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PROGRAMAN MAS ACTOS OFICIALES

El Gobierno mantiene cerrado en la pandemia el hospital de los $10 mil millones

Ni la crueldad de la segunda ola logró torcerle el brazo al gobernador que tiene el edificio en desuso. Rodríguez Saá programa más actos de inauguración en la campaña y no lo quiere usar para atender la crisis de Covid-19

Foto ANSL
Sosa Araujo con la llave, Alberto Rodríguez Saá (h), Katopodis, Natalia Zabala Chacur, Cafiero, gobernador Rodríguez Saá y Vizzotti, entre otros.
Actualizada: 22/08/2021 21:30
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El 16 de abril la colosal estructura del Hospital “Ramón Carillo” fue inaugurada con la presencia de figuras de la primera línea del Gobierno kirchnerista. El acto iba contar con la participación del presidente Alberto Fernández que no vino porque se contagió de coronavirus y envió en su representación al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y los ministros Carla Vizzotti y Gabriel Katopodis, que compartieron protagonismo con el gobernador; Alberto Rodríguez Saá (h); Natalia Zabala Chacur; Silvia Sosa Araujo y María José Zangla.

El acto fue transmitido en directo por los medios oficiales y redes sociales. Hicieron un recorrido para mostrar las instalaciones y la infraestructura para dar luego a los discursos políticos cargados de autoelogios y críticas a la oposición.

“Nos encontramos con lugares de altísima calidad, de alto nivel y tecnología, y pensaba en el legado histórico que va a tener este hospital, y en el legado histórico que también representamos nosotros como peronistas. Como decía Ramón Carrillo, la salud pública es un derecho humano que debemos defender, y que naturalmente que tiene que coexistir y armonizarse con otros derechos, pero este es prioritario y trascendente. Y cuando caminaba junto al gobernador, le resalté permanentemente la palabra dignidad, porque este hospital es dignidad; los puntanos más humildes se van a atender en un lugar de altísima jerarquía, gracias a la inversión pública que hizo la provincia”, dijo en un pasaje Santiago Cafiero que catalogaba de “obra asombrosa” al edificio.

Terminada la ceremonia cerraron con llave otra vez la puerta de ingreso. Hay otros antecedentes: En anteriores gobiernos kirchneristas en Buenos Aires se inauguraron hospitales que hasta hoy no han sido abiertos.

La llave del hospital cerrado. (Foto ANSL)

Atrás habían quedado idas y vueltas que incluyeron el retraso en el inicio de la construcción, más dilaciones en el medio y redefinición del presupuesto. Los datos que se conocen indican que el costo fue cercano a los $10 mil millones, pero se especula que la friolera final superó los $13 mil millones. En 2020 se volcaron a la edificación fondos girados por el Estado nacional para ser destinados a atender la gestión sanitaria de la crisis.

Fue una bandera de la campaña para el cuarto mandato de Rodríguez Saá. Al anunciar el proyecto en 2018 prometió a los puntanos que iban a acceder a un servicio de mayor calidad. Al año siguiente obtuvo la reelección y el sistema sanitario sigue sumido en una crisis.

“Celebramos el final de obra de un gran sueño”

Ese viernes de abril Alberto Rodríguez Saá con el elenco kirchnerista nacional y local festejaron la entrega del complejo de 32 hectáreas y 50 mil metros cuadrados cubiertos. Tiene una capacidad de 400 camas, 16 quirófanos, 2 híbridos y 40 departamentos para residentes, entre otros servicios, para una “salud humanizada”, según el marketing oficial.

Mientras en San Luis arreciaba la segunda ola nada de eso estuvo al servicio de los puntanos, salvo un ala asignada a pacientes moderados. En rigor se montó un operativo mediático de que se habilitaba, pero no fue más que una puesta en escena.

“Celebramos el final de obra de un gran sueño”.

Las estadísticas sobre las muertes son elocuentes en la provincia: en mayo hubo 285 decesos; en junio 217 y en julio 201. En 22 días de agosto van 130 víctimas fatales.

En total se perdieron 1337 vidas en la pandemia en San Luis.

En mayo con el hospital “modelo” cerrado el sistema de salud pública colapsó. Los gremios señalaron que no había camas disponibles y tampoco quien las atienda. “Veinte pacientes de terapia intensiva para dos 2 médicos y 3 enfermeros”, llegó a denunciar APTS.

En San Luis murieron pacientes en los pasillos y las puertas de los hospitales de La Punta y Villa Mercedes porque estaban desbordados.

En medio de esa realidad el Hospital Ramón Carrillo permanece cerrado.

Nada hizo cambiar el libreto a Rodríguez Saá que promociona “un nuevo paradigma en la salud, orgullo para todos los puntanos”.

“Por infraestructura edilicia, recursos tecnológicos y nivel de equipamiento, responde a los máximos estándares exigidos a nivel mundial”, dice el texto de los avisos publicitarios contratados en El Diario de la República.

El Gobierno tiene varios motivos para patear para adelante la apertura:

| Rodríguez Saá no quiere que este hospital atienda pacientes de Covid-19. La realidad lo demuestra.

| Los servicios que alcancen a habilitar este año serán pensando en las elecciones. Preparan otros actos de inauguración.

| La jefa de Gabinete y candidata a diputada nacional, Natalia Zabala Chacur en la presentación el mes pasado en la Legislatura argumentó que hospitales de estas características demandan cinco años en ponerlos en marcha. Uno de los problemas que tiene en la mesa el Gobierno es conseguir profesionales.

 

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