Cumpleaños en Olivos: ese día en San Luis se negaba el ingreso a puntanos y en Merlo hoteleros reclamaban para trabajar
Un año atrás, cuando la residencia donde vive el presidente Alberto Fernández era escenario del festejo de su pareja Fabiola Yáñez, la provincia vivía una realidad opuesta. Sectores productivos asfixiados, pedidos sin respuesta al Gobierno local y familias que no podían acceder a la compra de medicamentos y alimentos, al cobro de sus haberes, ni al sistema sanitario.
Trece meses después se difundieron las imágenes de la celebración del 14 de julio de 2020, donde el primer mandatario Alberto Fernández aparece junto a Fabiola Yáñez y a una decena de personas en clara violación a los protocolos que el propio Ejecutivo había establecido por la pandemia de Coronavirus. Las fotografías provocaron indignación, sobre todo de quienes en ese momento debieron limitar sus libertades para cumplir con las medidas dispuestas.
Ese mismo día, los vecinos de San Luis vivían una etapa lejos de los festejos. La imposibilidad de circular, la falta de auxilio del Gobierno de Alberto Rodríguez Saá, y el temor de perder sus ingresos eran las principales preocupaciones.
Uno de los casos que se dio a conocer durante esa jornada, mientras Yáñez aseguraba que viviría un festejo atípico por Zoom, redes sociales y con barbijo, fue el de 35 familias que residen en el paraje El Cadillo, pasando el puesto de Baldecito. Se encontraban aislados en su propia provincia sin poder salir para comprar los productos necesarios para la subsistencia, cobrar sus haberes o simplemente para ser atendidos por un médico.
Desde la gestión de Rodríguez Saá les negaban el paso porque residen en el límite con Córdoba y La Rioja, pese a que la mayoría tiene domicilio en Candelaria. Intentaron dialogar con las autoridades de San Luis, pero no tuvieron respuesta. Y ante este crítico escenario sólo recibieron asistencia de parte de los distritos vecinos.
Los trabajadores del sector turístico en la provincia, también atravesaban el momento más difícil de la historia, ante la imposibilidad de desarrollar sus tareas debido a las restricciones vigentes. Por eso, Merlo fue el centro de una movilización para pedir una ley de emergencia.
Comerciantes y trabajadores del rubro se reunieron para hacer público el reclamo a las autoridades nacionales y provinciales, ante la crisis económica que los afectaba. Sin embargo, no fueron escuchados ni recibieron el apoyo del Estado que buscaban.
Tras la viralización de las imágenes de la fiesta en Olivos, el presidente responsabilizó a su pareja y se mostró arrepentido. “Fabiola convocó a un brindis con sus amigos y no debió haberse hecho. Debí tener más cuidados y no los tuvimos”, se limitó a decir Fernandez el viernes pasado en un acto.
Este lunes el presidente volvió a hablar sobre la foto, disparó contra la oposición y pidió disculpas: “El único responsable soy yo, me hago cargo y doy la cara”.
Ese mismo 14 de julio, la Fundación Emprender dio a conocer los resultados de un informe, el cual arrojó que el 94,7% de las pymes en San Luis vio afectados sus ingresos por la pandemia. Justamente las pérdidas fueron la consecuencia de respetar las disposiciones impuestas por la Nación.
La problemática que alcanzó a casi el total de las empresas en la provincia tuvo como principales causas la falta de clientes, que los productos o servicios no son de primera necesidad, la imposibilidad de reinventarse para otra actividad en el corto plazo y problemas de abastecimiento.
Del total de los emprendedores relevados que vieron perjudicadas sus finanzas, el 72% tuvo pérdidas mayores el 50%; para el 22% fue entre el 25% y el 50%; mientras que para el 6% el número fue inferior.
El día que la primera dama cumplió 39 años, a Olivos asistieron nueve personas que ingresaron al chalet a las 21.30 y se retiraron, todos juntos, a la 1.47 del día siguiente. En la fotografía dada a conocer por la periodista Guadalupe Vázquez en La Nación+ aparecen 12, entre ellas, Fernández, Yáñez y una niña.
La primera imagen de aquel día fue publicada en Twitter por el usuario @gonziver. El Gobierno nunca se refirió al tema y argumentó que se trataba de una foto trucada, digitalmente adulterada para perjudicar al Presidente, quien había dicho que no participó del encuentro sino que simplemente pasó a saludar.