy seguido sobre todo en las playas de supermercados. Por ahí la Policía los agarra, pero los vuelven a soltar porque es considerado un delito menor, cuando debería implicar prisión”, criticó.
Otra de las cuestiones que planteó, es que los inhibidores son de fácil acceso a través de internet, es decir, cualquiera puede comprarlos y esto “fomenta la delincuencia”, según dijo.
“Creo que son varias bandas, siguen a cualquier vehículo de alta gama un par de cuadras y ven qué es lo que hace el dueño. Además, cuando abren los autos saben dónde revisar”, sostuvo.
Horas más tarde, cerca de las 19 en la playa del Easy, a Jorge Bertín, dueño de una empresa constructora, también le robaron dinero en efectivo (que en parte era para el pago a los trabajadores), una rueda de auxilio, un celular y hasta un alcohol en aerosol.
Según relató, estacionó su vehículo cerca del ingreso, pero eso no fue impedimento para los ladrones que se manejan con total impunidad.
“Me bajé con uno de mis hijos en brazos, cerré el auto y hasta vi que me hizo el destello de luz. Cuando volví a los 10 minutos, desactivé la alarma y vi que no prendieron las luces, ahí noté que algo raro pasaba”, manifestó en diálogo con este medio.
Dijo que le pidió al hipermercado que le facilitara los videos de las cámaras pero no se las pudieron dar porque “se necesitaba de una orden judicial”.
“La Policía nos dijo que nunca muestran las imágenes y me contaron que en la misma semana era el tercero o cuarto al que le sucedía lo mismo en ese lugar, y bajo la misma metodología”.
El hombre decidió hacerlo público a través de un posteo en su perfil de Facebook. Desde ese momento, varias personas se contactaron para comentarle que sufrieron hechos similares en el Easy.
“Estos delincuentes están muy organizados, tienen todo investigado porque hicieron esto en un tiempo récord”, indicó.
En ambos casos, las denuncias fueron radicadas en la Comisaría 2º. Sin embargo, hasta la publicación de esta nota no hubo detenidos ni se recuperaron los bienes sustraídos.
El Chorrillero intentó tener la palabra de Easy, pero desde la compañía manifestaron que no estaban autorizados a hablar con la prensa.
Este lunes por la mañana dos hombres fueron detenidos cuando intentaban abrir vehículos en pleno centro de la capital puntana. Un vecino fue quien advirtió lo que hacían y avisó al 911.