GOLPES Y AMENAZAS
En menos de un mes asaltaron violentamente a un hombre, en el mismo lugar y a la misma hora
En los episodios delincuentes lo abordaron mientras esperaba el colectivo para ir a trabajar. Las cámaras de seguridad captaron los momentos.
Vivir con miedo. Esa es la realidad que transita Claudio Mercau (46), un empleado municipal de Obras Públicas de Villa Mercedes. En 25 días lo asaltaron con violencia, dos veces.
Todo pasó siempre en el mismo lugar y casi a la misma hora, cuando esperaba el arribo del colectivo para viajar a su trabajo, en inmediaciones de las calles gobernador Besso y Tucumán, a las 6 de la mañana.
El primero ocurrió el pasado 15 de julio. En ese momento fue abordado por dos motochorros, uno que esperó arriba del vehículo y el otro que se ocupó directamente de golpearlo con un arma de fuego.
Las imágenes tomadas por una cámara privada emplazada en un edificio a pocos metros hablan por sí solas. Sin conformarse con quitarle la mochila con materiales del trabajo, el malviviente le dio un culatazo en la cabeza, y le causó una herida que de tres puntos.
El siguiente sucedió este lunes con la diferencia que fue un solo ladrón. Con el mismo tono agresivo, amenazas y golpes le robaron todo lo que tenía encima: la billetera con dinero, documentos, tarjetas de cobro, entre otras cosas.
En declaraciones a El Chorrillero Mercau sostuvo que durante el último tiempo este tipo de hechos delictivos “son moneda corriente” en esa ciudad.
“Se volvió muy peligroso. Casi que no podés caminar, antes había robos y asaltos, pero no con la frecuencia de ahora. La semana pasada quisieron robar a otra persona pero gracias a que el colectivo paró y la gente lo pudo evitar, los chorros no lo lograron”, manifestó.
Las denuncias están radicadas en la Comisaría N° 40 de la ciudad, y hasta habló con el intendente Maximiliano Frontera para pedirle por más seguridad: “No me dijo mucho solo que se vio sorprendido que me robaran otra vez”.
En tanto que efectivos policiales le indicaron, según contó, que “no hay móviles suficientes”.
“Es masticar bronca, impotencia, es no saber si ir a trabajar o no. No tengo drama con nadie, no peleo con nadie como para tener todo este tipo de problemas. Voy a seguir tomando el bondi ahí porque no tengo otro lado ni otro vehículo”, agregó.
Así subrayó la esperanza de que no le suceda otra vez: “Lo único que espero y ruego es que no me vuelva a pasar porque me lleva mal psicológicamente porque uno sale con miedo”.
Al mismo tiempo está pensando “seriamente” en mudarse del lugar donde vive en la actualidad, en gobernador Besso al 532, a solo tres cuadras de donde le robaron.
“Solo quiero que las autoridades tomen cartas en el asunto y nos den soluciones”, culminó.